El Nacionalismo Bueno y el Nacionalismo Malo

Se dice, demasiado habitualmente, que los vascos son racistas, burros, que no aceptan a los maquetos etc…
En mis visitas a Euskal Herria, que no han sido pocas, y con diferentes personas de distintos ámbitos, he visto un pueblo amable, hospitalario, con mucha personalidad. Nunca me han tratado peor por ser de fuera, todo lo contrario. Ni mucho menos se les ha pasado por la cabeza cambiarme el nombre.

A Jon le cambiaron el nombre de la noche a la mañana, y no pudo hacer nada, el santo ejercito y sus santas jerarquías habían decidido como se llamaba. Era algo así como un (re)bautizo por lo militar, pero ya bien entrado en años.

Lo que le paso Jon Kepa es algo extensible de lo que le pasa al Gobierno español con el nacionalismo y el independentismo. A estos, no los reconocen, ni ética ni ahora tampoco legalmente, y les rebautizan con la misma impunidad que a Jon. En este caso les ponen por nombre terrorismo.

El caso es que no sé por qué tiene que ver necesariamente una cosa con la otra. Los que afirman con firmeza que el independentismo vive del terror son los mismos que meten miedo a la sociedad desde sus Medios de Información, que son casi todos. Así se trazan reglas de tres estúpidas: si IU habla con Batasuna son terroristas; si el PSOE pacta con Ezquerra Republicana, (porque así lo han dictaminado las urnas) son una amenaza para toda la sociedad. Los que dicen defender las reglas del juego son los mismos que las incumplen sistemáticamente, los que dicen ser los defensores de la constitución, hacen que sea papel mojado. No son capaces ni de cumplir las leyes que ellos crean.

Parece ser que hay un nacionalismo bueno y otro malo. El catalán y, especialmente el vasco, están muy mal vistos y, además, dicen los gladiadores de la libertad que está pasado de moda. Sin embargo el nacionalismo español, el de una grande y libre, vuelve a estar bien visto, parece que se lleva.

Las teles del poder (que son todas) utilizan la palabra “entorno” para apuntar contra lo que quieren eliminar. Dice el diccionario que el entorno es el ambiente, lo que rodea.
Hace años el entorno de ETA era Batasuna, luego fueron las asociaciones de presos, de derechos humanos…., los comunistas y los anarquistas parece que también están en el “entorno”, y si llevas greñas o pendientes pues también tienes cabida en él.
El Egunkaria estaba en el “entorno”, todo su delito fue el ser un diario vasco que escribía en euskera. El “entorno” cada vez es mas grande, es como un pozo sin fondo, donde cabe toda forma de disidencia.

Yo soy de una ciudad chiquita, y hablo y escribo desde el corazón y la libertad de expresión (que esta en peligro de extinción). Sueño con ser maestro, estudio para ello, para participar en la creación de mentes vivas, abiertas, que luchen contra los prejuicios de por vida.
Algunas personas, tras leer esto, ya me habrán metido en el “entorno”, vaya mala pata.

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