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Nafarroa :: 08/04/2020

El régimen navarro en tiempos de coronavirus

Ardi latza
Del Dios-Patria-Rey al Opus dei-Volkswagen-Diario de Navarra: El régimen navarro en tiempos de coronavirus

En nuestro anterior artículo hacíamos mención a la posición que ha adoptado Confebask, apoyado por su inseparable siervo, el PNV, al respecto de la crisis sanitaria y económica que estamos viviendo. En esta ocasión queremos hacer mención a la situación que se vive en la Comunidad Foral. Dice el refrán aquello de “como quieres que te cante y que temple mi guitarra, si es San Fermín y estoy lejos de la Capital Navarra”. Ante la previsión de que este año pueda ser el primero desde 1978 donde no se pueden celebrar las mejores fiestas del mundo (no os engañéis, es así y jamás reconoceremos lo contrario) que menos que hacer un apunte ante la mayor desgracia que puede sufrir un navarro, que no es otra que no poder celebrar sus fiestas. Ese y no otro es el trauma que estamos sufriendo los navarros estos días, ya que, al igual que en la CAV, vivimos en un auténtico paraíso “foral”, lejos de las carencias del resto del Estado.

Dejando las bromas atrás, que no vienen mal estos días, una situación de este calibre va a tener importantes efectos para la ciudadanía navarra, donde existe también un bloque en el poder particular, al igual que en Euskadi, que ya se está preparando ante la recesión que se nos viene encima. Si en el caso de la CAV lo resumíamos este en el binomio PNV-CONFEBASK, en este caso hemos decidido utilizar la triada OPUS DEI-VOLKSWAGEN-DIARIO DE NAVARRA. Podríamos hacer mención, al igual que en el caso de la CAV, de la patronal navarra, en este caso la CEN, pero el alta hospitalaria de su Presidente, José Antonio Sarria, tras dar positivo en coronavirus, nos hace sacar nuestro lado más humanitario para dejarle descansar estos días (esperamos su pronta recuperación, ya que preferimos derrotar a la burguesía a través del modo clásico, no esperando que se muera en la cama, que luego ya sabemos como acaba todo).

Siguiendo con el análisis, estos tres elementos nos sirven para tocar tanto el apartado económico como sanitario. En el caso del Opus que más decir de ellos. Su fundador, Escriva de Balaguer, en unos de sus numerosos libros, señalaba que “las puertas del Opus Dei están abiertas de par en par para quienes se quieran marchar”. Sin embargo, en sus más de 90 años de historia, no se ha ido de Nafarroa. Una de dos, o las puertas de salida del Opus no están abiertas para nosotros o debe ser que no queremos irnos. No sólo eso, sino que durante todos estos años el Opus se ha ido convirtiendo en una institución cada vez más y más poderosa, siendo Nafarroa el epicentro de un poder que se extiende no solo más allá de las fronteras de la Comunidad Foral y Euskal Herria, sino que traspasa las fronteras estatales y europeas. Ese poder es visible de manera clara en dos ámbitos: educación y sanidad. No nos vamos a meter hoy a hablar de la influencia que ejerce en todo el sistema educativo, desde las escuelas hasta las Universidades, ya que eso nos daría para otro artículo, pero si que vamos a hacer mención a su influencia en la Sanidad. Si en Euskadi tenemos un modelo sanitario, el de Osakidetza, que ha sufrido privatizaciones en los últimos años de la mano del PNV, en Nafarroa hemos llegado a esta crisis con dos realidades absolutamente distintas, que no son otras que la de una sanidad pública que sufre muchas de las carencias que vemos en otros lugares del Estado, donde hay una falta absoluta de recursos sanitarios que han llevado al contagio de numerosos sanitarios, y la de la Sanidad Privada, dominada por Acunsa, empresa que gestiona seguros médicos vinculados al complejo de la Clínica Universitaria de Navarra. A través de esta empresa el Opus ha logrado a lo largo de su historia ingentes cantidades de dinero proveniente del erario público a través de acuerdos con distintos Gobiernos forales, bajo la excusa de hacerse cargo de los vacíos que deja el sistema y señalando que otorgan a Nafarroa un atractivo sin igual. En una situación como la que nos toca vivir, donde Nafarroa ha llegado a ser una de las Comunidades que más presión ha sufrido, con un porcentaje de afectados respecto a su población muy superior a la media, cabría pensar que el Opus habría hecho honor a las enseñanzas cristianas de “amor al projimo”. Sin embargo, para sorpresa o no de algunos, no ha sido así. Con unas UCIs saturadas, con los hospitales públicos con necesidad de tener más camas, el Opus ha tenido ocupadas estos días un total de 100 camas (que podemos imaginar que han sido del señor Sarria y sus colegas), con la mayoría de sus UCIs vacías (siendo estas más numerosas y modernas de las que hay en los hospitales públicos). Sólo ante la llamada de auxilio del Gobierno ha aceptado acoger unos pocos pacientes más. Uno de los médicos cubanos que han ido a prestar ayuda a Italia estos días (ayuda que el Gobierno español ha decidido no aceptar en un ejemplo claro de miedo mediático), señalaba hace unos días en la Cadena Ser, ante el asombro de los periodistas que le entrevistaban, que “la solidaridad no es dar lo que te sobra, es compartir lo que tienes”. Está claro que, al igual que la Cadena Ser, eso es algo que no se entiende en el Opus. Visto está que, por mucha parafernalia católica que intentan meternos, donde las palabras “ayuda” y “solidaridad” tienden a tener una gran importancia, el Opus piensa más en el dinero que en ayudar a los hijos de Dios. Nunca han dejado de ser tecnócratas al servicio del Régimen, tanto en el franquismo como en la actualidad (véase esto como muestra de lo que fue la transición). Sino que nos expliquen por qué ante la mayor crisis sanitaria que hemos conocido no se han dignado a abrir un edificio vacío de 9 plantas que construyeron hace unos años en Iruñea. Teniendo un hospital construido, no olvidemos eso sí, que el Gobierno de Nafarroa PSN-Geroa Bai (PNV) ha preferido medicalizar hoteles de malas maneras, no vaya ser que el Opus les vaya a dejar de prestar atención médica a sus dirigentes. Por mucho que cambiemos de UPN a Geroa Bai o PSN el poder del Opus Dei y sus filiales siempre esta presente. Además este, a diferencia de lo que ocurre con el PNV, no sufre descrédito político y campa a sus anchas sin importarle quien ostente la Presidencia. Eso le lleva a tener un poder en ocasiones superior al que nos podemos encontrar en otros lugares, apoyado en la influencia que hemos señalado.

El siguiente elemento de nuestra lista es la Volkswagen. La mayor empresa ubicada en Nafarroa llegó a un acuerdo al inició de la crisis con los sindicatos para aplicar un ERTE a 5000 trabajadores, prácticamente el total de su plantilla. La cuestión ahora está en ver cómo será el día después del fin de la crisis sanitaria. La situación del sector automovilístico ya era mala y esto puede ser la puntilla. La crisis económica es probable que lleve a que el consumo en las familias se vea drásticamente reducido, tanto por el hecho objetivo de una caída de los ingresos, como por la incertidumbre que conducirá a una contención del gasto, limitándose al consumo de bienes salariales básicos donde no se encuentra el comprarse un nuevo coche (los keynesianos nos hablarían aquí de la famosa “paradoja del ahorro”). En ese sentido queremos recordar que la Volkswagen ya quiso, hace relativamente poco, que el Gobierno de Navarra le pagase con dinero público la renovación de su plantilla, sustituyendo a los trabajadores de más de 50 años con sueldos más altos por jóvenes con sueldos de la parte baja de su tabla de salarios, ahorrándose las indemnizaciones de las prejubilaciones, cargándoselas al Gobierno bajo extorsión de marcharse fuera para disminuir costes (la típica estrategia empresarial modelo TRW anunciando su marcha a Polonia y amenazando con dejar en la calle a 400 personas, con las consecuencias sociales que supondría). En este caso hablamos de más de 5000 personas, por lo que el poder de coacción que ejerce esta empresa en Nafarroa es muchísimo mayor, siendo un elemento central en las previsiones económicas que hace cada año el Gobierno. Bajo esta coacción llevan años logrando suculentas subvenciones económicas que no hacen más que atrasar la quiebra de su sector que si bien soportó la crisis de 2008, tendrá más problemas en esta ocasión. La Volkswagen sabe de las consecuencias sociales que tendría dejar en la calle a tantos trabajadores, por lo que todas las administraciones han sucumbido a sus exigencias, siendo una empresa muy poco viable que logra unos altos niveles de plusvalía en nuestra Comunidad no por su éxito empresarial sino por su poder sobre los sucesivos Gobiernos. El gobierno actual tendrá por tanto, ante una situación como la que se nos presenta, la disyuntiva de continuar subvencionando sin retorno a la Volkswagen o prepararse ante un más que posible ERE (sin T) que tendría un impacto social en nuestra Comunidad mayor que cualquier otro hecho acaecido en la crisis de 2008. Tal vez ese fuese el motivo por el que la Presidenta María Chivite pidiese “mayor flexibilidad para aplicar el cese de la actividad” (un mensaje muy similar al lanzado desde Sabin Etxea). Ante la última prórroga del estado de alarma propuso que Nafarroa fuese “una comunidad piloto” en salir del estado de alarma, aunque finalmente se retractó en pocas horas, quien sabe si aconsejado por un José Antonio Sarria ya recuperado. Como vemos ninguna salida que no implique una alteración de la correlación de fuerzas será positiva para la clase trabajadora de Nafarroa, por lo tanto será más vital que nunca nuestro papel como militantes en los centros de trabajo.

El último elemento de la triada es el Diario de Navarra. Este periódico, uno de los más antiguos de todo el Estado junto al ABC, conocido por su entusiasmo ante el Golpe de Estado del 36, ha decidido mantener la clásica posición moderada que le ha caracterizado los últimos años a la espera de nuevos acontecimientos. A diferencia de la derecha mediática del resto del Estado, que practica una oposición sin descanso, el Diario de Navarra prefiere mantenerse cauto a la espera del momento ideal para dar el golpe definitivo que ayude a nuestro querido Sarria. No olvidemos que a través de esta táctica han conseguido tumbar incluso a Gobiernos forales, como en el caso del tripartido liderado por Urralburu. Sin embargo eso no le quita de ir ubicando, de una manera mucho más sutil, mensajes de cara al futuro. Es por ello que quienes leemos asiduamente este periódico, no por simpatía, sino más bien por conocer al enemigo, nos hemos percatado de que van metiendo de una manera muy sutil, mensajes que tienen que ver con el “sacrificio”, en algo así como una reedición del “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” que tanto escuchábamos en 2008. Es por ello que en sus últimas editoriales vienen apuntando que algunas de las medidas del Gobierno, como la prohibición de que se despida en los próximos meses por razones vinculadas a la crisis sanitaria, van a provocar una destrucción de empleo. Como buenos voceros del capital prefieren que sean los empresarios quienes tengan la “sartén por el mango”, y como buenos voceros del capital dan voz a los representantes de la Volkswagen en Nafarroa para que amenacen con marcharse definitivamente de nuestra Comunidad (llevan como mínimo desde 2002 diciéndolo) exigiendo nuevas subvenciones, incluso aunque eso suponga saltarse las normas decretadas desde el Gobierno central. Sabemos que poco importan a la Volkswagen las leyes, ya que han sido condenados varias veces, incluso en ocasiones, como en 2002, por subvenciones del Gobierno de Navarra que se saltaban las directrices comunitarias de la UE. En definitiva, tal y como a hecho siempre, el Diario de Navarra sigue con un papel de dar soporte mediático a los intereses del capital presente en nuestra Comunidad, aunque eso pueda suponer un empobrecimiento nunca antes visto en Nafarroa, con un sector agroalimentario muy potente a nivel europeo pero que exige cambios para no verse abocados al desastre. Al respecto de esta cuestión, y siguiendo con los planteamientos presentados en nuestro artículo “La tierra para quien la trabaja, también en Navarra”, el mayor periódico de Nafarroa no ha dado voz en la cuestión del campo a nadie que no sea de UAGN. Parece ser que en ellos empieza y termina la agricultura en Nafarroa, cuando sabemos que son garantes de la burguesía, y no de una clase trabajadora a la que siempre han atacado cada vez que esta ha intentado emanciparse, ya sea a través de huelgas o aplicando el modelo de cooperativas.

En definitiva, por mucho que nos hayan vendido, tanto en la CAV como en Nafarroa, que nuestra situación es idílica (cuántas veces habremos escuchado aquello de que nos parecemos más a los países nórdicos que a los del sur de Europa), estamos ante una crisis que, vista la situación de sectores estratégicos de ambos lugares, como la construcción, la hostelería o el sector automovilístico, puede tener un impacto económico y social mayor que en 2008. Los intereses del capital, en el caso de Nafarroa, estarán defendidos por estas y otras instituciones (también partidos políticos como UPN o PSN) presentes en nuestra Comunidad, que intentarán alegrar a nuestro querido Sarria su despertar durante estos días. Por el contrario, seamos nosotros la pesadilla de quienes pretenden arrebatarnos los sueños.

Ardi latza, militante de Herri Gorri.

 

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