lahaine.org
Nacionales E.Herria :: 03/06/2011

25 años de la muerte de Kirruli en Herrera de la Mancha

La Haine - Euskal Herria
Estas líneas son un pequeño homenaje a un aita que se ha ido sin recibir ninguna explicación lógica de ningún responsable político de por qué Joseba murió en la cárcel

BIOGRAFIA

Joseba Asensio nació en Bilbo el 21 de abril de 1959. En estos años Bilbao era una ciudad que crecía de forma desmesurada en medio del caos urbanístico y la polución, con notables diferencias sociales. Sin embargo, Joseba siempre amó a su ciudad natal.En su familia convergían distintas procedencias e ideas. Como dice Begoña, su hermana mayor, “aunque en casa hubiera distintos modos de pensar, los cuatro hermanos coincidíamos en el caso del problema nacional. Nuestro padre estuvo exiliado en Gran Bretaña durante la guerra civil española. Cuando volvió a Bilbao se puso a trabajar en Firestone, y aquél fue su único oficio.

En cuanto a la forma de pensar, se enraizaron dos cuernos distintos en casa. Por un lado el abuelo, de Valladolid, un trabajador comunista llegado a Bilbao, prisionero en la posguerra. Por otro lado, la familia de la abuela, nacionalista y comerciantes autónomos.” Fue muy importante para Joseba la época de estudiante en el instituto de Txurdinaga. Según su madre ”Joseba siempre fue un niño muy dinámico. Fue partícipe de un grupo de Scouts con los que iba a todas partes. Cuando tenía 8 años se hizo miembro de una sociedad filatélica que estaba en General Concha. Estas aficiones le duraron hasta la juventud.

A partir de 1975 ofrecía todas sus horas a su compromiso político.”Sus compañeros de estudios recuerdan su época de esudiante cuando estaban comprometidos políticamente. “Cuando se formó IAM (Ikasle Abertzaleen Mugimendua) dejamos atrás ODEM. Joseba era de esos que hablaban en las reuniones, y que siempre protestaban en primera fila. También estuvo en EKT (Euskal Kultur Taldea).Los grupos se formaron en los centros de enseñanza, pero cuando llegó la Reforma, se incluyeron en EHAS, de donde surgió HASI”.Para entonces, Joseba llevaba un par de años aprendiendo euskera. Iba a una escuela nocturna y aprendía muy rápido. “En su proceso de euskaldunización”, dice un amigo,” se tragaba todos los escritos que llegaban a sus manos. Sucedía lo mismo cuando era material político. Los textos sobre historia de Euskal Herria, por ejemplo, duraban muy poco entre ss manos.El libro “Vasconia” de Krutwigse lo leyó en un momento también”.Al poco tiempo consiguió el título D de Euskaltzaindia, y de 1977 a 1979 enseñó euskera en la escuela nocturna de Sestao y también en la Escuela de Comercio y en AISS. Mientras, seguía perfeccionando la lengua, y cuando estuvo en prisión siguió estudiando con el propósito de conseguir el título EGA.

Los amigos tienen muchas anécdotas de Joseba para contar. A cueta de una de ellas se le puso el mote con el que sele llamaría durante muchos años. “En 1977 estábamos en Gasteiz. Era el último Aberri Eguna que el Gobierno Civil no autorizaba. Caía la nieve, y la capital de Araba estaba invadida por la policía. Joseba se acercó a uno de ellos con la intención de tirarle una bola de nieve, pero al darse cuenta de que otro le seguía por detrás, echó a correr. Fue vistosa la carrera de Joseba”. Su huída apareció al día siguiente en periódicos y televisiones. Desde entonces le llamaron “Olímpico” en Bilbao, y en la cárcel, en cambio, Joseba Aberri Eguna. “No sé de dónde sacó fuerzas aquel día, porque era débil y delgado”.En 1980 se frustró la militancia clandestina que llevaba desde 1978. Estuvo diez días incomunicado en la DGS de Madrid, en manos del policía “Billy el Niño”.

Como resumía el propio Asensio, “aquellos diez días fueron como estar en el infierno de verdad”.Entonces empezó su historia en las cárceles. Hizo seis huelgas de hambre. Se debilitó todo su cuerpo y su vista, y quedó sin capacidad para superar las enfermedades.Conoció las cárceles de Carabanchel, Burgos, Soria, Puerto de Santa María, Alcalá-Meco y Herrera de la Mancha en sucesivos traslados. “Era un preso más”, dice un amigo de Kirruli. “Abierto y hablador, había aprendido a vivir en la cárcel.

Era muy tranquilo; tal vez por eso se dormía todas las mañanas. Se matriculó en la Facultad de Periodismo de Leioa en la rama de euskera, y se lo tomó muy en serio. Leer y escribir eran sus quehaceres. Entre todas las lecturas prefería la narración. En cuanto a su relación con los otros presos, era provocador, le gustaba tomar el pelo a la gente. Charlar con él era muy agradable, lo pasábamos bien. Una vez, en el tercer módulo, los compañeros le regalaron un libro titulado “El derech a la pereza”. Kirruli agradeció mucho el regalo.Pero Kirruli era un luchador para el resto de los presos. “Aunque le quedaba poco tiempo para cumplir la condena,

Kirruli estaba en todas las salsas y conflictos. No le preocupaba el riesgo de que s se le alargara la condena. Allí andaba él, siempre preparado para la lucha.”En enero de 1982, despues de una huelga de hambre de 36 días, los médicos de Carabanchel le diagnosticaron una pleuritis. A pesar de que el médico que le trataba en el hospital intentó que permaneciera ingresado, Joseba fue sacado del hospital y tasladado a Puerto de Santa María. A partir de ahí, ningún reconocimiento médico para ver si su pleuritis había sanado. Ante cualquier recaída le daban jarabe y pastillas para la tos, sin ningún tipo de exámen.El 9 de junio de 1986 encontraron muerto a Joseba en su celda de Herrera de la Mancha.

Le mató la tuberculosis. “Estaba para terminar la condena de 9 años. Sospechaba que le iban a liberar en diciembre de ese mismo año. Pero no llegó. Con una simple radiografía podían haber detectado su enfermedad, pero sólo le daban vitaminas y pastillas para la gripe”, dice su hermana.

JOSEBA ASENSIO, Joseba Sarrionaindiaren poema bat

Registrándole, muerto,
sorprendiérole en su cuerpo
un gran cuerpo, para el alma
del mundo.
(César Vallejo)

Sekula hil behar ezbalitz bezala bizi ginen
Presa genuen estimatzen genuenaren alde bizitzeko:
Amodioa, borroka harmatua, libertatea, liburuak leitzea.
Eta agian ez genituen lerro guztiak ondo konprenitu.
Pasarte hau, adibidez, estimatzen genuenagatik hilgo ginela.
Hiltzeko gogorik gabe gorputzak jostailu gisa arriskatu genituen.
Beti, egunak beruna bezain astiro zihoaztenean ere, presa genuen
Estimatzen genuenaren alde burrukatzeko presa genuen,
Lurrak, berekoi, gu estimatzen ginduela jakin gabe
Lurrak ere presa zuela igarri gabe.

Joseba Sarrionanindia

(Vivíamos como si no hubiera que morir nunca.
Teníamos prisa por vivir en favor de aquéllo que estimábamos:
El amor, la lucha armada, la libertad, la lectura de libros.
Y tal vez no entendimos bien todas las líneas.
Este pasaje, por ejemplo, que moriríamos por aquéllo que estimábamos.
Sin ningún ánimo de morir, arriesgamos nuestros cuerpos como si fueran juguetes.
Hasta cuando los días transcurrían tan despacio como el plomo, siempre teníamos prisa.
Teníamos prisa por luchar por aquello que estimábamos,
Sin saber que la tierra, egoísta, también nos estimaba a nosotros,
Sin adivinar que la tierra también tenía prisa.)
«Kirruli» en el recuerdo, agur Alonso
Gotzon Amaro Lopez Bilbo

Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras. Entre esas imágenes hay algunas que por la crudeza del momento que retratan, se incrustan en nuestras memorias de tal forma que se vuelven imborrables.

Entre las muchas imágenes que retratan la reciente historia de nuestro pueblo hay dos; no las únicas, que por la rabia, impotencia e incomprensión que producen al observarlas a mí personalmente me crearon un impacto especial.

Son dos secuencias que transcurren en décadas diferentes pero que tienen grandes similitudes. Dos décadas, dos imágenes y dos cuerpos de policías «diferentes»? en una idéntica actuación.

La primera, cronológicamente la más cercana, tiene lugar en el año 1995 en el aeropuerto de Hondarribia. A la llegada de los restos de Lasa y Zabala la policía española carga brutalmente contra las personas que allí esperaban. Posteriormente la Ertzaintza es la encargada de secuestrar los cuerpos y de cargar en el cementerio contra los familiares.

Retrayéndonos más en el tiempo llegamos hasta la imagen que ha originado estas líneas. Es el año 1986. Transcurre por una céntrica calle de Bilbao. Familiares y amigos portan el cuerpo sin vida de Joseba Asensio, «Kirruli», preso político que fallecía en la prisión de Herrera de La Mancha a causa de la desatención médica a una grave enfermedad que padecía.

Había órdenes de cargar contra el féretro y la policía se empleaba a fondo contra las personas que estaban cometiendo el delito de llevar en sus hombros el cuerpo de Joseba. Los agentes de la policía española aporreaban de forma brutal a las personas que se protegían así mismas, pero que sobre todo defendían el féretro con las únicas armas de sus manos.

Estoy convencido de que cualquiera que haya visto estas imágenes se acordará de un hombre mayor, grande y robusto que cargado de la dignidad y fuerza de estar defendiendo nada menos que el cuerpo ya sin vida de su hijo paraba los porrazos con sus propias manos.

Se trataba del aita de Joseba; Alonso Asensio. Que seguramente sin ser consciente de ello se convertía en un ejemplo de dignidad.

Transcurridos mas de 21 años de estos sucesos, el aita de Kirruli, Alonso Asensio, moría el pasado día 25 en Bilbao. Un fallecimiento que ha pasado desapercibido. Como seguramente sería su deseo.
Y seguramente una de las razones por las que haya pasado más desapercibido era que ese día nuestra atención estaba en la muerte de Natividad Junko.

Una trágica casualidad ha hecho coincidir en el mismo día el fallecimiento de dos personas castigadas directamente por una política penitenciaria que no ha traído más que muerte y dolor para las personas encarceladas y para sus familiares y amigos.

Estas líneas pretenden ser un pequeño homenaje a un aita que se ha ido sin recibir ninguna explicación lógica de ningún responsable político de por qué Joseba murió en la cárcel.

Quieren ser un homenaje a la imagen de Alonso; a la de Nati y es a la vez un homenaje a otras miles de imágenes que inmortalizan a diario todos y cada una de los familiares de las y los represaliados políticos vascos.

Gotzon Amaro Lopez Bilbo

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal