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Nacionales E.Herria :: 14/10/2016

El sonido de la patronal vasca y su clase política

Borroka garaia da!
Este joven trabajador muerto se une a otras tres personas más que han muerto en los últimos 15 días en Euskal Herria debido a los ahorros en costes de seguridad

Ayer estuve por el hospital de Cruces en Barakaldo por bastante tiempo. Una vez más viendo como se apelotona y hacina la clase trabajadora vasca en salas de más que espera mientras muchos de los y las trabajadoras del hospital apenas pueden mantener un ritmo de trabajo inasumible. No se exactamente qué hora sería por la tarde-noche pero hubo un momento en que se me heló la sangre igual que a todos y todas las que estábamos en las cercanías. El sonido era algo lejano pero bien perceptible. Un llanto muy fuerte y desgarrador, que surgió de repente de lo que me pareció una mujer joven y dejó todo en silencio, al mismo tiempo llenándolo con su presencia. Paralizando el tiempo. En los hospitales muchas veces se abre paso la vida y otras la muerte. El lloro se sentía definitivo, sin esperanza. No era el lloro contenido de una muerte anunciada con tiempo de antelación.

Esta mañana he leído en la prensa que ayer a media tarde un joven trabajador de 33 años ingresó en el hospital de Cruces tras ser enganchado por una cinta transportadora de graneles, y habiendo perdido un brazo, el hombro y parte del tórax. Tras varias reanimaciones no se pudo salvar su vida de aquello que llaman a modo de eufemismo accidente laboral. Mientras leía la noticia al instante lo asocié y se volvió a reproducir en mi mente el terrible e impotente llanto escuchado ayer. Es bastante probable que fuera de una de sus allegadas.

Este joven trabajador muerto se une a otras tres personas más que han muerto en los últimos 15 días en Euskal Herria debido a los ahorros en costes de seguridad aprovechando la crisis, la precariedad laboral, los contratos basura, la falta de prevención y de derechos, los ritmos y presiones que impone el capital, en definitiva, tienen la firma de la patronal vasca y de los gobiernos que la sostienen. De los que blanquean sus funciones depredadoras y de aquellos que ensucian la ikurriña mientras se apoyan en el estado español de cara a convenios y negociaciones para beneficiarse de la clase trabajadora vasca por encima de sus muertos que caen como pajaritos de feria.

El tiempo de la interpelación y las manos extendidas, del interclasismo, debe cesar, pues no hacen mas que acumularse uno tras otro cada vez más retrocesos para la clase trabajadora vasca. O se abre un fase de ofensiva política, social y sindical que destroce la superioridad de la derecha vasca por los medios que sean necesarios y haga inasumible su normalidad o seguirá siendo inasumible para cada vez más personas su propio proyecto de vida cuando ésta no es sesgada por unas monedas en cuentas abultadas, por no hablar del propio futuro colectivo de Euskal Herria en libertad, irreconciliable con los vasallos de la dictadura del capital, tengan 8 o 40 apellidos vascos o no los tengan. Nadie va a hacer nada por el pueblo trabajador vasco si no es él el que lo hace.

 

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