Los homenajes a las víctimas del Franquismo no son sino un mero ataque a sus derechos.

El pasado 4 de diciembre la Diputación Foral de Araba con su Diputado General del PP al frente, realizó un homenaje a las víctimas del Franquismo en el herrialde vacío de todo contenido real y del carácter reparador para con las mismas, y que ha recibido ya la crítica de muchas de las propias víctimas.

Desde la Fundación Eusko Lurra que trabaja especialmente los temas relacionados con el Genocidio Franquista y el terrorismo de Estado, queremos hacer una valoración de estos hechos, que no por ser reiterativos deben de quedar como admisibles y normalizados.


Fundación Eusko Lurra * E.H

Recientemente la Diputación Foral de Araba gobernada por el PP, ha realizado un homenaje, un autolavado de cara, a las víctimas del Franquismo en el herrialde, en el marco del más que polémico monumento a las mismas, sito frente al Palacio Foral.

En el homenaje estuvieron representantes de todas las formaciones presentes en las Juntas Generales y el Ayuntamiento de Gasteiz y fue presidido por el Diputado General, Javier de Andrés, del Partido Popular. Miembro del partido fundado y presidido durante años por Manuel Fraga, Presidente de honor del mismo hasta su muerte y personaje siniestro que ocupó cargos de la máxima responsabilidad en el entramado del Estado Genocida y terrorista. Siendo responsable político directo de la muerte y sufrimiento de muchas de las víctimas que supuestamente se homenajeaban.

El de Fraga no es un caso aislado, el Partido Popular ha sido y es el refugio de miles de franquistas con diferentes grados de responsabilidad en los crímenes del Régimen y de sus herederos biológicos y políticos de toda índole.

El disparate sólo puede ser comprendido desde un concepto de memoria histórica que se disuelve como un azucarillo en un discurso buenista de “pobre gente”, “lo que sufrió”, “cosas del pasado”, y que huye de la realidad histórica de un genocidio y terrorismo de Estado que tuvo la impunidad (en contra de toda la jurisprudencia internacional) para constituirse ellos mismos (la derecha española) sin ningún tipo de depuración ni ruptura, los guardianes de las esencias del actual Estado Español.

En las recientes jornadas sobre la “Comisión de la Verdad de Euskal Herria” celebradas en el Martin Ugalde Kulturgunea de Andoain el pasado mes de Noviembre y Organizadas por la Plataforma “Lau Haizetara Gogoan” de la que nuestra fundación forma parte, quedó bien claro que la única reparación posible a las víctimas del Genocidio Franquista y del terrorismo de Estado pivotará sobre los ejes de la Justicia Internacional para estos casos, es decir; Verdad, Justicia y Reparación, incluidas las garantías de no Repetición, siendo en las actuales circunstancias una Comisión de la Verdad el único instrumento eficaz para avanzar en esta línea ante el bloqueo judicial nacido de la amnistía de 1977 y el atrincheramiento del Estado en ofrecer la total impunidad para estos crímenes.

Palabras como condena y repulsa en boca del Diputado General del PP no son sino juegos florales para justificar las paletadas de tierra que su partido arroja sobre la memoria y lo que es más grave, sobre los derechos inalienables de las víctimas. No dejan de ser sino meras opiniones (¿personales?) del señor De Andrés («la más enérgica repulsa y condena a la dictadura que, durante décadas, privó a la población española de sus derechos de ciudadanía y sumergió al país en sus años más oscuros».) mientras dirigentes de mucho mayor peso político y clara vocación y tradición franquista en su partido como el señor Mayor Oreja nos habla de los años de terror franquista como una época “de gran placidez social”.

Lo que en cualquier país democrático sería un delito, la negación de un genocidio, en el Reino de España es algo cotidiano, y lo que tampoco no podemos entender más allá de la buena voluntad y un profundo desconocimiento de la realidad en estos temas, es la presencia en el acto de Gasteiz de cargos electos de partidos de izquierda soberanista y federalista, dándole una legitimidad que no tiene, al ser un acto negador de los derechos de las propias víctimas por su propia configuración y discurso.

Mientras el PP y el PSOE sigan negando los derechos de las víctimas del Genocidio franquista y del terrorismo de Estado a acogerse a la legislación internacional en materia de Derechos Humanos, a la Verdad, la Justicia y la Reparación y a las Garantías de no Repetición, todo el resto serán paletadas de tierra sobre los sepulcros blanqueados. Que al menos no usen los nombres de nuestros familiares y compañeros de militancia para sus coreografías.