Euskal Herria: Somos alimañas

En eso nos han transformado una vez más. En alimañas, y el sábado 13 cazaron a una; unos sabuesos españoles mataron como a una alimaña, a tiros y puñaladas, a Angel Berrueta íy luego han corrido para que los suyos les protejan y, más tarde o mas temprano, les premien debidamenteí. Previamente numerosos presos habían sido amenazados, apaleados y atacados en las cárceles.

Poco o nada tenemos que decir a los fascistas de PPSOE sobre este suceso, pero sí tenemos mucho que decir a quienes dicen no compartir la estrategia del Estado español pero han participado en la labor de criminalizar, de convertir en alimañas a la izquierda abertzale. Nos referimos a gente como Ibarretxe, Errazti, Madrazo, Patxi Zabaleta, Milagros Rubio, Atxaga, Jonan Fernández, Ramón Zallo, Richard Irazusta y muchos más, y a los partidos y grupos de los que son parte.

Todos, cada cual con sus tonos y matices, interpretasteis la partitura que el fascismo español había diseñado. No os engañaron, os interesaba ese guión. El jueves 11 a primera hora fue vuestro maestro de ceremonias, Ibarretxe, el que adelantándose a los genocidas del PPSOE, dio el pistoletazo de salida. Luego, os lanzasteis como galgos a la caza del botín. Desoísteis las llamadas a la responsabilidad de la izquierda abertzale e hicisteis lo que el fascismo español necesitaba de vosotros; allanar el camino. Faltaban tres días para las elecciones españolas y olíais el rastro del voto, pero sobre todo, está vez podía ser la ocasión de oro definitiva para acabar de una vez con las alimañas; ver su piel arrancada, su cuerpo colgado en la horca. Soñabais con una nueva batida masiva contra la izquierda abertzale como la de julio del 97, el verano de Ermua, pero esta vez sería la definitiva. Os apresurasteis a ponernos la soga al cuello y esperar a que viniera el cacique del pueblo a dar una patada a la silla sobre la que nos sujetamos. Luego, ya os acercaríais a dar el pésame y ver qué podíais sacar del bolsillo del cadáver, tal vez quitarle el reloj o la cartera, las botas o conseguir un trozo de piel de la alimaña. Todo os vale. El jueves, en nuestros puestos de trabajo, en nuestros lugares de estudio, en los barrios... contemplábamos cómo iba tomando cuerpo el pogromo que se estaba organizando.... y vosotros señalándonos con el dedo. Sólo el que el PP no consiguiera ocultar la información el tiempo suficiente nos libró de la que nos estaban/estabais preparando.

Pero por una vez tanto oportunismo os salió mal; el rastro que seguisteis era el equivocado y vuestra frustración fue tan grande como la de los cazadores españoles. ¡Tendréis que esperar otra ocasión para la batida final! Aunque ha servido para algo; numerosos presos curan sus heridas y desde el sábado 13 somos una alimaña menos. Y a pesar de que no tenéis todo el mérito, sí que os corresponde una parte alícuota del honor, ya que sin vuestro apoyo esto no hubiera sido posible.

Lo que no se os puede negar es coherencia en la miseria política. Cuando las alimañas fuimos ilegalizadas os apresurasteis a clausurar nuestras madrigueras, prohibir y machacar nuestras manifestaciones. También aprovechasteis la violencia fascista para engordar vuestras bolsas electorales y aumentar el número de poltronas. El 25-M del 2003 fue toda una lección de lo que entendéis por hacer «política de verdad» y una clase magistral sobre lo que algunos entienden por desobediencia civil. El 11-M de este año os habéis vuelto a superar. Esta vez se trataba de aprovechar la cacería fascista hasta sus últimas consecuencias. ¡Vuestra gran oportunidad, vuestro chollo! Y nos volvisteis a señalar. Batasuna, Otegi... la izquierda abertzale en general tenía que salir al estrado y responder por lo ocurrido en Madrid, nos emplazasteis insistentemente para que diéramos explicaciones, condenáramos... Acabasteis manifestándoos junto a los responsables del genocidio iraquí y nuestra ilegalización detrás de una pancarta a favor de la Constitución. Y así, en Iruñea ha pasado lo que tantas veces os hemos advertido que podía pasar. Y después lo más repulsivo: sin autocríticas ni disculpas; donde dije digo, digo diego y la culpa es, como siempre, de un tercero; del PP o de la izquierda abertzale. Y nos enviáis vuestras condolencias y condenas: aplicación práctica de vuestra elegante ética putrefacta.

Luego, lo de siempre. Las alimañas no podemos homenajear a nuestros muertos públicamente, nuestro dolor es ofensivo y nuestros cadáveres de segunda clase. Los familiares, amigos y compañeros de nuestras víctimas no recibimos condolencias oficiales, sí tal vez porrazos, tiros, denuncias y multas. Y eso, cuando los cuerpos no son secuestrados por canes diversos, entre los que destacan por su contundencia y asiduidad los podencos autóctonos que dirigen los partidos de Ibarretxe, Errazti y Madrazo.

¿Nos volveréis, Atxaga, Lertxundi y demás supuestos equidistantes ilustrados, a sermonear sobre la estúpida radicalidad de las alimañas banderizas de la izquierda abertzale? ¿Nos volve- rás, Bikila, a aleccionar con tus elogios a la autocrítica ajena y lo grandes que son las vigas que obstaculizan nuestra visión política? Patxi Zabaleta, ¿nos volverás a descubrir que la alternativa a la lucha armada es eso que en Aralar llamáis «hacer política de verdad»? Y tú, Begoña Errazti, ¿nos deleitarás otra vez con las maravillas de vuestro posibilismo soberanista? ¿Nos volve- reis a señalar cuando haya un nuevo cadáver sobre la mesa? Por supuesto que sí; en cuanto vuestros intereses partidistas lo necesiten lo volveréis a hacer, no lo podéis evitar. Vuestras corrompidas moral y ética son de goma y os da para eso y para más.

Tiene suerte la izquierda abertzale de que quienes firman este artículo no tengan responsabilidades decisorias; la rabia que sentíamos desde el 25-M del 2003 se ha transformado en odio a partir del pasado día 11. Después de presenciar cómo intentabais sacar réditos de una masacre y del posible aniquilamiento de la izquierda abertzale, ahora ver las caras de vuestros portavoces públicos produce en nosotros un deseo ardiente de buscar la hora del desquite. Aunque sabemos que es imposible que esa hora llegue. Sabemos perfectamente que sois necesarios para esa Euskal Herria libre, soberana y justa por la que luchamos. Es nuestra tragedia. Para nuestro proyecto sois necesarios, en cambio nosotros para el vuestro no; realmente os estorbamos. No nos necesitáis para convivir plácidamente en España y gestionar las migajas institucionales que os dejen los españoles fascistas puros o socialfascistas; necesitáis, todos, como sea y al precio que sea, quitaros esa piedra en el zapato que es la izquierda abertzale y para eso os valéis de las herramientas que el fascismo español pone en vuestras manos. Si vuelve a llegar un momento como el de Lizarra-Garazi, a las alimañas que firmamos este artículo nos queda la duda personal de si tendremos sufi- ciente estómago como para soportar el hedor de vuestra compañía.

(P.D: Es domingo, y nos acabamos de enterar de que vosotros solitos os habéis cobrado otra pieza en Hernani. ¿Cómo definís a Kontxi Sanchiz, como alimaña o, como llaman vuestros podencos a los manifestantes abertzales, como «ciervo», es decir, caza mayor?).