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Nacionales E.Herria :: 27/11/2019

“El empobrecimiento es una mancha de aceite que se extiende a todos los sectores laborales"

Noticias de Álava
Entrevista a la economista Nekane Jurado.

“El empobrecimiento es una mancha de aceite que se extiende a todos los sectores laborales y de titulación”

 La economista Nekane Jurado.

Nekane Jurado será la ponente de la última charla del tercer ciclo de la Asociación Por una Vida Digna que se celebrará mañana en la ciudad.

Licenciada en Ciencias Económicas, Ciencias Financieras y Psicología clínica, y con un Máster en Hacienda y Finanzas Públicas, Nekane Jurado ha estado más de 25 años como economista en el Gobierno Vasco y ha escrito cerca de 30 libros en relación a la pobreza y la exclusión, entre otros temas principales. Segura de sí misma sabe bien de lo que habla y mañana ofrecerá una charla para explicar lo que se esconde detrás del empleo y de las pensiones, a las 19.00 horas en el Aula Fundación Vital (calle La Paz número 5).

Menos paro, pero mayor pobreza. Estamos ante un problema político y de recursos económicos. Mañana hablará usted de ello. ¿En qué se centrará su ponencia?

-La protección social, en la que las pensiones, el desempleo o el acceso a bienes sociales como la vivienda, la salud o la educación es un mecanismo del que se dotó Europa para de una forma social, dentro del presupuesto público, proteger a toda la sociedad en sus diferentes etapas vitales y necesidades. Vamos a explicar cómo la visión economicista de la política ha roto el consenso generacional que desde 1945 había prevalecido en Europa, y lo ha roto a favor de la elite financiera. No estamos frente a un problema de falta de recursos económicos sino ante un problema político, cuyo elemento clave es la verdadera redistribución de la riqueza. Un desarrollo sostenible no se puede dar sin cohesión social.

¿Qué cree que es lo que realmente se esconde detrás del empleo y de la pensión?

-En su parte más externa se esconde una creciente explotación y pobreza. En su núcleo se esconde el resultado de la feroz lucha de clases activada en la década de 1980 por los de arriba contra los de abajo, el capital contra el trabajo. Lucha amparada por todo el sistema político que a través de la legislación a favor del capital (reformas de empleo, de pensiones, recortes presupuestarios en toda la protección social, grueso de la carga impositiva recayendo sobre el trabajo, etc) ha precarizado toda nuestra existencia a golpe de ley.

En la actualidad el desempleo está bajando. Pero, aunque lo parezca, esto no es siempre una buena señal, ¿no?

-Lo primero que hay que explicar es que el paro puede bajar por la creación de empleo, o por la disminución de personas que buscan empleo, o por ambos a la vez. En el caso vasco hay que recordar que la crisis demográfica es atroz. En 35 años, 1981-2016, la población ha crecido solamente un 1,4% en total, de 2.141.809 a 2.171.886 habitantes, mientras que el Estado español ha crecido en el mismo periodo un 23,41%, casi 9 millones más. Lo que sucede es que por el estancamiento demográfico, los que se incorporan al mercado laboral son un número muy bajo, lo que permite tener bajas tasas de paro comparadas con la media española a pesar de una creación neta de empleo bajísima. No estamos solo ante la creación de empleo de muy baja calidad salarial, sino que el empleo de sustitución jubilaciones-nuevas contrataciones, no se hace con los derechos laborales del trabajador jubilado, sino con las condiciones globales impuestas por la precariedad. El trabajo digno está desapareciendo en la medida en la que se van jubilando las personas que están cubiertas por convenios dignos.

El SMI sigue por debajo de los valores reales de pobreza, según el medidor de la OCDE.

-Exacto. Cada vez más trabajadores se mueven en sueldos que al año rondan los 10.000 euros estando en situación de pobreza a pesar de estar trabajando. Además, no trabajan 12 meses, sino entran y salen encadenando contratos. En Euskadi el 31,1% de la población activa está atrapada en esta situación de pobreza laboral.

Se prevé una nueva crisis económica. ¿Cree que empeorará esa situación?

-Según el II Informe Foessa para Euskadi unas 360.000 personas, aunque ahora están en el espacio de integración social, padecen una situación de inseguridad extrema por motivos de precariedad laboral. Dado que su colchón de resistencia es muy débil serán los primeros en notar los síntomas de cualquier desaceleración económica, con un riesgo muy elevado de que engrosen las filas de la exclusión social.

¿Qué sectores son los que más pobreza laboral generan?

-Es un tópico hablar del sector servicios a las personas como el comercio o la hostelería pero el empobrecimiento es una mancha de aceite que se va extendiendo paulatinamente a todos los sectores laborales y niveles de titulación. Hay especialistas universitarios en salud, por ejemplo, que están siendo contratados por centros privados, que los obligan a ser autónomos y les pagan por consulta como máximo el 50% de lo que paga el paciente por dicha consulta.

¿Qué futuro estamos construyendo?

-Está casi construido. En España en 2018 solamente tres personas, Amancio Ortega y Sandra Ortega (Inditex), junto a Rafael del Pino (Ferrovial), han declarado los mismos ingresos que el 14,2 millones de los españoles de menos ingresos. Si vamos al 1% de españoles más ricos han ingresado según su declaración lo mismo que el 80% de toda la población. Euskadi no es diferente. Hay un alto nivel de renta que no llega a la mayoría de la población. Estamos asumiendo una la existencia de la descohesión social, de la lucha por la supervivencia de un número de personas cada vez mayor, como algo totalmente normalizado.

¿Cuál diría que es el objetivo principal de la Asociación Por una Vida Digna?

-¡Buena pregunta! Cada componente puede explicar esto de forma diferente. Para mí el objetivo final sería posibilitar el desarrollo humano en Euskal Herria. Lo que supondría ahondar en la verdadera democracia social y económica y desde ella buscar y materializar un modelo económico que prime la utilización racional y armónica de los recursos propios disponibles, humanos y naturales, para satisfacer las necesidades individuales y colectivas de toda su población, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras (calidad de su medio ambiente) para hacerse cargo de sus propias necesidades.

También están en lucha los jubilados de ahora que, paradójicamente, son los mismos que de jóvenes lucharon por conseguir mejoras laborales.

-Precisamente por eso luchan. Porque vivieron la lucha de clases y a través de ella conquistaron derechos laborales, convenios dignos, permisos de maternidad, vacaciones, etc. Nadie les regaló nada y cuando han visto como eso se disipa, como la ofensiva del capital quiere arrebatarles el derecho a un final de vida digno, han comprendido que solo la perseverancia en la lucha puede evitar el retroceso a la explotación del siglo XIX.

¿Cree que la sociedad joven lucha poco para reivindicar sus derechos?

-El gran economista francés André Gorz, hace 25 años, en el auge de la globalización escribió “Renace una clase servil que la industrialización, después de la Segunda Guerra Mundial, había abolido”. Y la clase servil se construye. Se construye desde los modelos de educación competitivos, no solidarios, individualistas, de culto al consumo-basura, de trepar por encima de lo que sea, lo llaman “supervivencia” pero es “depredación social”. Por suerte cada vez hay más jóvenes pensando en otro marco de valores diferente, intentando construir un nuevo futuro. El riesgo está en la manipulación del propio poder para controlar y dirigir esas luchas. Pero yo sigo confiando.

Usted está muy especializada en esta área, con distintas carreras en empresariales, dilatada experiencia en el Gobierno Vasco, y también como escritora. Desde su percepción y con su experiencia, ¿qué es lo que más le preocupa de la situación actual?

-La aceptación normalizada de esta situación y la resignación. Ante ello me gusta recordar a Séneca (Siglo. I). “No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas” y a la más cercana Hanna Arendt (S. XX): “Los asuntos de la política son demasiado serios para que se los dejemos a los políticos”.

https://m.noticiasdealava.eus/2019/11/27/araba/el-empobrecimiento-es-una-mancha-de-aceite-que-se-extiende-a-todos-los-sectores-laborales-y-de-titulacion

 

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