Alfombras rojas en la cumbre de Bilbo para los causantes de la crisis

Bilbo es el escenario elegido por el Gobierno español para conmemorar el «Global Fórum Spain» bajo el lema «España: de la estabilidad al crecimiento». En la capital vizcaina se extenderán las alfombras rojas para recibir a mandatarios internacionales y los representantes de las organizaciones más neoliberales a los que durante la crisis no les ha preocupado nada más que garantizar el pago de la deuda a los bancos, en vez de buscar una solución real para evitar el desempleo y reactivar la economía más cercana a la población.

Por tanto, la pregunta es lícita: ¿Alfombras rojas en la Cumbre de Bilbo para los causantes de la crisis? La mayoría social y sindical vasca protestará el 3 de marzo frente a ese desembarco de personalidades. El acto se desarrollará en el Museo Guggenheim en cuatro sesiones en las que debatirán si Europa está en la senda del crecimiento económico sostenible; estabilidad y crecimiento en la economía de la eurozona; la competitividad de la economía europea en un mundo global, oportunidades de la globalización para las empresas europeas; y productividad, innovación y competencia: claves para la competitividad.

En el encuentro habrá un desfile de mandatarios. El presidente español, Mariano Rajoy; el lehendakari, Iñigo Urkullu: el ministro español de Economía, Luis de Guindos; el de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria; y el alcalde de Bilbo, Iñaki Azkuna. Pero en la capital vizcaina también se presentará la directora gerente del FMI, Christine Lagarde; el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsseelbloem; Karel de Gucht, comisario europeo de Comercio; Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de la Competencia; Oli Rehn, vicepresidente de la CE y comisario de Asuntos Económicos, Monetarios y el Euro. Werner Hoyer, presidente del Banco Europeo de Inversiones. A los que se unirán empresarios de las compañías que cotizan en el Ibex como Pablo Isla, presiente del grupo Inditex; César Alierta, presidente de Telefónica; Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola; Francisco González, presidente de BBVA; Angel Gurría, secretario general de la OCDE. Francisco José Riberas, presidente de Gestamp; José Lladó, presidente de Técnicas Reunidas; Carlos Palacio Oriol, presidente de Talgo; y José Sendagorta, presidente de Sener Ingeniería y Sistemas. Hace unos pocos días la Fundación para la Mejora de las Condiciones de Trabajo (Eurofound) reconocía que durante la crisis se han perdido en la UE más de 6 millones de puestos de trabajo. La exagerada austeridad ha hecho que los flujos económicos no hayan circulado hacia el conjunto de la población, sino que solo han llegado a unos pocos.

Así, los datos son demoledores porque los Estados de la UE durante esta crisis se hicieron cargo de 4,5 billones que fueron inyectados al sistema financiero para salvar a los bancos y se calcula que de esa cantidad, 1,7 billones no se recuperarán para las arcas públicas, mientras entre los principales están elaborando una nueva unión bancaria, que les hará más fuertes frente a los gobiernos. Es lo que una parte de la sociedad está demandando, que se democratice el poder económico, que se concentra cada vez en menos manos.

Porque, una vez terminado 2013, en el Estado español la gran banca ha cuadruplicado los beneficios en 2013. Entre Banco Santander, BBVA, Caixabank, Popular y Sabadell obtuvieron en 2013 un beneficio neto de 7.674 millones, mientras que la economía cayó un 1,2% y se destruyeron miles de empleos, como lo certificó la Encuesta de Población Activa.

Además, mientras a los trabajadores se les obliga a apretarse más el cinturón, un estudio de ICSA y Eada Business School de Barcelona confirmó que los altos directivos son los que han ganado más durante este periodo de crisis económica desde 2008.

227.334 parados, un 17,34%, y con una creciente pobreza en Hego Euskal Herria
La mayoría sindical y social vasca, reunidas en torno a la plataforma Gune, plantará cara a esta delegación de neoliberales que son los que están obteniendo buenos rendimientos económicos de la crisis.

Estos días atrás han recordado que las políticas que han impuesto quienes van a pisar las alfombras rojas en el Museo Guggenheim han llevado a Hego Euskal Herria a una tasa de paro del 17,43%, es decir 227.334 personas sin empleo. La mitad de ellas sin prestaciones económicas con que vivir. Con una pobreza creciente y una economía sumergida que supera el 20%, que hace que más de 157.000 hogares vivan en riesgo de pobreza.

Los trabajadores vascos se encuentran entre los más los más competitivos y productivos de la UE y la riqueza que se genera en nuestro ámbito es de las más elevadas, sin embargo, como denunciaron sindicatos y colectivos sociales, está muy mal repartida.