La carpa del Hatortxu Rock se llenó de solidaridad en su 22º edición


El festival solidario con lxs represaliadxs políticxs vascxs celebró su 22ª edición en el recinto de Entrecementerios, en Atarrabia. Otro año más las entradas se agotaron semanas antes de la celebración del festival.
Además este año, la noche previa al festival la gigantesca carpa acogió también la despedida del grupo Vendetta, que ponia fin a sus 10 años de andadura musical. Entre gran afluencia de público, sobre todo de los más jóvenes, los navarros despidieron su carrera con un extenso y animado concierto.
El sábado, los conciertos arrancaron a las 16:30, con Mc Onak, tras ellos Kaleko Urdangak. Pasadas las 6 y media de la tarde daba comienzo el sonido rock-pop de Belako.
Llegó entonces el turno de lxs valencianxs Mafalda, con sus ritmos bailables y su mensaje feminista,
La velada solidaria continúa con lxs valencianxs Mafalda y su mensaje feminista #HatortxuRock2018 pic.twitter.com/CYuF7HbwIz
— La Haine (@LaHaineInfo) 29 de diciembre de 2018
Y tras ellxs tuvo lugar un ekitaldi donde se recordó a lxs represaliadxs políticxs vascxs, y se denunció la dispersión y la legislación penitenciaria. El ekitaldi finalizó con una versión en acústico de "Duintasunez Eutsi" de Des-Kontrol, dando paso a uno de los conciertos más esperados de la noche. Y es que los de Arrasate hicieron honor a su nombre revolucionando la carpa con sus ritmos Punk y Oi!.
Finalizada ya la actuación de los de Arrasate, tomaron el relevo lxs suecxs The Baboon Show, con un toda una descarga de Rock que sorprendió a más de un@. Para muchxs la actuación de la formación sueca fue la revelación de la noche.
Al finalizar los suecos llegó otro de los conciertos más esperados, el de los madrileños Non Servium, veteranos ya en Hatortxu Rock, y que no dejaron a nadie indiferente con su potente sonido.
Las actuaciones siguieron con l@s italian@s Talco y sus ritmos Ska-Punk, lxs valencianxs Auxili, y la despedida de Zartako K, tras su carrera musical de 10 años. Iruñerria Jamaika Clash puso fin a una velada rebosante de solidaridad.