Euskal Herria: ¿Intensificar el conflicto en las calles para presionar una tregua del gobierno?

En La Haine he visto últimamente varios artículos subrayando que el gobierno no tiene la menor intención de trabajar por la paz. A lo sumo, el PSOE tiene la intención de mover las fichas necesarias que le permitan ganar las próximas elecciones. Pero eso no tiene nada que ver con la paz.

Los aparatos represivo y mediático se desenvuelven con total impunidad. Un juez de la Audiencia Nacional dicta prisión contra el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, por ni más ni menos que un delito de integración en ETA en grado de dirigente. Por su parte el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, aseguró esta mañana, en referencia a la encarcelación de Otegi que, desde el punto de vista de la Justicia, "si ETA sigue actuando, no hay razón para que el Estado de Derecho no actúe de acuerdo con criterios de firmeza y energía". O lo que es lo mismo: si ETA no abandona las armas, encarcelamos a sus dirigentes... La lógica es extremadamente ridícula porque ni Otegi es dirigente de ETA ni el gobierno ha dado pasos concretos para abrir un proceso de paz con un mínimo de seriedad. Sin embargo ahi queda eso, la maniobra mediática se repite sin variación alguna.

Desde la izquierda independentista, el co-portavoz de Batasuna Joseba Permach afirmó hoy que el PSOE deberá dar respuesta al encarcelamiento del líder abertzale, "la persona más referencial y el interlocutor máximo de Batasuna". "La decisión [de encarcelar a Otegi] posiblemente estaba tomada desde hace días y entraba dentro de las posibilidades" porque había un "ambiente diferente" entre el PP y el PSOE con un menor enfrentamiento en cuanto a la política de pacificación, manifestó.

El gobierno pretende actuar desde una posición de fortaleza. Diálogo sí, pero ilegalizo vuestro movimiento político, torturo a vuestros militantes y encarcelo a vuestros dirigentes antes de sentarme a la mesa de negociación.

ETA enfrenta esta situación de estancamiento impuesto, ante las caras perplejas de periodistas y ciudadanos de a pié, con la explosión de un coche-bomba que ayer se produjo frente al Edificio Aragón de Madrid, que alberga concesionarios de automóviles de las marcas Opel y Land Rover, así como sedes de la empresa de telemarketing Bouncopy, de Citibank y de Unisono Soluciones. Que nadie ponga cara de sorpresa, aquí no existe la voluntad real del gobierno de buscar la paz dentro de un marco mínimamente razonable de respeto a la voluntad del pueblo vasco. Lo que manda en la mesa de negociación es la economía, no la cultura ni los derechos sociales, por tanto pensar en un diálogo de igual a igual con el poder político, económico y militar no parece tener consistencia por el momento.

En este sentido, Gara ya confirma que el encarcelamiento de Otegi "no es un movimiento de ficha más en el tablero de ajedrez. Esto se asemeja demasiado a romper el tablero y lanzarlo por la ventana". El gobierno dice que o la izquierda abertzale se arrodilla ante mi o se rompe la baraja. O gano yo o me llevo el balón, que para eso es mío.

¿Qué alternativa nos queda a los movimientos sociales? ¿Nos dejan algún espacio "democrático" para expresar nuestras opiniones? ¿Podemos esperar que los pedidos de firmas, los comunicados o las declaraciones a la prensa cambien en algo la situación? ¿Vamos a creer, después de esto, que los partidos políticos están dispuestos a negociar en igualdad de condiciones? ¿Nos dejan algún espacio de expresión que no sea la calle?

Me temo que lo que ahora nos toca es protestar, confrontar la injusticia, no pedir sino presionar una tregua por parte del gobierno. Utilizar nuestros propios medios de presión, los únicos que el sistema no soporta. El PSOE se está preparando para aguantar el chaparrón que le viene porque si algo está claro aquí es que Otegi no es un lidercillo que nunca se ha dejado ver por la calle. Los líderes, en general, no son santo de mi devoción, pero un responsable político como Otegi merece mis respetos, que se ha ganado poniendo el cuerpo en la calle.