La propuesta del presidente vascongado: el contexto del texto (I)

El día 28 de septiembre, y en la sesión plenaria del Parlamento Vacongado (3 de las 7 provincias de Euskal Herria), se inicia el nuevo curso político en Euskal Herria. En el marco de dicha sesión, el Presidente Vascangado presenta oficialmente su propuesta para garantizar la convivencia entre Euskal Herria y el Estado español; su particular "hoja de ruta" que debiera de llevar a la superación del actual conflicto.

Nuevo contexto para una vieja propuesta: tras el fracaso de unas negociaciones

La propuesta ya había sido anunciada con anterioridad al Pleno del 28-S y no es nueva. Se trata de un calco del "Plan Ibarretxe" que el Parlamento Vascongado aprobó por mayoría absoluta en diciembre de 2004 y que posteriormente, en febrero de 2005, el propio Ibarretxe trasladó a las Cortes españoles donde encontró un rechazo frontal. La propuesta no es nueva pero el contexto sí. En mayo de este año finaliza en fracaso el proceso de conversaciones que han mantenido, por un lado, ETA y el Gobierno español y, por otro lado, los partidos vascos. ETA reanuda la actividad armada (el Estado nunca había estado en tregua) y el Gobierno español emprende una persecución masiva contra militantes de la izquierda vasca. Este nuevo escenario incrementa la tensión y reduce las expectativas de amplios sectores sociales. El presidente Ibarretxe considera que es un momento oportuno para irrumpir con fuerza en la esfera política prometiendo lo que ETA y Batasuna no pudieron lograr: él sí sellará con el Estado un acuerdo de solución. Una oferta tan prometedora tiene posibilidades de seducir a una población desencantada. En este momento, el PNV trata de recuperar el protagonismo que había quedado debilitado durante los dos años de conversaciones ya que la izquierda vasca había tenido un peso importante como interlocutora preferente del Gobierno español.

Elecciones a la vista. Dos estrategias electoralistas enfrentadas

Por otro lado, hay que valorar el contexto en clave electoral ya que, desde nuestro punto de vista, es una de las claves más ilustrativas para entender la iniciativa de Ibarretxe.
El PNV salió muy mal de las elecciones de mayo y se ve en la obligación de afinar su estrategia para no a repetir otro fracaso en las próximas elecciones del 2008. Todo el partido comparte el interés por recuperar el respaldo social que ha perdido pero no se pone de acuerdo en la estrategia a seguir: un amplio sector del PNV considerar que el camino adecuado es apostar por un acuerdo transversal con el Gobierno de España siendo el PNV el interlocutor de confianza. Es la hipótesis con la que ha trabajado el (ex)Presidente del PNV, Imaz, y un amplio sector del partido. Otro sector del partido, en el que se sitúa el Presidente Ibarretxe, cree que hay que conseguir el liderazgo reclamando el soberanismo y el derecho a decidir. Esta estrategia arrebata a la izquierda las banderas que siempre ha agitado y convierte al PNV en la única referencia sólida, líder de todos aquellos sectores que apuestan por un cambio hacia un mayor soberanismo.
¿Quiere decir que un sector del PNV apuesta por la soberanía y el otro por la integración en España? No hay ninguna razón para suponer eso, ya que el partido siempre ha practicado una política españolista. Sin embargo, las dos estrategias son poco compatibles en su inicio aunque, sean coincidentes en el objetivo final. La de Imaz apuesta por reducir la confrontación con el Estado tratando de seducirlo con buenos modos y en actitud servil. La de Ibarretxe apuesta por asumir la confrontación verbal con el Estado, comenzar la partida poniendo sobre la mesa reivindicaciones nacionales, someter a prueba a Zapatero para comprobar hasta dónde llega su pretendido talante negociador, hacerle una apuesta más asumible que la que le hizo Batasuna pero obligarle a definirse. Este estilo de apariencia más digna convertiría a Ibarretxe en el referente del soberanismo y le permitiría un gran respaldo social en las elecciones que se avecinan. ¿Y después? Una vez conseguido el respaldo electoral, se abrirá el tiempo de la negociación con España similar al que pretendía Imaz. Ibarretxe también abriría una negociación 'transversal' con el Estado pero sentándose en la mesa como vencedor electoral y con más respaldo social. No pretende seducir a España sino camelar a la sociedad vasca y luego hacer valer el respaldo con que cuente.
La incompatibilidad entre las dos estrategias electoralistas provoca importantes tensiones dentro del PNV hasta tal punto que el Presidente del partido, Imaz, se ve obligado a dimitir cuando prevalece la estrategia contraria.
Esta misma confrontación de estrategias también ha tenido su reflejo en Nafarroa Bai, sucursal que el PNV organizó en Nafarroa para debilitar el liderazgo que mantenía en ese territorio la izquierda vasca. Uno de los integrantes de Nafarroa Bai -Batzarre- (el ala más españolista e 'izquierdosa') se decanta mayoritariamente por la estrategia del defenestrado Imaz; el resto de fuerzas que integran la coalición ha apostado abiertamente por la estrategia de Ibarrtexe. Como se podía prever, el choque de estrategias ha resquebrajado la unidad dentro de una coalición cuya cohesión no pasa por los mejores momentos.
También hay que tomar en cuenta el contexto preelectoral fuera del PNV. El PSOE, que ha salido como ha podido de una experiencia de conversaciones fracasada, no está en condiciones de intentar otro nuevo ensayo a seis meses de las elecciones generales. El PP le ha golpeado con dureza por mantener líneas de comunicación con Batasuna y espera que se repita algo parecido con Ibarretxe para volver a la carga. Esta estrategia de desgaste ha dado su fruto: los sondeos electorales emparejan a PSOE y PP. El primero trata de conseguir un margen de ventaja alardeando de más dureza con los vascos que el mismisimo PP de Aznar, Rajoy y compañía. La propuesta de un nuevo acuerdo es absolutamente inoportuna y contraproducente desde el punto de vista electoral. Cuanta más dureza demuestre Zapatero frente a Ibarretxe, más ventaja electoral obtendrá. ¿Por qué ha elegido Ibarretxe este momento? Porque a él le ocurre lo mismo: cuando más firmeza exhiba frente a España, mejores resultados electorales obtendrá.

Un gran eco mediático

Ibarretxe trata de conseguir uno de los objetivos inmediatos: convertirse en referencia obligada dentro del escenario político nacional e internacional. Ha viajado a diferentes naciones para dar a conocer de primera mano el alcance de su propuesta. Los medios de comunicación que controla se han hecho eco diario de la misma. Ha provocado un importante debate en la sociedad vasca; ha despertado mucho interés en la Diáspora vasca (algunos de nuestros habituales interlocutores nos han pedido nuestra opinión al respecto). Y la propuesta, desde el momento en que se formula, suscita la reacción airada del Estado español: lo más furibundos hablan de negarle el saludo y cortar sin contemplaciones toda comunicación con el País Vasco; se sugiere suspender temporalmente la Autonomía como hizo Blair en Irlanda y, si hiciera falta, movilizar al ejército.
Los menos beligerantes plantean hablar con Ibarretxe pero para decirle, pronto y claro, que no tiene nada que hacer, que lo que plantea son ensoñaciones y que, lo único que le queda es la asunción de la Constitución como marco de relaciones; cualquier iniciativa que se apartase del marco constitucional se vería enfrentada con la legalidad.

Mientras tanto la izquierda vasca es reprimida, criminalizada y encarcelada. No se sabe si se podrá presentar a las elecciones, se le impide hacer trabajo político. ¿Se puede llegar a una solución excluyendo a una parte importante de la población?

Euskal Herria, 29 de Octubre de 2007.