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Nacionales E.Herria :: 16/04/2020

[Cast/Eusk] La mejor forma de hacer frente a la represión es la lucha ideológica en todos sus planos

Andoni Baserrigorri / Sendoa Jurado
Conversación con Sendoa Jurado, portavoz del Movimiento por la Amnistia y contra la represión, comentándonos como viven l@s pres@s este tiempo de pandemia

Castellano

Sendoa Jurado, aparte de ser portavoz del Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión, debo decir que es paisano mío. Él y yo somos barakaldarrak, venimos de un pueblo de tradición obrera, luchadora y que ha aportado mucha gente en las diferentes peleas.

Consecuencia de ello, es que es un pueblo que ha conocido la represión como pocos. Ya en los oscuros años del franquismo los fascistas españoles encarcelaron, y torturaron a numerosos paisanos por participar en huelgas, movilizaciones… Después del franquismo y tras la falsa transición, nuestro pueblo vio cómo algunos de sus mejores hijos e hijas sufrieron de nuevo detenciones, torturas y muchas y muchos de ellos exilio y cárcel.

Existen en nuestro país determinados pueblos “míticos” que la imaginación popular se imaginaba en los 80 y 90, poco menos que en “pie de guerra”, pero lo cierto es que Barakaldo ha dado un altísimo numero de personas que han sufrido la represión española y francesa.
Tras esta entrada, quizás un poco “chovinista” reivindicando a nuestro Barakaldo (creo que es la primera vez que entrevisto a un paisano…) y yendo a lo que nos movía a entrevistar a Sendoa, en estos tiempos de Coronavirus, está la situación de los presos. Las cárceles son un lugar inhóspito, estos días más aún. Nos preocupan las presas, los presos y de eso vamos a charlar con Sendoa.

 Sendoa, eskerrik asko por dedicarme un rato, el tema tiene la suficiente importancia para hablar de ello. Estamos ante un panorama desolador, confinados en casa… los presos y presas peor en las cárceles españolas y francesas, agravándose su situación carcelaria. La primera pregunta es obligada. ¿Se sabe cuál es la actual situación de los presos en estas condiciones?

Eskerrik asko zuri hitza emateagatik. Nuestro movimiento hace un seguimiento habitual bastante exhaustivo sobre la situación de las cárceles porque es, junto con la línea antirrepresiva, la otra línea política sobre la que trabajamos. Las vías de comunicación que mantenemos con el interior de las cárceles son las que nos abren los presos y presas políticas a las que asistimos, ya que mantenemos un contacto constante, así como las que nos abren otros presos y presas a las que no asistimos pero con las que también mantenemos contacto. También recopilamos información que facilitan otras organizaciones de Euskal Herria, del Estado español y del Estado francés.

La situación en las cárceles en estos momentos es aún peor de lo que es habitualmente,  y ya es decir. A la desasitencia médica de siempre se le suma un virus desconocido hasta ahora. Un virus para el que nos recomiendan mantener una distancia y medidas de higiene que la cárcel dificulta. Paradójicamente, los presos que viven en aislamiento tienen un menor riesgo de contagio, aunque triste consuelo para estas personas, que ya sin virus viven en una situación que genera profundas heridas psicológicas. 

El encierro prolongado afecta negativamente al sistema inmunológico, el estrés y la ansiedad también. Muchos presos tienen enfermedades crónicas y son inmunodeprimidos, y antes del coronavirus se les ponían todas las trabas del mundo para ser tratados. La salidas a los hospitales se retrasan constantemente, a veces años, y los médicos que tienen que atender en las cárceles están en un número muy inferior a lo necesario. Hay casos en los que no hay ni médico, como es el caso de Sevilla II, donde están sin médico desde el verano de 2019.

No hay actividades de ningún tipo, por lo que a los presos se les condena a no tener prácticamente nada que hacer. Y además los carceleros, en muchos casos, no toman las medidas necesarias para no contagiar a los presos. Ellos son los únicos que pueden meter el virus desde la calle, pero una vez dentro, en un espacio cerrado y hacinado, el virus se podría propagar con mucha facilidad. 

   Sabemos que desde hace un mes no reciben visitas. ¿Que comunicación tienen las familias con ellas y ellos? ¿Podrías hablarnos del estado de animo tanto de familias como de prisioneros?

Tanto en el Estado francés como en el Estado español se ha suspendido todo tipo de visita en locutorio. Antes de entrar en el tema de las comunicaciones con las familias, me gustaría hacer un apunte que tiene que ver con las comunicaciones. En las cárceles españolas no pueden entrar ni los abogados, y en las francesas solo pueden acceder en casos de gravedad, aunque no se determina qué casos consideran de gravedad. Esto deja a presos y presas en una situación de indefensión absoluta, que solo podrán mantener comunicación telefónica con ellos.

En cuanto a las familias, en las cárceles españolas la comunicación puede ser telefónica y por correo. Hasta ahora los presos políticos podían hacer ocho llamadas a la semana (frente a las 10 de los presos sociales, salvo los que están en régimen FIES), de 8 minutos cada una. Ahora les permiten hacer 12 para compensar, y en algunos casos han podido realizar una videollamada de 10 minutos. En cuanto a las cartas, pasan de poder enviar dos semanales a no tener límite, y de tardar un mes en llegar (al estar en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento las retienen a menudo un mes, aunque legalmente solo pueden retenerlas 15 días) a llegar sin retenerlas, aunque lo de las cartas parece que queda a criterio de cada cárcel.

En algunas cárceles de cumplimiento francesas, en las que no hay límite de llamadas siempre que las pagues, caro por cierto, les han cargado 20 euros de teléfono en marzo y 40 en abril. Los horarios más restrictivos impuestos a raíz del coronavirus, hacen que se tengan que organizar para llamar. En cuanto a las cartas no hay restricciones.

En cualquier caso, la situación ha acarreado que los presos y las presas estén más aisladas de su entorno y también entre sí. Aislar al preso es una de las formas más eficaces para anular su voluntad, para dejarle indefenso y para tratar de someterle. Se envía a miles de trabajadores a producir, se permite a gente que participa en programas de la telebasura que se junte para que hacer debates sin ninguna otra sustancia que no sea la de agilipollar al pueblo, pero se impide que se hagan visitas con cristal, ni siquiera a los abogados.

Respondiendo a la segunda de las cuestiones, sobre el estado de ánimo de familiares y presos, hay que suponer que cada persona lo vivirá de una manera diferente, como viven de forma diferente la condena, pero está claro que esto no lo mejora. Creo que hay dos palabras que sí deben ser comunes para todas las familias: preocupación e incertidumbre. Preocupación porque sabemos que los diferentes factores de la cárcel convierten las enfermedades en un problema mucho mayor, e incertidumbre por no saber hasta cuándo se va a alargar esta situación, ni si una vez pasada se volverá a repetir.    

Existen varias denuncias de colectivos en el sentido de que los carceleros no cumplen con las medidas para evitar que los presos puedan contagiarse del Coronavirus ¿Qué nos puedes decir de ello?

Estamos de acuerdo con esas denuncias. Es algo evidente que cuando se trata de presos la prioridad nunca es la salud, ya que al fin y al cabo lo que se pretende es castigar. Ni reinserción ni milongas por el estilo. Por eso queremos ir más allá de lo que supone la crítica a la gestión de las cárceles. No nos queremos quedar ahí y queremos explicar cual es su función.

En más de una ocasión hemos explicado que las cárceles son el cubo de la basura de este sistema. La cárcel no se creó como herramienta para dar respuesta a la delincuencia, sino como medida para sacar de la calle a grupos de populación considerados contrarios al orden social, ligados directamente a la pobreza. Y evidentemente, también para borrar de la faz de la tierra a los militantes políticos que se revelan contra las injusticias y luchan por cambiar el orden establecido.

Es fácil de entender, por tanto, que si para el sistema capitalista la cárcel es el cubo de la basura, tratará a los presos y las presas como basura. Es la única manera en la que se puede explicar que en una situación como esta sigan manteniendo en prisión a los enfermos, los preventivos etcétera. La cárcel es un elemento a destruir.

Ante este panorama y en la situación de confinamientos en nuestros domicilios ¿Qué podemos hacer las personas que nos sentimos solidarias ante la represión?

Como estamos viendo, la represión requiere de dos cosas: una, los represores, que van desde los policías hasta los jueces, pasando por periodistas del sistema, partidos políticos, carceleros y, en muchos casos, abogados y médicos que no cumplen con el código deontológico, y que lo que hacen es, con su presencia, dar una imagen de garantías que en realidad no son tal, porque se dedican a lo contrario de lo que se supone. Se dedican a ser el disfraz de benefactor de un sistema que en realidad es salvaje.

Es decir, que cuando un médico en prisión le dice al preso que no va a mandar que le realicen determinadas pruebas médicas porque la cárcel quiere evitar su salida al hospital, porque le considera preso de Especial Seguimiento, y el médico antepone ese criterio carcelario ante el criterio profesional, está colaborando con la represión y le está dando carácter de legalidad a esta negación de un derecho básico como es el de la salud.
La segunda de las cosas que requiere la represión, es la aceptación social. Para ello se antepone la seguridad a la libertad, determinando la oligarquía, siempre, qué es lo seguro y qué no. Para ello se crean alarmas sociales, con más o menos sentido, pero siempre dirigidas a beneficiar a los intereses de unos pocos. Por eso no nos dejan salir de casa para reivindicar derechos, pero sí para hacinarnos en el transporte público de camino al puesto de trabajo; no nos dejan despedir a los enfermos que van a morir, pero sí ir a producir o a limpiar las casas de los ricos.

Como te decía, la represión requiere aceptación social, y se fomenta la existencia de la policía de balcón. Nos dicen a quién aplaudir, e incluyen en los aplausos a las fuerzas represivas. En ocasiones, las mismas personas que aplauden por el balcón increpan a la gente que va por la calle, sin importarles si vienen de trabajar, si tienen enfermedades por las que les conviene pasear, o cualquier otra circunstancia. Vemos a vecinos poniendo carteles pidiendo a personas que trabajan en los hospitales o las residencias, que no vuelvan a casa porque les pueden contagiar. En este contexto se está fomentando una falsa solidaridad basada en el aplauso, en ese que no cuestiona al sistema, pero se está fortaleciendo el control social.

Explico todo esto para centrarme en la pregunta que me haces. La mejor forma de hacer frente a la represión es la lucha ideológica en todos sus planos, que son la solidaridad (que no la caridad), la formación política, la creación de herramientas para hacerle frente, y combatir las actitudes borreguiles.

Sendoa, eres portavoz del Movimiento Pro Amnistía y contra la represión. Hablemos de represión. Tras el coronavirus, me temo que se recrudecerá la represión contra los sectores populares y obreros ¿Qué escenarios piensas que se pueden dar?

Uno de los escenarios que se preveían antes de la aparición del covid-19 era el de un nuevo colapso del sistema capitalista. Lleva una década agonizando porque el capitalismo es insostenible. Cuanto más produce, más fomenta la competencia y más arruina a pequeños comerciantes, a la vez que para rebajar precios y ser competentes, más rebaja el poder adquisitivo de la clase trabajadora, hasta tal punto que acaba reventando su propia base, que es el consumo. Consumo que no se puede dar porque previamente a empobrecido a la mayor parte de la población.

Nos van a asustar diciendo que debemos ceder aún más derechos porque el sistema lo necesita, que si no no funciona, y nos van a tratar de convencer de que este es el único sistema posible. A los sectores revolucionarios no nos corresponde ser un salvavidas para que el sistema no reviente, ni para que nos dejen gestionar sus migajas. Lo que nos corresponde es llevarlo a la muerte.

Hay que frenar la nueva ofensiva capitalista que ya se ha empezado a desarrollar durante el confinamiento, poner las bases para la revolución socialista y liberar a la clase trabajadora y a los pueblos oprimidos. Eso es lo que nos corresponde.

La represión se va a acentuar contra el pueblo vasco, pero también contra otros pueblos. Ya conocemos el caso de Ceivar, el de Catalunya, hay presos políticos también en Andalucía, revolucionarios españoles… ¿Piensas que se debería dar una respuesta antirrepresiva coordinada con otros pueblos y movimientos?

 Creo que hay que ver antes las circunstancias en las que se daría esa coordinación, las capacidades de cada movimiento y la concreción de objetivos. Evidentemente la unión ante el enemigo nos fortalece, y ya en el año 2015 el Movimiento Pro Amnistía puso como una de sus necesidades la creación de vínculos con organizaciones de otros países.

Hay intereses comunes con otras organizaciones, y creo que la solidaridad antirrepresiva los fortalece, y además tenemos contactos habituales con algunas de ellas. Con otras han sido contactos más puntuales, pero lo cierto es que hemos tenido contactos con militantes catalanes, españoles, asturianos, bretones, franceses, italianos, irlandeses, argentinos...

La falta de medios nos impide llevar a cabo relaciones más fluidas con otras organizaciones de fuera de Euskal Herria, pero nos gustaría fortalecerlas. Tendríamos disposición para la colaboración, siempre y cuando se respete el marco de lucha que a Euskal Herria le corresponde como pueblo oprimido por dos estados.

 Aunque nos sobra el tiempo, vamos a ir concluyendo la entrevista… ¿Nos podrías hablar del estado de salud del movimiento antirrepresivo vasco?

No son buenos tiempos para los movimientos sociales en Euskal Herria, y el movimiento antirrepresivo no es la excepción. Sin embargo, a lo largo del último año hemos ido abriendo algunas líneas de colaboración con otras organizaciones en aquellos ámbitos en los que trabajamos. Prueba de ello es la dinámica a nivel local que se ha puesto en marcha en Bilbo, como es “Jazarpenari Bidea Itxi”, para hacer frente a la represión que en el Estado de Excepción que vivimos se está llevando a cabo.

Como comentábamos antes, vienen años duros, si la respuesta es fuerte la represión también lo será, y si la respuesta es más débil el nivel de represión se amoldará a las circunstancias y será más sutil, pero seguirá siendo.

Precisamente por eso, nos toca prepararnos para hacer frente a esa represión en unas circunstancias un tanto diferentes a lo que han sido en Euskal Herria durante las últimas décadas. Toca estar en la calle, ver la represión de cerca para poder analizarla y crear los muros de contención ante esta. Lo que no vamos a hacer es ver desde la grada cómo la historia nos pasa por encima sin hacer nada.  

Y ya sí, la última. ¿Qué llamada harías a las personas sensibles y solidarias para que en estos días tan especiales y después estén con las y los represaliados?

En el caso de los presos y las presas, es buen momento para escribirles y hacerles ver que no están solas, que hay gente que quiere seguir luchando y que se organiza para ello. Y creo que una buena manera de mostrar la solidaridad hacia estos militantes políticos es defender la amnistía, porque defender la amnistía significa defender su dignidad, defender el derecho a la lucha y defender la resolución de las causas por las que se rebelaron. Creo que la mejor forma de mostrar solidaridad es seguir luchando.

Bueno, pues nada más… nos vemos en venideras luchas o por las calles de nuestro combativo Barakaldo

Euskera

Sendoa Jurado, Amnistiaren Aldeko eta Errepresioaren Aurkako Mugimenduaren bozeramailea izateaz aparte, esan beharra daukat nire herrikidea dela. Bera eta biok barakaldarrak gara, tradizio langilea, borrokalaria duen herri batetik gatoz, jende askoren ekarpena eskaini diena borroka ezberdinei.

Horren ondorioz, errepresioa gutxik bezala ezagutu duen herria da. Frankismoaren urte ilunetan espainiar faxistek herrikide pilo espetxeratu eta torturatu zituzten parte hartzeagatik grebetan, mobilizazioetan... Frankismoaren ondoren eta trantsizio faltsua eta gero, gure herriak bere seme-alaba onenetako batzuk berriz ere atxiloketak, torturak, eta haietako asko erbestea eta kartzela sufritzen ikusi zituen.

Euskal Herrian hainbat herri “mitiko” existitzen dira, herri-irudimenak 80 eta 90eko hamarkadetan, gutxi gorabehera, gerrarako prest imajinatzen zituena, baina errealitatea da Barakaldok espainiar eta frantziar errepresioa pairatu duen oso pertsona kopuru altua eman duela.

Pixka bat “txobinista” izan daitekeen sarrera honen ondoren, gure Barakaldo aldarrikatzen (uste dut lehenengo aldia dela nire herritar bat elkarrizketatzen dudala) eta Sendoa elkarrizketatzera bultzatu gaituen arrazoira pasatuz, koronabirus garai hauetan, presoen egoera badago. Kartzelak leku babesgabeak dira, egun hauetan are gehiago. Presoen egoerak kezkatzen gaitu, eta horri buruz hitz egingo dugu Sendoarekin.

Sendoa, eskerrik asko tarte bat eskaintzeagatik, gaiak garrantzi nahikoa dauka horretaz hitz egiteko. Egoera atsekabegarri batean gaude, etxean konfinatuta... Presoak okerrago frantziar eta espainiar kartzeletan, euren giltzapeko egoerak txarrera egiten duelarik. Badago jakiterik zein den presoen egoera baldintza hauetan?

Eskerrik asko zuri hitza emateagatik. Gure mugimenduak kartzelen egoeraren inguruko nahiko jarraipen zehatza egin ohi du, errepresioaren aurkako ildoarekin batera, lantzen dugun beste ildoa delako. Kartzelako barnealdearekin mantentzen ditugun komunikazio hariak, laguntzen ditugun preso politikoek irekitzen dizkigutenak dira, haiekin harreman etengabea mantentzen baitugu, eta baita gure asistentzia jaso ez baina gurekin kontaktua mantentzen duten beste preso batzuek irekitzen dizkigutenak ere. Euskal Herriko, espainiar Estatuko eta frantziar Estatuko beste erakunde batzuek errazten duten informazioa ere biltzen dugu.

Kartzela barruko egoera une honetan normalean dena baino okerragoa da, eta hori asko esatea da. Betiko desasistentzia medikuari orain arte ezezaguna zen birus bat batu zaio. Birus bat, zeinaren ondorioz gomendatzen diguten distantzia eta higiene neurri batzuk hartzea, kartzelak zailtzen dituenak. Paradoxikoki, isolamenduan bizi diren presoek kontagio arrisku baxuagoa dute, aringarri tristea pertsona hauentzat, egoera honetan bizi direnek zauri psikologiko sakonak pairatzen baitituzte  birusik gabe ere.

Itxialdi luzeak negatiboki eragiten dio sistema immunologikoari, estresak eta antsietateak ere bai. Preso askok gaixotasun kronikoak dituzte eta inmunodepresioak jota daude, eta koronabirusa baino lehenago munduko traba guztiak jartzen zizkieten artatuak izateko. Ospitalerako irteerak behin eta berriz atzeratzen dira, batzuetan urteetan, eta kartzeletan artatzea egin behar duten medikuak beharrezkoa dena baino askoz kantitate txikiagoan daude. Kasu batzuetan medikurik ere ez dago, Sevilla II-n bezala, non medikurik gabe dauden 2019ko udatik.

Ez dago inolako aktibitaterik, eta ondorioz presoak ia zereginik ez izatera kondenatzen dituzte. Eta gainera kartzelariek, kasu askotan, ez dituzte hartzen presoak ez kontagiatzeko beharrezkoak diren neurriak. Haiek dira kaletik birusa sar dezaketen bakarrak, baina behin sartuta, espazio itxi eta metatu batean, birusa erraztasun handiz heda liteke.

 Badakigu badela hilabete bat bisitarik ez dutela. Ze komunikazioa daukate familiek beraiekin? Familien zein presoen animo egoeraz hitz egin zeniezaguke?

Bai frantziar Estatuan zein espainiar Estatuan lokutorio bidezko bisita oro bertan behera gelditu da. Familiekin dituzten komunikazioen gaian sartu aurretik, komunikazioekin zerikusia duen ohartarazpen bat egin nahiko nuke. Espainiar kartzeletan abokatuak ere ezin dira sartu, eta frantsesetan larritasun kasuetan baino ezin dira sartu, nahiz eta ez duten zehazten ze kasu hartzen dituzten larritzat. Honek erabateko babesgabetasun egoeran uzten ditu presoak, abokatuekin komunikazio telefonikoa baino ezingo dutelarik mantendu.

Familiei dagokienez, espainiar kartzeletan komunikazioa telefono eta posta bidezkoa izan daiteke. Orain arte preso politikoek zortzi dei egin zitzaketen astean (preso sozialek 10 egin zitzaketen, FIES erregimenean daudenak salbu), 8 minutukoa bakoitza. Orain 12 dei egiten uzten diete konpentsatzeko, eta kasuren batean 10 minutuko bideo-deia egin ahal izan dute. Gutunei dagokienez, astean bi bidali ahal izatetik mugarik ez izatera igaro dira, eta heltzen hilabete bat tardatzetik (Jarraipen Bereziko Barnekoen -sic- Fitxategien erregimenean egotean sarritan hilabete batez atxikitzen dituzte gutunak, nahiz eta legalki 15 egunez baino ezin dituzten atxiki), ez atxikitzera, nahiz eta gutunena kartzelaren irizpidepean gelditzen dela dirudien.

Zigorra betetzeko kartzela frantses batzuetan, zeinetan ordaintzen duzun bitartean, garesti gainera, telefono deien mugarik ez dagoen, 20 euro kargatu dizkiete telefonoan martxoan, eta 40 apirilean. Koronabirusagatik ezarritako ordutegi murriztaileagoek, deitzeko antolatu behar izatea eragiten dute. Gutunei dagokienez, ez dago murrizketarik.

Edozein kasutan, egoerak ekarri du presoak euren familiengandik eta baita euren artean isolatuago egotea. Presoa isolatzea bere borondatea anulatzeko modurik eraginkorrenetakoa da, babesgabe uzteko eta menderatzen saiatzeko. Milaka langile bidaltzen dituzte produzitzera, tele-zaborreko emanaldietan parte hartzen duen jendea biltzea onartzen dute herria ergeltzeko beste helbururik ez duten eztabaidak burutu ditzaten, baina kristal bidezko bisitak egitea eragozten dute, abokatuei ere bai.

Bigarren galderari erantzuten, senideen eta presoen animo egoerari buruz, suposatu behar da pertsona bakoitzak era batean biziko duela, kondena era ezberdinean bizi duen bezala, baina argi dago honek ez duela hobetzen. Uste dut bi hitz amankomun izan daitezkeela familia guztientzat: kezka eta ziurgabetasuna. Kezka badakigulako kartzelaren faktore ezberdinek gaixotasunak askoz ere arazo handiagoa bihurtzen dituztela, eta ziurgabetasuna ez jakiteagatik egoera hau noiz arte luzatuko den eta, behin igarota, berriz errepikatuko den.

Hainbat kolektibok salatu dute kartzelariek ez dituztela neurriak betetzen presoak koronabirusarekin kontagiatu ez daitezen. Zer esan diezagukezu horri buruz?

Ados gaude salaketa horiekin. Ebidentea da presoak tartean daudenean lehentasuna ez dela inoiz osasuna, finean, bilatzen dutena zigortzea baita. Ez birgizarteratzerik ez antzeko engainurik ere. Horregatik kartzelen kudeaketaren kritikaz harago joan nahi dugu. Ez dugu horretan gelditu nahi eta bere funtzioa zein den azaldu nahi dugu.

Behin baino gehiagotan azaldu dugu kartzelak sistema honen zaborrontzia direla. Kartzela ez zuten sortu delinkuentziari erantzuteko erreminta gisa, baizik eta ordena sozialaren kontrakotzat hartzen zituzten populazio taldeak kaletik kentzeko neurri gisa, pobreziarekin zuzenean loturik. Eta, jakina, baita injustizien aurka matxinatzen eta ezarritako ordena aldatzeko borrokatzen diren militante politikoak lurrazaletik ezabatzeko ere.

Erraza da ulertzen, beraz, sistema kapitalistarentzat kartzela zaborrontzia bada, presoak zabor moduan tratatuko dituela. Era horretan baino ezin daiteke azaldu hau bezalako egoera batean kartzelan mantentzea eriak, prebentiboak eta abar. Kartzela deuseztatu beharreko elementua da.

 Panorama honen aurrean eta gure etxeetan konfinatuta gauden egoeran, zer egin dezakegu errepresioaren aurrean solidario sentitzen garen pertsonok?

 Ikusten ari garenaren arabera, errepresioak bi gauzaren beharra dauka: lehenengoa, errepresoreak, polizietatik epaileetara doazenak, sistemaren kazetari, alderdi politiko, kartzelari eta, kasu askotan, kode deontologikoa betetzen ez duten abokatu eta medikuetatik pasatzen, askotan egiten dutena haien presentziarekin, benetakoa ez den berme itxura bat ematea delako, suposatzen denaren kontrakoa egiten dutelako. Benetan basatia den sistema baten ongi-egilearen mozorroarena egiten dute.

Esate baterako, kartzelako mediku batek presoari esaten dionean ez duela aginduko froga batzuk egin diezazkioten kartzelak ospitalerako bere irteera saihestu nahi duelako, Jarraipen Bereziko presotzat hartzen duelako, eta medikuak kartzela-irizpide hori mediku-irizpidearen aurretik lehenesten duenean, errepresioarekin kolaboratzen ari da eta legaltasun itxura ematen ari zaio oinarrizkoa den osasun eskubidearen ukazioari.

Errepresioak behar duen bigarren gauza, onarpen soziala da. Horretarako segurtasuna askatasunari gailentzen zaio, oligarkia izanik, beti, segurua zer den eta zer ez den zehazten duena. Horretarako alarma sozialak sortzen dira, zentzu handiagoz edo txikiagoz, baina beti gutxi batzuen interesei mesede egiteko zuzenduak. Horregatik ez digute etxetik irteten uzten eskubideak aldarrikatzera, baina bai metatutako garraio publikoan lan-postura joan gaitezen. Ez digute uzten hiltzera doazen gaixoak agurtzen, baina bai produzitzera edo aberatsen etxeak garbitzera joaten.

Esaten nizun bezala, errepresioak onarpen soziala behar du, eta balkoiko poliziaren existentzia bultzatzen da. Nor txalotu esaten digute, eta txaloetan errepresio indarrak sartzen dituzte. Batzuetan, balkoitik txalo egiten duten pertsona berberek kaletik doan jendea iraintzen dute, lanetik datorren, paseoaren beharra duen gaixo bat den, edo beste edozein inguruabarragatik den axola izan gabe. Auzotarrak ikusten ditugu kartelak jartzen,  ospitaleetan edo egoitzetan lan egiten duten pertsonei etxera ez itzultzea eskatzen, kutsakorrak izan daitezkeelako. Testuinguru honetan txaloetan oinarritutako elkartasun faltsu bat bultzatzen ari da, sistema zalantzan jartzen ez duen horretakoa, baina kontrol soziala indartzen ari da.

Hau guztia azaltzen dut egiten didazun galderan zentratzeko. Errepresioari aurre egiteko modurik onena borroka ideologikoa da plano guztietan, hots, elkartasuna (eta ez karitatea), formakuntza politikoa, aurre egiteko lanabesen sorkuntza, eta artalde jarrerak borrokatzea.

 Sendoa, Amnistiaren Aldeko eta Errepresioaren Aurkako Mugimenduko kidea zara. Errepresioaz mintza gaitezen. Koronabirusa eta gero, uste dut sektore herritar eta langileen aurkako errepresioa gordinduko dela. Zeintzuk dira zure ustez balizko agertokiak?

Covid-19aren agerpena baino lehenago aurreikusten zen agertokietako bat sistema kapitalistaren kolapsoa zen. Hamarkada oso bat darama hilzorian kapitalismoa jasan ezina delako. Zenbat eta gehiago produzitu, orduan eta gehiago indartzen du konpetentzia eta gehiago txirotzen ditu merkatari txikiak, eta bitartean, lehiakorragoak izateko, prezioak jaisteko langileriaren erosteko ahalmena gehiago jaisten duen bitartean, puntu bateraino bere oinarria den kontsumoa ere leherrarazi arte. Kontsumoa ezin da gauzatu aurretik herriaren gehiengoa txirotu duelako.

Beldurra sartuko digute eskubide gehiago galdu behar ditugula esanez sistemak behar duelako, bestela ez dabilela, eta saiatuko dira gu konbentzitzen hau dela sistema posible bakarra. Iraultzaileoi ez dagokigu salbamendu-jaka izatea sistemak leher egin ez dezan, ezta bere apurrak kudeatzen utz diezaguten ere. Dagokiguna heriotzaraino eramatea da.

Konfinamenduan zehar garatzen hasi diren erasoaldi kapitalista geldiarazi beharra dugu, iraultza sozialistarako oinarriak jartzea langileria eta zapaldutako herriak askatzeko. Hori da dagokiguna.

 Errepresioa gogortuko da Euskal Herriaren aurka, baina baita beste herri batzuen aurka ere. Cievar-en kasua ezagutzen dugu, Catalunyakoa, preso politikoak badaude Andaluzian ere, espainiar iraultzaileak... Uste duzu errepresioaren aurka beste herri eta mugimendu batzuekin batera koordinatutako erantzun bat eman beharko litzatekeela?

Uste dut lehenengo ikusi behar dela ze baldintzetan emango litzatekeen koordinazio hori, mugimendu bakoitzaren gaitasunak eta helburuen konkrezioa. Agerikoa da etsaiaren aurreko batasunak indartzen gaituela, eta jada 2015ean Amnistiaren Aldeko Mugimenduak bere beharren artean jarri zuen beste herrialde batzuetako erakundeekiko loturen sorrera.

Interes amankomunak ditugu beste antolakunde batzuekin, eta uste dut errepresioaren aurkako elkartasunak indartzen dituela interes horiek, eta gainera kontaktuak izan ohi ditugu haietako batzuekin. Beste batzuekin kontaktuak aldizkakoak izan dira, baina egia da harremanak izan ditugula militante katalanekin, espainolekin, asturiarrekin, bretoiekin, frantsesekin, italiarrekin, irlandarrekin, argentinarrekin...

Bitarteko faltak Euskal Herritik kanpoko beste antolakunde batzuekin harreman jariakorragoak izatea galarazten digu, baina hauek indartzea gustatuko litzaiguke. Kolaboraziorako prest egongo ginateke, betiere bi estatuk zapaldutako herri gisa Euskal Herriari dagokion borroka esparrua errespetatzen zaion bitartean.

 Denbora soberan dugun arren, elkarrizketa bukatzen joango gara. Errepresioaren aurkako euskal mugimenduaren osasun egoeraz hitz egin diezagukezu?

Ez dira garai onak mugimendu sozialentzat Euskal Herrian, eta errepresioaren kontrako mugimendua ez da salbuespena. Alabaina, azken urtean zehar beste antolakunde batzuekin kolaborazio ildo batzuk irekitzen joan gara lan egiten dugun alor horietan. Horren lekuko da herri mailan Bilbon martxan jarri den dinamika, “Jazarpenari Bidea Itxi” izena daukana, bizi dugun Salbuespen Egoeran gauzatzen ari den errepresioari aurre egiteko.
Lehen kontatzen genuen bezala, urte gogorrak datoz, erantzuna tinkoa bada errepresioa ere halaxe izango da, eta erantzuna ahulagoa bada errepresio maila egoerara moldatuko da eta sotilagoa izango da, baina izaten jarraituko du.

Hain zuzen ere horregatik, azken hamarkadetan izan denarekiko pixka bat ezberdinak izango diren baldintza batzuetan errepresio horri erantzuteko prestatzea tokatzen zaigu. Kalean egotea, errepresioa hurbiletik ikustea aztertu ahal izateko eta honenekiko euste-harresiak sortzea tokatzen zaigu. Egingo ez duguna harmailan gelditzea da ezer egin gabe historiak gainetik zelan pasatzen gaituen ikusteko.

Eta orain bai, azkena. Ze deialdi egingo zenieke sentiberak eta solidarioak diren pertsonei hain egun berezi hauetan eta geroago ere errepresaliatuekin egon daitezen?

Presoen kasuan, une ona da beraiei idazteko eta bakarrik ez daudela ikusarazteko, borrokan jarraitu nahi duen eta horretarako antolatzen den jendea badagoela ikus dezaten. Eta nire ustez, militante politiko hauekiko elkartasuna erakusteko modu ona da amnistia defendatzea, amnistia defendatzea haien duintasuna defendatzea delako, borrokarako eskubidea defendatzea delako eta matxinatzera bultzatu zituzten arrazoien konponketa defendatzea delako. Elkartasuna erakusteko modurik onena borrokan jarraitzea dela uste dut.

Beno, ba besterik ez... etorkizuneko borroketan edo gure Barakaldo borrokalariko kaleetan ikusiko dugu elkar.

 

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