Denuncian agresiones policiales a varios jóvenes en Iruñea

Varios jóvenes han denunciado haber sido agredidos por agentes de la Policía Nacional en Iruña en las últimas semanas, según han manifestado varias de las víctimas a La Haine.

Según el relato de la joven Ángela, de 18 años de edad, el pasado día 26 de febrero por la mañana, en la calle Leire, en el centro de Iruña, cuando ella estaba acompañada por varios de sus amigos, sufrió un ataque de asma, ante lo cuál varios de sus amigos acudieron a auxiliarla y en la confusión de verla rodeada de varias personas, vecinos de la zona llamaron a emergencias pensando que estaba siendo agredida, los amigos de Ángela, por su lado llamaron a la ambulancia mientras uno de sus amigos fue al coche para buscar el inhalador de Ángela.

Al poco tiempo se presentaron una dotación de Policía Foral y otra de Policía Nacional, así como unos agentes de paisano. La policía foral se fue, quedándose en un portal de la calle Leire, la joven Ángela, que estaba sentada en el suelo con su ataque de asma, dos de sus amigos y los agentes de la Nacional. La joven relata que en ese momento su amiga y uno de los policías comenzaron a discutir, y el agente la agarró de una manera brusca y violenta, ante lo cuál, su pareja protestó por el trato recibido. Según relata la joven: “cuando oyeron su acento, que es de origen colombiano, lo agarraron entre cuatro muy violentamente y lo pusieron contra el suelo”, y cuando la joven se levantó para decirle a los agentes que les dejaran en paz, porque sólo estaban allí auxialiándola, uno de los agentes la dio una patada en la espalda tirándola nuevamente al suelo. Tras eso la joven le pidió al agente que la había agredido que se identificará mediante el número de placa, a lo que él se negó, después de eso los agentes se fueron dejándolos ahí. A continuación la joven acudió a urgencias y posteriormente cursó una denuncia en los juzgados de Iruñea, ella y sus amigos tenían varias contusiones y hematomas, así como algún arañazo.

Otro de los casos denunciados fue el sufrido por el joven Jonathan, de 20 años, en la mañana del 29 de enero por la mañana, cuando Jonathan en compañía de dos amigos suyos, los tres de origen latinoamericano, se despidieron después de bajarse del autobús en la Avenida Baja Navarra. Al andar unos metros, Jonathan se percató que sus dos amigos habían sido abordados por tres policías nacionales y volvió para ver que ocurría. Jonathan relata que según llegó varios de los agentes se abalanzaron sobre él. Uno de sus amigos comenzó a protestar por el trato que les estaban dando, y en ese momento Jonathan relata como uno de los agentes le propinó un puñetazo que le partió el labio superior e inferior, al seguir su amigo protestando por la agresión el mismo policía que le había dado el puñetazo le agarró del cuello, lo puso contra la pared mientras le decía “callaté panchito, si no tu también vas a recibir”. En ese momento Jonathan comenzó a correr, pero uno de los agentes le puso la zancadilla y se abalanzó sobre él, mientras otro de los agentes le empezó a dar patadas, una de ellas le alcanzó en la sien y el joven quedó inconsciente.

Posteriormente se despertó en el hospital, donde le diagnosticaron varias lesiones “tenia las rodillas destrozadas, una brecha en la cabeza, arañazos, hematomas, el labio partido…”. Después los agentes se lo llevaron detenido y acusado de atentado a la autoridad.

En la denuncia que los agentes cursan contra él sólo aparece la identificación de dos de los agentes, pero no la del tercero, el más violento de los tres, el agente que le dio el puñetazo. En los dos casos los jóvenes describen al agente más violento como “bajo, moreno, con el pelo corto y perilla, callado, pero prepotente”.