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Nacionales E.Herria :: 16/07/2025

Radiografía del (neo)fascismo en Euskal Herria. Por una cosmovisión antifascista vasca

Xabier de Miguel Elexaga, militante antifascista
«…estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo”.

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«…estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo”.

Bertolt Brech

por Xabier de Miguel Elexaga, militante antifascista

Preocupa la actual coyuntura social que se viene desarrollando en Euskal Herria de un tiempo a esta parte en el contexto de un ciclo histórico de ascenso de las tendencias reaccionarias. La memoria humanista ya ha saltado como un resorte y tenemos la actualidad del país sumergida en la urgencia de un ambiente que va sumando lecturas antifascistas de actores socio-políticos sobre la naturaleza y concepción de la problemática de la reacción.

Históricamente se ha visto la complejidad de la solución a la conflictividad que plantean los desafíos reaccionarios y lo es mas aun ante la falta generalizada de unidad, tanto practica como teórica, entre la izquierda combativa.

En el ejercicio de ir abordando la realidad que se nos plantea, pensándolo fríamente la situación no debiera sorprendernos pues es totalmente lógica la actual extensión social del pensamiento reaccionario. Desde que Francis Fukuyama ante la caída del bloque comunista sentenciara aquello de que estábamos ante el «final de la historia», esta ola reaccionaria es la continuidad de una fase ya de tres décadas de derechización y doctrina neoliberal abierta tras el advenimiento del campo socialista y la consiguiente crisis del proyecto de la clase trabajadora.

En esta fase contemporánea de la Historia, marcada por la revolución tecnológica, a falta en la mayoría de países occidentales de una oposición real popular y de clase, la derechización de la sociedad se va imponiendo mediante la interacción social por la senda reaccionaria, las políticas autoritarias por parte de los Estados más su consiguiente legitimización por parte de las corporaciones mediáticas y con el ascenso de actividades callejeras de carácter (neo)fascistas y de formaciones políticas de ultraderecha por vías parlamentarias en su mayoría con proyectos nacional-populistas. Se trata de la ola reaccionaria que sociológicamente se da como una inercia transversal que atraviesa nuestro país de punta a punta desde Lanestosa a Tudela, de Laudio a Maule y desde Oion a Baigorri pasando por Iruñerria, Hernani, Gasteiz, el Gran Bilbao, Tafalla, Baiona o Irun.

Una preocupación por la fascistización de la sociedad que es un sentimiento compartido por los actores que componen la mayoría de sectores socio-políticos de Euskal Herria. Unos escenarios de retroceso para los sectores obreros y populares dibujados aun con más intensidad fuera de nuestras fronteras especialmente en los Estados y países occidentales, pero también en países como Argentina.

2) DE LOS NIVELES DE LAS TENDENCIAS REACCIONARIAS A LOS DELITOS DE ODIO. DESAJUSTES EN LOS DATOS

En cuanto a lo que nos incumbe más directamente, entre las encuestas para medir el nivel de estas tendencias reaccionarias una de las ultimas en publicar conclusiones ha sido Naziogintza, sobre una consulta realizada en marzo. En la misma se apunta a que 2 de cada 3 vascos (un 57%) han sido recientemente testigos en sus entornos de tendencias reaccionarias de las cuales un 61% están ligadas a la migración y un 33% a temas de igualdad de género.

Otra de las encuestas publicadas recientemente ha sido la del Deustobarometro (Universidad de Deusto). En la misma la vivienda, el servicio de salud y la carestía de la vida aparecen como las tres principales preocupaciones de la población de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV); seguido aparecen la «delincuencia» con un 24,7% y la inmigración con un 22,4%. De estos últimos solo el 17,4% piensa que los migrantes tendrían que tener igual que cualquier persona acceso a las viviendas de protección oficial. Por su parte un 40% piensa que se debería de limitar el acceso a la salud universal de los migrantes mientras que un 60% cree que se debiera restringir el acceso de la población migrante a las prestaciones sociales. La encuesta se hizo sobre un censo de 1000 personas.

Como se puede observar es un % muy importante de la población la que muestra una actitud negativa hacia la inmigración lo que deja la puerta abierta a las tendencias y actitudes reaccionarias y por consiguiente al apoyo a las tesis del (neo)fascismo.

Aunque en Euskal Herria esta ola reaccionaria parece que se está dando con menos intensidad que en nuestro entorno, seria coherente si hubiera antifascistas que lo acontecido en Hernani con el progromo anti-magrebies les suponga un punto de inflexión y es que es preocupante el número de actividades (neo)fascistas en Euskal Herria más el apoyo electoral que reciben las propuestas electorales de la extrema derecha nacional-populista. En este sentido los sucesos de la pasada noche de San Juan son un hecho grave que hay que valorarlos como un salto adelante en las expresiones que viene generando el fenómeno (neo)fascista en Euskal Herria en su estrategia de extensión del odio.

Sin embargo la acusada tendencia reaccionaria no se traduce según las instituciones en un aumento de los delitos de odio sino todo lo contrario. Así lo refleja el «Informe de incidentes de odio en Euskadi 2024» publicado el 22 de junio por la Consejería de Interior de la CAV en colaboración con la Euskal Herriko Unibertsitatea (EHU). En dicho informe se apunta a que el año pasado los incidentes de odio bajaron 16% y el año anterior a la mitad.

Desde el tejido asociativo de los movimientos sociales no se creen los datos del informe pues manejan información según la cual se calcula que 1/3 de los delitos de odio no se denuncian. Además, dicho informe se elabora sin la participación de movimientos sociales que denuncian delitos de este tipo y manejan información de primera mano como son Sare Antifaxista, Euskal Herriko Gay-Les Askapen Mugimendua (EGHAM) o SOS Arrazakeria. En este sentido para determinadas instituciones como el ayuntamiento de Irun las pintadas nazis de corte racista u homófobo no constituyen un delito de odio «si no un hecho aislado» pese a que en 9 meses ya rondan la quincena los señalamientos e insultos, incluso una agresión al parecer de corte xenófobo, más ataques a centros sociales a base de pintadas en esta localidad gipuzkoana.

Otros datos que apuntan en la dirección contraria al informe de la Consejería de Interior de la CAV se publicaron el 17 de mayo con motivo del Dia Internacional Contra la Homofobia y viene a decir que una de cada 6 personas LGTBQ ha sufrido una agresión física o verbal en el último año superando ya en más del doble al 6’8% de delitos del año pasado. Otro dato a tener en cuenta es la relativa a las personas que viven en la calle y es que un 47% de ellas admite que en algún momento han sufrido alguna agresión verbal o física.

Lo cierto es que a nivel del Estado español los delitos que más han aumentado son los de odio protagonizados por la extrema derecha organizada.

3) MOVIMIENTOS DE LA EXTREMA DERECHA EN EUSKAL HERRIA. UN MAPA DE LOS DELITOS

Desde que estamos organizados en torno a actividades antifascistas, algunos como en mi caso desde mediados de los 90, es una constatación que según va pasando el tiempo el fenómeno (neo)fascista va renovando a sus protagonistas y nuevas agrupaciones (y por extensión nuevos elementos militantes) toman el relevo de otras que desaparecen y así sucesivamente en una rueda que no para. En los últimos tiempos (algo menos de un año) en este país hemos seguido asistiendo al inquietante despliegue de recursos y actividades por parte de las fuerzas de extrema derecha. También existe un fenómeno de estructuras organizadas para realizar agresiones contra inmigrantes que actúan bajo el anonimato, sin autodenominarse de ninguna manera, sería el caso de Hernani.

Unas acciones, aparte de las «anónimas» mencionadas realizadas para «disciplinar» a determinado sector de la población inmigrante señalada como responsable de delitos, que buscan por un lado extender en la sociedad la narrativa irracional del discurso (neo)fascista a través de los mensajes ultras y por otro lado desestabilizar la capacidad de transformar la realidad por parte de las fuerzas alternativas de izquierda y de los movimientos sociales.

Para observar la intencionalidad que se esconde detrás de las agrupaciones y partidos del movimiento de la derecha extremista en Euskal Herria basta con enumerar algunas de sus actividades realizadas en el último año en Hegoalde e Iparralde.

a) HEGOALDE

En Irun (Gipuzkoa), la célula nazi que opera en la zona de un tiempo a esta parte, realiza campañas de propaganda por el pueblo y desde septiembre ha cometido una docena de acciones a base de pintadas racistas, xenófobas, homófobas, supremacistas y machistas algunas de las cuales han tenido como objetivo los gaztetxes Lakaxita y Mosku además de un centro municipal que presta asesoramiento jurídico a migrantes. Sin embargo, las autoridades locales han venido manifestando que no ven motivos para preocuparse.

Sin salir de la localidad fronteriza, en los últimos tiempos se han organizado allí patrullas denominadas ciudadanas para «combatir delitos» los sábados por la noche las cuales, según ha trascendido de investigaciones periodísticas que han tenido acceso sus chats de wasap, son abiertamente racistas-xenófobas e islamófobas. Una de estas patrullas contaría con un wasap de difusión con en torno a 700 seguidores. La misma noche del progromo de Hernani, en Irun un sin techo migrante de origen magrebí recibió una paliza por parte de unos desconocidos.

Pero Irun no es el único sitio donde se da el fenómeno de las llamadas patrullas ciudadanas. En Muskiz (Bizkaia) y el barrio pasaitarra de Trintxerpe estas patrullas son una realidad y en el caso de la localidad gipuzkoana ha significado que se active la iniciativa Pasaia Antifaxista.

El pasado 12 de Octubre (Dia de la Hispanidad) en Bilbao se produjo la convocatoria de movilización realizada por el grupo ultra Indar Berria en la plaza Moyua que obligo a decenas de antifascistas a confrontarles tras suspender una manifestación antifascista prevista semanas antes en la misma zona y sobre la misma hora. El acto se desarrolló con unas decenas de ultraderechistas rodeados de un fuerte dispositivo policial de la Ertzaintza que los separo de los antifascistas.

El 23 de noviembre en el barrio getxoztarra de Algorta (Bizkaia) se celebró una presentación de un libro cuyo autor es conocido por sus mensajes xenófobos y antinmigración. Antifascistas locales celebraron una concentración antirracista de protesta.

El 24 de diciembre la sede del sindicato de vivienda AZET del Casco Viejo de Bilbao amaneció con una pintada con el lema «STOP ocupación moruna». El sindicato alerto sobre el incremento de pintadas fascistas y reaccionarias en los barrios populares.

En enero Bultza Herri Ekimena y Euskal Herria – Donbass Elkartasun Komitea denunciaron que en la Ribera de Deusto (Bilbao) el memorial que recuerda al internacionalista y antifascista colombiano Alexis Castillo, caído en combate en el Donbass en 2023, había sido atacado por segunda vez en un año. El memorial sufrió desperfectos y tuvo que ser reparado. En este sentido se sabe que dentro de la comunidad ucraniana en Euskal Herria existe un sector nada anecdótico, que está bajo la influencia de la ideología neonazi como la que profesa el Batallón Azov que combate a las fuerzas rusas integrado en las Fuerzas Armadas de Ucrania. Aunque ha sido una noticia que ha pasado relativamente de forma que no ha transcendido mucho, este Batallón posee una rama política que el pasado agosto anunciaba tras un encuentro europeo de fuerzas de extrema derecha, el lanzamiento de una nueva corriente-ideología neofascista renovada a nivel europeo.

El 7 de enero el gaztetxe Matrailu de Zornotza (Bizkaia) denuncio la aparición de pintadas nazis y fascistas en el pueblo en forma de esvásticas y frases como «Viva España». La asamblea del local okupado denuncio así mismo un intento de robo y desperfectos en el propio gaztetxe.

El 9 de enero vecinos de Lasarte-Oria (Gipuzkoa) denunciaron la aparición en distintas partes del pueblo de numerosas pegatinas de la asociación «cultural» neonazi Devenir Europeo. Esta asociación es legal desde 2008 y en 2023 realizo 236 actos en 60 localidades del Estado español donde fue habitual el uso de imágenes del III Reich, Adolf Hitler y su lugarteniente Rudolf Hess. Carteles y pegatinas de esta asociación han aparecido también en Irun o las localidades navarras de Tafalla, Lesaka o Iruña. No es la única asociación «cultural» presente en Euskal Herria ya que desde hace décadas la secta nazi Nueva Acrópolis opera en Bilbao ahora desde el autodenominado Espacio Luzarra de Deusto.

El 16 de enero en Plentzia (Bizkaia) desconocidos pintaron simbología neonazi y frases de «Anti-Antifa» en paredes y murales políticos del pueblo.

El 2 de febrero montañeros denunciaron que el mástil con una ikurriña que coronaba la cumbre del monte Buruntza en Andoain (Gipuzkoa) había sido derribada probablemente por (neo)fascistas.

El 10 de febrero las oficinas de política migratoria de Iruña (Nafarroa) amanecieron con pintadas de Falange y de la organización neonazi Núcleo Nacional. No es la primera vez que aparecen pintadas de este tipo en Iruñerria en los últimos tiempos. A finales de abril de 2024 el Casco viejo de la ciudad amaneció con numerosas pintadas (neo)fascistas como simbología falangista, esvásticas, frases de «Viva Cristo Rey» y llamando judío al alcalde de la ciudad Joseba Asiron (EH Bildu). Semanas antes pintadas nazis aparecieron en la localidad de Berriozar.

A principios de marzo en Tolosa (Gipuzkoa) un joven donostiarra y militante de Euskal Herrian Euskaraz (EHE) que había requerido a un guardia de seguridad de la estación de RENFE que se dirigiera a él en euskera fue tirado al suelo y retenido con violencia por el guarda entre gritos de «a mí no me hables en euskera» y «esto es España». El alcalde de la localidad Andu Martinez de Rituerto Arregi (EH Bildu) mostro su preocupación por el suceso y señalo que los ataques contra los euskaldunes son rechazables y anuncio que el ayuntamiento iba a pedir explicaciones a RENFE. La compañía de transportes dijo no tener información sobre la agresión.

En mayo el Frente Obrero y Vox compartieron pancarta en la localidad ribera de Citruenigo (Nafarroa) en una concentración «contra la delincuencia».

Tambien en Erribera Hace unas semanas en el pueblo de Marcilla (Nafarroa) rebroto un viejo conflicto racista. Llegados de fuera, parece que elementos del neonazi Núcleo Nacional apoyaron la reactivación de movilizaciones y actividades de rechazo de parte de la población a un centro de menores migrantes que acoge a varios jóvenes. Según denuncio SOS Arrazakeria ni el centro ni los jóvenes han generado grandes problemas y el rechazo vecinal se debe a prejuicios racistas de un sector de los habitantes del pueblo a los que apoyan algunos representantes municipales. Un conflicto de similares características afecta también la localidad de Sopuerta (Bizkaia).

De esta última etapa también destacar el protagonismo de la firma Arbasoen Mendekua (La venganza de los antepasados) como expresión xenófoba y racista de propaganda ultraderechista euskaldun y sociológicamente situada en el seno del nacionalismo vasco moviéndose a caballo entre Gipuzkoa y Bizkaia. Siguen en el aire las preguntas sobre la posibilidad real del surgimiento de una versión vasca del independentismo ultraderechista del partido Alianza Catalana con representación parlamentaria.

Otras acciones ultras vividas esta pasada primavera han sido las pintadas en Hondarribia apelando a «salvar» Europa como civilización de la inmigración y de la decadencia, pintadas franquistas en Ondarroa (Bizkaia), pintadas nazis y desperfectos en un monumento memorialista a los esclavos del franquismo en Lesaka (Nafarroa) o toda una serie de pintadas de cruces celticas y frases de Arriba España aparecidos en Bilbao en el interior de portales de barrios como Santutxu u Otxarkoaga. Mencionar también las pintadas de contenido nazi que se registraron en la zona de la localidad Erandio (Bizkaia) y que se atribuyen a un elemento local con pasado de izquierdas que en cierto momento de su existencia vital degenero hasta convertirse en un ultraderechista bastante conocido debido a sus videos amenazantes por redes sociales. Esta localidad de la margen derecha de Bilboalde (Gran Bilbao) fue testigo en visperas de la celebración de una concentracion con motivo del aniversario de la Noche de los Cristales Rotos de una serie de agresiones verbales homofobas protagonizados por elementos descontrolados.

Ya entrados en el verano, vecinos de Lasarte-Oria denunciaron la aparición de pintadas ultraderechistas pro-Israel sobre murales que en varias paredes del pueblo que denunciaban el genocidio que está cometiendo la entidad sionista contra el pueblo de Palestina. No lejos de allí, en Andoain, activistas por la liberación sexual denunciaron la aparición de una pintada que rezaba «Fuck LGTBQ» en una pared del pueblo, así como la proliferación de discursos racistas durante las fiestas de la localidad.

Tras el fin del festival Euskal Herria Zuzenean (EHZ) a finales de junio en una localidad de Baxe Nafarroa, la humorista y activista antifascista y feminista bilbotarra Ane Lindane fue denunciada por la asociación ultraderechista Abogados Cristianos por haber parodiado una masturbación en un recinto católico dentro del contexto del EHZ. La humorista lleva tiempo recibiendo el acoso y graves amenazas en redes sociales por parte de elementos ultracatólicos y de extrema derecha.

El 4 de julio en Munitibar (Bizkaia) se produjo un altercado entre un grupo de vecinos y ciclistas israelíes que realizaban el Camino de Santiago del norte. El incidente se debió al empezar los sionistas a romper una pancarta en favor de Palestina tras lo cual se fueron hacia Gernika.

Atendiendo a esta realidad de los movimientos de extrema derecha en Euskal Herria no podemos olvidar las periódicas visitas e intervenciones de las empresas autodenominadas de desokupacion, siendo la más famosa DesOkupa, que desalojan de espacios okupados a personas sin alternativas de vivienda. Estas empresas compuestas la mayoría de veces por matones de gimnasio son una versión neofascista o posfascista de la ultraderecha constituyendo todas ellas un auténtico pequeño ejercito paramilitar a sueldo. La última visita de un grupo de este estilo ha sido en Amurrio (Araba) a cargo de la empresa AMA.

En este sentido militarista no podemos dejar de mencionar la tendencia actual en los cuerpos policiales de constituir redes asindicales y seudosindicatos de carácter corporativista y cargados de simbolismo ultra. Una realidad que viven los en torno a 8.000 ertzainas que existen en activo y de entre los cuales viene tiempo trascendiendo la proliferación de tendencias ultraderechistas. Es evidente el peligro que supone para la integridad de la población que el cumplimiento del Derecho garantista de las teorías liberales de la actividad policial se encuentre en manos de la presencia de funcionarios públicos armados y amparados por la ley con manifiestas tendencias de derecha extremista. La reacción de la Consejería de Interior al mando de Josu Erkoreka y ahora con Bingen Zubiria ante interpelaciones periodísticas y de parlamentarios de la oposición por esta presencia de elementos de la extrema derecha dentro de la policía autonómica ha sido prácticamente de total hermetismo además de reconocer que de momento las autoridades policiales no han emitido ninguna sanción a los agentes que esta constatado muestran simbología ultra.

Estas expresiones callejeras del (neo)fascismo en su vertiente extraparlamentaria en Hego Euskal Herria descritas aquí no indican que respondan a una misma planificación aunque ello no indica que no estemos expuestos al peligro como demuestran las ocho agresiones y palizas constatadas en el progromo racista de Hernani además de la rápida extensión esa noche de bulos sobre intentos de violaciones de chicas por parte de magrebíes y del traslado a la UCI de un agredido también por norteafricanos. ¿Asistimos al surgir en Euskal Herria de un movimiento ultraderechista tendente a la acción violenta como los que en la primera mitad de los años 90 asolaron zonas de Alemania o lugares más cercanos geográficamente como Valencia y Madrid con la proliferación de una subcultura de skins neonazis («boneheads» o cabezas huecas) con bandas y organizaciones como Acción Radical o Bases Autónomas (BB.AA)?

Por ir completando el mapa de acciones de la extrema derecha en este país en los últimos tiempos hay que hablar de las visitas de ultras de peñas futbolísticas del Estado español a las 4 capitales del sur de Euskal Herria que tienen a sus equipos en Primera División. Las visitas en muchos casos acaban en incidentes o enfrentamientos con antifascistas locales.

A finales de marzo la policía detuvo en Madrid a siete aficionados ultraderechistas del Leganés acusados de atacar en 2023 a aficionados de otros equipos en Soria (Castilla) durante el partido Numancia – Cornellá de categorías inferiores a la 1° División. En la agresión resulto herido grave el aficionado vasco Ion Aranburu de 44 años y seguidor de la Real que permaneció semanas en un hospital en coma inducido. En aquel episodio se vieron involucrados grupos ultraderechistas de los equipos Leganés, Zaragoza y Numancia que habían celebrado un encuentro de hermanamiento. En total fueron detenidas 27 personas una de las cuales ingreso en prisión acusado de desórdenes públicos, lesiones, daños, odio y pertenencia a grupo criminal. Otros 6 quedaron libres provisionalmente.

A principios de mayo 118 miembros del ultraderechista Frente Atlético fueron interceptados en Gasteiz por la Ertzaintza y devueltos a Madrid tras provocar incidentes en una zona de bares donde se juntan antifascistas del Alavés que casualmente ese día al parecer no frecuentaron la zona.

En Bilbao por su parte durante toda la temporada también se vivieron algunos enfrentamientos entre antifascistas locales y ultras foráneos. Los hechos más graves se vivieron con aficionados del equipo escoces Glasgow Rangers (mayoritariamente partidarios del unionismo británico de ultraderecha) produciéndose choques en las calles.

Sin embargo el suceso más grave que involucro a vascos ocurrió en Roma (Italia) a finales de enero. Unos 30 aficionados de la Real Sociedad desplazados días antes a la capital italiana y que estaban siendo controlados por la policía fueron atacados por sorpresa en una terraza de la ciudad por unos 100 (neo)fascistas vestidos de negro pertenecientes a la peña Ultra Lazio. Según parece para la agresión, que fue muy violenta, a los (neo)fascistas italianos les ayudaron ultras del Frente Bokeron del Málaga F.C. Nueve aficionados del equipo vasco tuvieron que acudir a un hospital con heridas de arma blanca dos de los cuales quedaron hospitalizarlos en estado grave, uno con 13 puñaladas y el otro con un pulmón perforado por lo que tuvieron que operarle. Según parece un tercer vasco recibió una puñalada en el hígado, pero sin consecuencias. Los (neo)fascistas debían de ser experimentados en el uso de armas blancas por lo que sabían donde clavar los filos y midieron mucho la acción para no causar una tragedia de muy graves consecuencias. Además, según parece los ultras italianos neutralizaron a una serie de aficionados realzales y les marcaron con las navajas o cuchillos en la cabeza en señal de que les perdonaban la vida. Crónicas del suceso como por ejemplo el realizado por la cadena SER informaron que el ataque fue propio de las escuadras fascistas de las camisas negras (milicias) en época de Mussolini por lo que la sensación era la de haber retrocedido en el tiempo hasta la década de los veinte del siglo pasado.

El 3 de febrero en Sevilla (Andalucía) los jugadores del Athletic Maroan Sannadi y Oscar De Marcos además de la periodista de EITB Janire Fragua sufrieron insultos racistas y vascófobos en el estadio Benito Villamarín del Betis. En determinados estadios del Estado español es frecuente escuchar por parte de sectores ultras de los aficionados locales de canticos vascofobos.

Dentro del contexto futbolístico resaltar que este mismo mes de julio se conoció que el futbolista croata de la Real Sociedad Luka Sucic había acudido a un festival de música en Zagreb (Croacia) del conocido cantante ultraderechista Marko Perkovic «Thompson» vetado en países como Serbia o Suiza por el contenido ustascha (la ideología de los colaboracionistas nazis croatas de la II Guerra Mundial) de sus letras.

En este sentido las peñas antifascistas Herri Norte Taldea (Athletic) e Indar Gorri (Osasuna) vienen sufriendo una serie de operaciones policiales en su contra y campañas de criminalización por parte de determinados medios de comunicación.

Por último, mención especial merecen unos San Fermines marcados por las cargas de la policía española y de la policía municipal contra mozos y mozas que pretendían mostrar reivindicaciones en el transcurso del txupinazo. Según denuncio el Mugimendu Sozialista en días previos al inicio de fiestas, en canales de Telegram de contenido reaccionario estaban promoviendo patrullas antinmigrantes para los días de fiesta. Así mismo, el alcalde de Iruña Joseba Asiron denuncio un intento de agresión por parte de grupos de ultraderecha durante el transcurso de una procesión de la corporación municipal. Casi como anécdota, resaltar que el miércoles de fiesta un torero simpatizante de Vox se dedicó a provocar en la plaza de toros al graderío reivindicativo.


b) IPAR EUSKAL HERRIA

Saliéndonos del ámbito de Hegoalde toca abordar la situación en Ipar Euskal Herria donde hace unos pocos años la mezquita de Baiona (Lapurdi) sufrió un intento de incendiarla por parte de un exapoderado electoral del partido de Le Pen que también hirió con un arma de fuego a dos hombres que le sorprendieron en la acción.

En Iparralde en los últimos tiempos la actividad callejera de la extrema derecha también se ha dejado notar incluyendo intervenciones públicas de agrupaciones ultras organizadas a nivel de Aquitania como Bloc Identitaire o más recientemente la pro-monarquica Action Francoise. Sin embargo, hace un tiempo que no se tienen noticias de los supremacistas blancos que defendían en su propaganda la «raza vasca-europea».

En un pasado reciente sectores ultracatólicos se han mostrado bastante activos con actos antiabortistas del obispo de Baiona o concentraciones contra el derecho de las parejas homosexuales a poder casarse.

Los sucesos más graves sucedieron el año pasado. El 26 de diciembre dos mujeres de origen subsahariano vecinas de Angelu (Lapurdi) sufrieron una agresión racista en Baiona. Ambas mujeres fueron insultadas desde un coche por un hombre tras lo cual fueron rociadas con gas lacrimógeno y golpeadas. El juzgado de Baiona abrió una investigación. Mientras, la misma noche de las elecciones a la Asamblea de Francia celebradas en junio, grupos (neo)fascistas se pasearon tranquilamente por las calles de Baiona haciendo el saludo romano incluso portando imágenes de Hitler a la vez que lanzaban gritos de apoyo al europarlamentario francés de ultraderecha Jordán Bardella; también se dedicaron a pintar símbolos (neo)fascistas sobre carteles contra la violencia machista.

A principios de julio un colectivo de vecinos de Baiona (Lapurdi) bajo el lema «Faxismoa borrokatu» denunciaba la «fascistización» de las fiestas de la localidad que empezaron el 9 de julio. Subrayo el hecho de que «no hay que irse a los Estados Unidos para ver el ascenso de la extrema derecha. En los últimos tiempos las expresiones fascistas están tomando cada vez más sitio en Euskal Herria y Baiona es testigo de ello. Las ideas reaccionarias cada vez tienen más fuerza.» Esta iniciativa popular lanzo un mensaje para «organizarse» contra el fascismo fuera de las instituciones y reforzar la seguridad ya que «la policía no protege a los oprimidos, por un lado, porque juegan con la complicidad y la impunidad hacia el fascismo, y, por otro lado, porque la arbitrariedad que les da el autoritarismo y el ascenso de las ideas reaccionarias la utilizan para oprimirnos.» En este sentido denunciaron que no es la primera vez que se ve a policías con simbología fascista y que en vísperas de fiestas se han dedicado a frecuentar las calles para «silenciar» a la gente.

El 11 de marzo se denunció públicamente la aparición en Maule (Zuberoa) sobre murales feministas realizados con motivo del 8 de marzo, Dia Internacional de la Mujer Trabajadora, de pintadas (neo)fascistas.

4) LA VIA PARLAMENTARIA VASCA DEL (NEO)FASCISMO FRANCES Y ESPAÑOL: EL NACIONAL-POPULISMO DE ABASCAL, ALVISE Y LE PEN

En la última década los (neo)fascismos de los Estado-Nación que niegan la realidad nacional vasca y condenan al euskera a un futuro aun mas minorizado, han hecho historia al atravesar el umbral de la representación institucional en los Parlamentos regionales donde se deciden cuestiones vascas.

Primero los ultras franceses agrupados bajo las siglas de Front Nationale, hoy Rossemblement national / RN (Agrupación nacional), consiguieron más de 18 mil votos (14’6%) en Euskal Herria en las elecciones para la Asamblea Regional Aquitana en 2015 lo que les dio derecho a dos asientos de representación vasca en ese Parlamento.

Cinco años más tarde en 2020 el partido Vox del vecino de Amurrio Santiago Abascal volvía a sacar un resultado histórico al superar 40 años después de la primera sesión del parlamento de la CAV, la tendencia del (neo)fascismo español (y del francés) de ser siempre fuerzas extraparlamentarias en las Cámaras de representantes autonómicas de Euskal Herria. Con algo más de 17 mil votos (1,96%,) la gasteiztarra Amaia Martínez se convertía en la representante por Araba de la ultraderecha española en el parlamento de la Comunidad Autónoma Vasca.

Ambas formaciones son en la actualidad los máximos y únicos exponentes de la vía parlamentaria de la extrema derecha en el Reino de España y la Republica de Francia, las dos con un proyecto considerado de corte nacional-populista con una estrategia parlamentaria más acusada en el Rn de Marine Le Pen y más inclinada a la calle en el caso de Vox.

La líder ultraderechista francesa ha llevado al partido a una imagen con una línea más moderada y a un perfil políticamente correcto no dado a excentricidades ni a provocaciones como cuando su padre presidia el partido.

Vox por su parte mantiene un perfil más callejero no dudando en provocar realizando mítines electorales en Euskal Herria protegido por la Ertzaintza como en Sestao o en el barrio San Francisco de Bilbao. El partido de Abascal combina la acción parlamentaria con la agit&prop callejera como la última campaña xenófoba contra la migración que escenifico en las calles de Gasteiz y que causo una considerable polémica. La polémica ha seguido abierta al anunciar el partido de Abascal de una «propuesta política» para deportar a los inmigrantes de 1ª y 2ª generación del Estado español que suman un total de 8 millones de personas.

Aunque no lo diga abiertamente el partido rezuma franquismo por los cuatro costados habiéndose opuesto a la demolición de símbolos franquistas alegando que es Historia o realizando recientemente un acto público en Iruña de homenaje a la División Azul que envió el régimen franquista a la URSS a combatir junto a los nazis en la II Guerra Mundial.

Actualmente el partido nacional-populista español mantiene en el Parlamento de la CAV a su representante (Amaia Martínez) por Araba tras lograr en las elecciones autonómicas de 2024 más de 21.600 votos (2’03%) casi 5000 votos más que en los comicios de 2020. En las elecciones europeas de 2024 el partido de Abascal obtuvo en la CAV el 2,68% de los votos mientras que en Nafarroa Vox obtuvo más de 17.000 votos (6,63%).

No ha sido la única expresión electoral (neo)fascista que ha recibido apoyo electoral en Euskal Herria. La candidatura del youtuber ultraderechista Albise Pérez, conocido por sus mensajes xenófobos y racistas antinmigración, obtuvo 14.971 (1,72%) votos en la CAV y 7.972 (3,06%) en Nafarroa.

En cuanto al partido nacional-populista francés en 30 años ha pasado de obtener en 1995 el 8’34% de los votos en Ipar Euskal Herria a obtener casi el 24% (legislativas francesas de 2024) siendo primera fuerza en las elecciones europeas en 92 de 158 localidades vascas. Si en Baiona en 2004 el partido solo logro sacar un 6’6% de los votos, en las últimas elecciones (europeas) celebradas obtuvo el 27’8%. En total el partido de Marine Le Pen suma casi 30.000 votos en Ipar Euskal Herria si tenemos en cuenta los resultados de las elecciones europeas.

Le Pen ha obtenido éxito electoral también en lo profundo y rural de Ipar Euskal Herria con un 21% en Baxe Nafarroa y un 19% en Zuberoa. En este ámbito rural el partido se ha apoyado en el sindicato agrario ultraderechista Coordination Rurale que ha venido desarrollando políticas populistas entre los baserritarras.

El talón de Aquiles para Rn en Euskal Herria se encuentra en lograr militantes para el partido aunque el pasado septiembre la organización juvenil del partido ultraderechista, Ressemblement National Jeunesse (RNJ), realizo un acto en Baiona a puerta cerrada en un hotel.

Vox por su parte no parece tener problemas de militancia especialmente en Araba y mantiene sedes abiertas en las capitales. En Donostia la rama juvenil del partido, Revuelta, hace poco mas de una semana coloco una bandera rojigualda y desplego una enorme pancarta en el monte Urgull donde apelaba a los donostiarras a no quedarse quietos ante iniciativas populares que pretendían derruir por franquista el enorme monumento al Sagrado Corazón que hay en la ciudad.

En definitiva si sumamos los resultados electorales de estos partidos políticos la cifra de personas que apoyan propuestas de extrema derecha en Euskal Herria sumarian en torno a los 90.000-100.000 personas eso sin contar a la derecha extrema de UPN y PP o la comunidad digamos que durmiente dentro del nacionalismo vasco que es susceptible de alimentar una opción ultraderechista de corte independentista.

5) EL RACISMO Y LAS INICIATIVAS ANTIRACISTAS

Por último, para cerrar la descripción de los delitos de odio protagonizados en Euskal Herria por parte de la extrema derecha organizada, mencionar la problemática racista en la comarca de Arratia (Bizkaia), Donostia, Hernani y Gasteiz.

Arratia se trata de un valle eminentemente rural en la Bizkaia profunda aunque la comarca tiene núcleos urbanos con presencia industrial como Lemoa o Igorre. En los últimos tiempos se habían detectado considerables tendencias racistas y xenófobas, pero sin indicios de tratarse de algo impulsado por la mano en la sombra de alguna agrupación ultraderechista. Ante el cariz que estaba tomando este fenómeno racista y xenófobo en el valle organismos locales se organizaron en la plataforma Sare Antiarrazista (Red antirracista) desde el cual vienen organizando charlas, actos festivos y movilizaciones.

Iniciativas como estas aunque no responden a una necesidad local de organizarse para responder a actividades (neo)fascistas, si constituyen herramientas para que bien no se enquisten estigmas y prejuicios contra los y las migrantes pero también para tratar de impedir la extensión de un sustrato social del que pudiera nutrirse en un futuro algún intento de organizarse en la zona alguna expresión de extrema derecha.

En Gasteiz por su parte hace unos años ante el asunto del racismo y su instrumentalización por parte de la extrema derecha se constituyó la iniciativa vecinal Gasteiz Anitza (Gasteiz Plural) para trabajar por la convivencia fomentando la responsabilidad de los vecinos y vecinas como sujetos activos. Como iniciativa viene denunciando que es habitual escuchar discursos excluyentes hacia las personas, muchas de ellas de origen migrante, en situación vulnerable que viven en lonjas o en lugares abandonados.

En los últimos meses según el organismo, con la excusa del miedo, la inseguridad y los estereotipos erróneos han aumentado mucho los discursos racistas contra jóvenes migrantes y un centro de acogida de refugiad@s de la capital viene siendo foco para campañas políticas y de incitación al odio por parte de la ultraderecha nacional-populista de Vox sumándose a veces el PP. En este sentido destacar que ahora ante la pérdida de votos de los populares hacia Vox, el partido de Núñez Feijoo se ha escorado aún más hacia la derecha «comprando» en parte el marco discursivo de los de Abascal en materia de seguridad, inmigración y violencia machista

La asociación antirracista es de la opinión de que Vox utiliza para sus «intereses e intrigas» los mensajes que lanza y que estos tienen cada vez mayor fuerza.

En este contexto la iniciativa denuncia que para desarrollar su actividad se enfrentan con muchas dificultades y falta de herramientas mientras que desde diversos medios se publican noticias de manera «irresponsable» alimentando el camino para que cale en la sociedad el discurso ultraderechista. Para revertir la situación y mejorar la convivencia fortaleciendo la diversidad Gasteiz Anitza reclama solidaridad vecinal a la vez que sigue exigiendo a las instituciones dotar de recursos a los servicios sociales y hacer planteamientos prácticos y realizables.

En la capital gipuzkoana por su parte se ha constituido la plataforma Donostia Antifaxista que lleva tiempo realizando movilizaciones antifascistas. La iniciativa, que reúne a decenas de colectivos políticos y sociales de todo el arco político de la izquierda alternativa y combativa de la ciudad, impulso una denuncia contra el ayuntamiento por el cierre de un albergue de la capital para convertirla en un centro turístico. Ese albergue servía de refugio a muchas personas inmigrantes sin domicilio.

En Hernani por su parte existe la asociación antirracista y feminista Amher que lleva realizando una intensa actividad contra el racismo en un pueblo donde la xenofobia y las campañas antinmigración han sacudido especialmente en los últimos años. Según contaba una miembro de Amher al periódico BERRIA de un tiempo a esta parte una corriente racista ha atravesado la localidad gipuzkoana a raíz del establecimiento de un campamento de magrebíes sin techo en las afueras del pueblo y una serie de robos que han ocurrido en determinada zona. Desde estos hechos el ambiente se ha enrarecido en Hernani y con ello la extensión de una sensación de inseguridad para una parte de la población lo que ha derivado que de un tiempo a esta parte se hayan producido varios acontecimientos de agresiones a magrebíes junto con un ataque ocurrido a la mezquita de la localidad en 2019 y la aparición de una serie de pancartas antinmigración. Por lo tanto, había un caldo de cultivo para lo ocurrido en la noche de San Juan. Según denuncian desde Amher el resultado es que hernaniarras de origen magrebí viven la realidad con cierto miedo a sufrir agresiones.

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A riesgo de que alguna expresión de la actividad ultraderechista se haya quedado en el tintero, estos serían los hechos más graves acontecidos en los últimos tiempos en este país. Todo esto (actividad callejera, apoyo electoral a partidos de extrema derecha, racismo…) constituye a grandes rasgos el mapa de la actividad del fenómeno (neo)fascista en Euskal Herria que da cuenta del grado de peligro (para algunos bajo y para otros alto) a los que se enfrentan antifascistas y gentes de izquierdas, abertzales, minorías sexuales, gente que vive en la calle, mujeres y sobre todo migrantes.


6) CONCLUSIONES. EL (NEO)FASCISMO QUE YA ESTA AQUI O EL FASCISMO QUE NUNCA SE FUE. SUS FORMAS Y METODOS DE IMPLEMENTACION DE UN MODELO SOCIAL

La lucha contra el fascismo no se limita a las urnas cada cierto número de años, es una lucha popular constante.

En nuestro país tras la crisis de 2008 vivimos una época marcada por el deterioro del sector público tras las medidas impulsadas por las elites económicas (la burguesía) en forma de apertura de nuevos mercados que ha traído la terciarización de las viejas economías industriales y el turismo. El sistema capitalista en crisis trata de relanzarse con nuevos nichos de mercado y es aquí donde hay que situar la voracidad imperialista que se enfrenta a China y trata de sojuzgar y someter a países que como Venezuela, Irán, Cuba, Corea del Norte o la Federación Rusa mantienen una política soberana e independiente.

Un imperialismo que va de la mano del fantasma del (neo)fascismo que atraviesa el mundo, también las fronteras de Euskal Herria. Pero a grandes rasgos no lo hace uniformado con camisas negras o saludos romanos sino proyectando la imagen del capital como el tótem que anida insertado en la psique de la clase trabajadora. Es un error pensar que el (neo)fascismo aún no se ha completado del todo y esperar que llegue como una copia de las formas en las que se dio en la Europa de entreguerras, sin atender a la política actual de los grupos de poder que señalan para generar toda clase de miedos e inseguridades en la gente. Generalizando un discurso del miedo que atraviese cualquier gobierno la burguesía busca establecer en las capas populares la idea de que la lucha por los derechos debe de supeditarse en función de la seguridad individual. (Neo)fascismo en esencia incluso aplicado por socialdemócratas (en realidad la mayoria ya social-liberales) y liberales.

En un contexto de vuelta de tuerca autoritaria los Estados ajustan el miedo y la represión (Ley Mordaza) en lo que significa la adopción por parte del (neo)fascismo de formas modernas en una nueva estrategia de la clase dominante para mantener el control y el poder sobre los explotados desviando la atención de las auténticas causas de las desigualdades e injusticias. Las tendencias reaccionarias en ascenso social nos muestran que vivimos en una sociedad trufada de manera sutil de una subjetividad y sensibilidad (neo)fascista de valores y actitudes autoritarias. Se extienden el machismo, la homofobia, la xenofobia, el racismo y en definitiva el (neo)fascismo.

Especial atención merece el fenómeno del racismo y la xenofobia que en Euskal Herria afecta a entre un 12 y un 15% de la población, que es de origen inmigrante. Aquí, al igual que en todo Occidente, las políticas reaccionarias antinmigración esconden tres cosas: 1) Desviar la atención del enemigo real de la clase trabajadora: los grandes capitales que se aprovechan de autóctonos y migrantes para seguir llenándose el bolsillo aumentando beneficios. 2) En un constante contexto de amenaza poder explotar aún más a los migrantes criminalizándolos. La realidad no es que partidos como Vox no quieran inmigrantes, sino que lo que no quieren en realidad son trabajadores y trabajadoras con derechos. 3) Evitar conocer la responsabilidad del llamado Primer Mundo (Occidente) en la situación de pobreza y miseria a la que han condenado el llamado Sur Global.

a) ¿QUE HACER?

Desde estas líneas no pretendo dar lecciones de estrategias y tácticas políticas a nadie, pero si lanzar algunas pinceladas sobre las que la izquierda combativa pueda erigir su proyecto anticapitalista-socialista sobre unas bases populares y democráticas.

En una crisis global del capitalismo que amenaza con una refundación aún mucho más violenta y de barbarie, a la izquierda alternativa le urge abandonar las históricas luchas internas, fratricidas muchas veces, y avanzar hacia nuevas confluencias unitarias de autodefensa y confrontación contra el Capital y su contemporánea herramienta del (neo)fascismo. En este sentido son interesantes las experiencias de Donostia Antifaxista, la respuesta de unidad sindical y popular en torno al caso de los 6 de la Suiza en Xixon (Asturies) o algo que parece una nimiedad como fue la respuesta conjunta de los agentes sociales y políticos de las txosnas de Hernani ante el progromo de la noche de San Juan.

Hay que hacer el esfuerzo de encontrar caminos de confluencia popular bajo análisis materialistas. Nos lo pide la clase trabajadora.

Un primer paso de los y las antifascistas es reconocernos en el ejercicio de la memoria histórica haciendo nuestros, como parte de un mismo lado de la barricada, experiencias como las de los Arditti del Popolo en la Italia fascista, de las Milicias Antifascistas Vascas en la Guerra del 36, de la Acción Antifascista alemana durante el ascenso del nazismo en el periodo de entreguerras, de los maquis zuberotarras durante la ocupación nazi de la II Guerra Mundial o de la Resistencia Vasca en el periodo de los años 40-50 del siglo XX. De la misma manera que hay que reconocer como hijos del pueblo a los cerca de 3500 asesinados por los fascistas en las cunetas y campos de Nafarroa en 1936, a los últimos fusilados por el franquismo en Euskal Herria los guerrilleros anarquistas Amador Franco y Antonio López, a Txiki y Otaegi, a Normi Mentxaka, a German Rodríguez y Joseba Barandiaran, a los 5 obreros asesinados por la policía en Gasteiz el 3 de marzo de 1976, a Joxe Miguel Etxeberria «Naparra», a Lasa y Zabala, a Popo Larre, a Esteban Esteban Nieto o a Irantzu Mugeta Montero

Es una realidad que en los últimos tiempos se han incrementado las expresiones antifascistas en Euskal Herria con la organización por parte de distintos movimientos juveniles de movilizaciones y actividades para hacer frente a la amenaza (neo)fascista, la existencia de experiencias combativas como Ezkerraldea Antifaxista y la aparición en el escenario político vasco de nuevos sujetos socio-políticos como Pasaia Antifaxista, Bilbo Antifaxista o la Internacional Antifascista (mundu berri baten alde) que durante todo el mes de mayo ha estado celebrando unas Jornadas Antifa en Oarso-Bidasoa (Gipuzkoa). Sin entrar a valorarlos también son significativos hechos como la asunción por parte del sindicato ELA de un compromiso político antifascista, las apelaciones al antifascismo de referentes de la izquierda abertzale oficial, la oposición del PSN a la ultraderecha anunciada por Txibite, las jornadas “Badago alternatiba! Taupada atzerakoiari Euskal Herrian aurre egin» organizadas por UEU e Iratzar Fundazioa, el compromiso antifascista del festival EHZ, los llamamientos a la juventud de Gazte Koordinadora Sozialista (GKS) para ocupar la primera línea contra el (neo)fascismo…

Estos hechos ponen de manifiesto que existe una necesidad de dotar a la clase trabajadora vasca de las herramientas necesarias para su autodefensa frente a la ola reaccionaria y la ofensiva (neo)fascista pero también para confrontar con esa extrema derecha, recuperar terreno y conquistar nuevos espacios así como articular respuestas específicamente antifascistas que luchen contra la expansión de la ultraderecha organizativamente pero también en sus expresiones cotidianas. Unas expresiones que son palpables en redes sociales, chats o aplicaciones (app) de internet que no hacen más que alertarnos de que se viene cocinando un caldo de cultivo muy peligroso.

En este sentido la verdad es revolucionaria como dijo Lenin además de un arma clave contra el (neo)fascismo que se caracteriza por la mentira y la manipulación descarada. Hay que hacer un esfuerzo en seguir promoviendo el pensamiento crítico, la deliberación popular, el dialogo abierto, la dialéctica materialista y la ciencia porque son barreras fundamentales contra las estrategias propagandísticas de la derecha y la extrema derecha (neo)fascista. Hay que defender el acercamiento de las artes y de las ciencias a los sectores populares de manera profunda y amplia. Incluso sin caer en el más burdo nacionalismo no está de mas un enfoque de sentires y saberes ancestrales (comunitarios) con el que enfrentar el individualismo y la tecnociencia militarizada que propone el (neo)fascismo.

Frente a la internacional (neo)fascista que se mueve por el planeta con todo tipo de recursos militares y económicos a su disposición hay que fomentar la recuperación del internacionalismo y construir plataformas organizativas para coordinar ideas y acciones a nivel internacional desactivando las guerras en curso y desmilitarizar nuestras sociedades para lo que hay que desmontar la cultura de la muerte ligada al (neo)fascismo que fomentan los discursos descontrolados de Trump, Milei, Netanyahu y las democracias liberales europeas en un camino armamentista que se desliza hacia el enfrentamiento nuclear. El fomento de un movimiento antimperialista potente es una asignatura pendiente del movimiento popular vasco viniendo como venimos del NO a la OTAN de 1986.

Por último frente al individualismo neoliberal hay que seguir tejiendo y fortaleciendo la solidaridad comunitaria con el que resistirse a los ideales nacional-populistas y (neo)fascistas. A la gente que vive con dificultades (sueldos bajos con los que afrontar gastos, miedo, sensación de inseguridad, miedo al futuro etc.…) como dijo recientemente el miembro del sindicato Euskal Laborarien Biltzarra (ELB) Jean Jo Ferran hay que trabajar con ella, darles a entender que se puede pensar desde parámetros externos del capitalismo. Que hay esperanza colectiva y de que otro mundo es posible.

Por último tenemos que tejer y fortalecer las complicidades entre las diferentes experiencias contra el (neo)fascismo de Euskal Herria para que exista un trasvase de información con el que podamos identificar a las claras a nuestros enemigos y hacer funcional un Movimiento Antifascista Vasco potente.

Esta es mi propuesta.

Euskal Herria a 11 de julio de 2025

 

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