Disipar el humo

 Parece que la situación política en Euskal Herria y en más sitios estuviera cubierta de humo. Y no del de las barricadas precisamente. Es otro humo diferente. Parecido al humo que utilizan los magos ilusionistas para realizar sus trucos.

Este humo abarca a casi todo. Impide con claridad ver lo que tenemos delante. Lo cual hace difícil cambiarlo. Las contiendas electorales aportan mucho en ese sentido, el ruido mediático hace otro tanto reduciendo lo importante a luchas partidistas y propagandísticas con escaso recorrido.

Es probable que no haya existido en mucho tiempo tanta confianza y esperanza en que las instituciones impuestas puedan dar solución a muchas de las problemáticas que tiene Euskal Herria. Y puede que esa sea una de las razones de que esas problemáticas lejos de encauzarse se vayan enquistando y no se vean ni caminos ni soluciones por ninguna parte que no sea pasando por las urnas. Lo cual hace al mismo tiempo que esos caminos y soluciones se vayan nublando. Las instituciones pueden ser parte importante de un cambio, pero cuando estas instituciones se apoyan en un proceso de cambio superior a ellas ya que ellas por si solas difícilmente lo supondrán. Fueron diseñadas precisamente para que sea así.

El trabajo institucional es una herramienta mas, y debe ser complementaria. Decía recientemente el alcalde de Donostia. Al mismo tiempo decía preocupado que la movilización social, el movimiento popular  y la protesta, siendo un tesoro para el ámbito institucional,  se ha mermado según se habían alcanzado cotas de poder institucional.

Por otras latitudes europeas existen también en algunos casos muchas esperanzas e ilusiones de que cambios meramente institucionales supongan cambios estructurales como si las estructuras imperialistas, del capital, y de los estados , como si las democracias burguesas occidentales en definitiva fueran entes neutros y democráticos plenamente moldeables bajo una supuesta soberanía popular. Como si fueran sistemas libres. Como si la OTAN pudiera convertirse en una guerrilla armada de defensa popular, la UE en una federación anarquista o el capitalismo en socialismo, todo por obra y magia de unas papeletas electorales bajo sistema capitalista.

Recuerda todo demasiado a un revival del eurocomunismo y la socialdemocracia de los años 70 en adelante. El tema es que ya sabemos o deberíamos de saber lo que dio de sí en estas décadas. Sobre todo la izquierda abertzale lo sabe ya que fue el ejemplo europeo principal y antagónico frente al eurocomunismo.

Por lo que parece que no solo habrá una contradicción en la izquierda europea a resolver frente al capitalismo sino al menos otra más. Eurocomunismo 2.0 o Ruptura 2.0. Humo o cambio real. Y la clave no va a ser centrarse en las limitaciones del eurocomunismo renovado, las cuales se hacen evidentes con el tiempo ya que están en su esencia sino las limitaciones de la izquierda que apuesta por un cambio real y alternativo al estatus quo, para demostrar que es capaz de hacerlo. La izquierda revolucionaria tiene deberes y estos no son simplemente mostrar lo evidente. Sino disipar el humo. En política, la crítica mas acertada es un buen programa y una mejor acción…