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Nacionales E.Herria :: 23/11/2019

… y el balón pinchado

Borroka Garaia
Lo cierto es que esta Eurocopa en Euskal Herria no deja de ser un macro-evento del capitalismo con apoyo de la burguesía autonomista local

En el verano del próximo año, el capitalismo europeo a petición del español tiene pensado realizar en Euskal Herria, y concretamente en San Mamés, unos cuantos partidos de la Eurocopa. Una Eurocopa donde participarán estados tan europeos como el genocida israelí o el no menos genocida turco. Hoy se confirmaba además que la selección española pretenderá jugar tres partidos en Bilbo. Ni que decir tiene que el hecho de celebrar parte de la Eurocopa en Euskal Herria, cuando a Euskal Herria se le niega la oficialidad de sus selecciones nacionales es precisamente por ello. Un nuevo acto de humillación para que los vasallos acepten su condición en este caso a base de pan y circo. Claro que cuando cada vez hay menos pan, no es tan fácil mantener el circo, por mucha falsa propaganda de oasis, normalidad, convivencia y paz que nos quieran meter por embudo.

Lo cierto es que esta Eurocopa en Euskal Herria no deja de ser un macro-evento del capitalismo con apoyo de la burguesía autonomista local de siempre (los amiguis del PNV entre otros) que hará caja y negocio para unos pocos y nos llenará todo de fascistas y policías, tanto monta, monta tanto, en un estado policial donde lo que manda es la precariedad y el interés de clase. De la suya claro. Una nueva pieza más en esa metrópoli del capital en la que quieren convertir Bilbo y por extensión a todo el pueblo trabajador vasco.

Como bien dicen algunas, detrás de sus luces brillantes, sonrisas falsas y eslóganes vacíos se encuentra la explotación de clase, precarización de nuestras vidas y la privatización y mercantilización de los espacios públicos. Por eso necesitan ahora al frente cultural de nuestra amada burguesía vasco-española,(que ya luego vendrán los zipaios con armas), como la de futbolistas multimillonarios pijos diciendo que “habrá cuatro que discrepen”, de esquirolas futbolistas hablando de que las “huelgas no consiguen nada”, o entrenadores referentes del batzoki de turno que les gustaría “que se aplauda mucho y apoye a españa”. Así funciona la jodida pasta.

Cuando llevas mucho tiempo tensando la cuerda, al final hasta te puedes acostumbrar. Pensar que puedes seguir haciéndolo indefinidamente sin consecuencias o que nunca acabará por romperse. Creyéndote hasta tu propia versión de lo que significa la normalidad. Pero nada es para siempre.

A veces, de un día a otro, va la cuerda y se rompe, y no sabes ni cómo o porqué. Eso ha pasado y está pasando en muchos lugares del mundo. Puede ser una casualidad, un hecho aparentemente sin demasiada importancia, una simple gota que ha caído pero que finalmente ha colmado el vaso. En la lucha de clases y de los pueblos no existe ningún hecho que caiga en saco roto o que desaparezca de la historia, tarde o temprano sale a flote, y a veces ante la sorpresa de propios y extraños con una inusitada virulencia.

Quizás nunca se imaginarían que un nuevo acto de humillación contra la clase trabajadora vasca con la excusa del fútbol pudiera convertirse en un cristo que además lo viera todo el mundo mundial. Nunca se sabe.. torres más altas han caído, y los tiros a veces salen por la culata. A ver si al final no va a jugar nadie porque se rompe la baraja.

 

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