Alfredo Remirez (@erreharria): No hay libertad de expresión, cada día tengo que medir mis palabras
“Cada día primero veo la viñeta de Tasio, para cargar las pilas”
Alfredo Remirez, @erreharria, tendrá que pasar el 27 febrero por la Audiencia Nacional. Será juzgado por “enaltecimiento del terrorismo en las redes y por humillación a las víctimas”. Le piden “dos años de prisión, cinco de libertad vigilada y dieciséis de inhabilitación”, tras la Operación Araña III. “Junto a mi detuvieron a Andeka Jurado, Kaiet Prieto, César Strawberry, escritor, compositor y cantante de Def Con Dos”.
Ante peticiones como estas, una vez más la libertad de expresión pierde su sentido, pero además como explica Alfredo Remirez con estas operaciones lo que se intenta es “tapar la boca” a la disidencia política, sobre todo, “de un lado”. Como siempre, “@erreharria” no está solo y el 11 de febrero en Amurrio, su localidad natal, han organizado una jornada de solidaridad, que aglutinará una manifestación en favor de la libertad de expresión, habrá diferentes actividades y conciertos en apoyo a Alfredo Remirez y a otros afectados por la falta de libertad de expresión. Para contribuir con los gastos se pueden hacer aportaciones aquí: ES27-3035 0089 12 0890048368 y en la pagina web: www.alfredo.info se puede colaborar.
¿Cuáles fueron los tuits que hiciste para que te pidan estas penas tan graves?
En mi caso, desde 2014, que me detuvieron y luego me dejaron en libertad, han pasado por diversas fases estas acusaciones. En primer lugar, me ponían como unos treinta y pico tuits muy diversos en los que intentaban hacer era marcar la ideología de @erreharria, la mía. Te van poniendo tuits a favor de la izquierda abertzale, de los presos, etc. De todo ese mar de tuits que tengo, unos 60.000 calculo, no sé ni los que tengo, han encontrado seis o siete, aunque primero había alguno mas y han quitado algunos que no tenían sentido. Son algunos como el ongietorri a presos, como pueden ser Pablo Gorostiaga o Xabier Alegria, algún chiste un poco malo, y poco mas. Es lo que me han pedido por esos seis o siete tuits. POr eso, tendrė que ir a la Audiencia Nacional el 27 de febrero a ver quė me cuentan.
¿Qué te parece y qué piensas de todo esto?
Me parece que soy uno más de una gran lista de gente que ha sido represaliada por utilizar realmente el derecho de expresión. Esto es Euskal Herria, aquí nos conocemos todos. Ardibeltza, Egin, Egin Irratia, Egunkaria, ahora mismo la denuncia que tuvo el periodista de Argia, la situación de Ahotsa.info en el punto de mira, Boro de Lahaine.org, también esta teniendo sus marrones. Creo que toda esa gente que está sufriendo esos problemas por la libertad de expresión son de un mismo lado, por el lado contrario no ocurre lo mismo. No encontramos esa misma represión.
A parte, el delito de enaltecimiento y humillación de las víctimas es una cosa muy maleable, que no tendría que existir. Es el delito de moda en la Audiencia Nacional como no tienen trabajo en otras cosas, van metiendo esto. En nuestro caso nos metieron a catorce o quince, que nos separan en un sumario individual a cada uno, y ya tienen carnaza para rato.
Nuestra operación, si cabe, quisieron que fuese más mediática en el aspecto de que veníamos del Herri arresia de Gasteiz, que tuvo mucha repercusión y en el que participé haciendo fotos y poniendo tuits, y la semana siguiente teníamos elecciones españolas. Entre medio nos cogió a nosotros para hacerse propaganda.
¿Crees que no hay libertad de expresión?
Está claro que no hay libertad de expresión, cuando tengo que andar midiendo las palabras, cuando creo que no he ofendido a nadie en ningún momento y mira lo que me piden.
¿Como lo llevas desde 2014 que ocurrió eso?
Jodido. Con ansiedad. Dolores de tripas…y esas cosas. Pero, sobre todo, lo que mas siento es la preocupación de la gente que me quiere. Hay gente que está sufriendo por eso. Por ejemplo, les he insistido varias veces en darles mi dirección actual para el envío de las citaciones y, sin embargo, siguen llegando las cartas a mi madre, lo que le genera más preocupación a ella. Son cosas que no se pueden entender. Quiero hacer hincapié en que si te fijas en el caso de Otegi, a los presos, Iñaki Ellakuria, que sufrió atentado en Berlín, que porque tiene una ideología concreta ha pasado de ser víctima a ser casi verdugo, que le ha pillado un camión, esa gente que le ha ofrecido un tiro en la nuca, le ha dicho que se muera, ¿a donde esa gente quien va a ir? No va ir nadie. La balanza está desequilibrada, solo les interesa ir a por una parte de la población.
¿Qué podemos hacer?
Al final te autocensuras, porque uno de los tuits que me metieron es que hubo en Italia unos enfrentamientos con la Policía y quemaron un coche. A la mañana siguiente cuando vi la foto puse que me gusta el olor de fogata por la mañana. Es un chiste. No pueden ver mas allá. Me querían meter enaltecimiento de kale borroka por un coche quemado en Italia, por estudiantes italianos. O sea, ¿qué podemos hacer? Pues primero, blindarnos entre nosotros. El apoyo entre nosotros tienen que ser claro. Segundo, que quien esté acusado, y aunque no piense igual que yo, lo importante es ese derecho a decir lo que tenga que decir. Quienes fuimos detenidos en la Operación Araña no somos todos del mismo ‘palo’. Tenemos ideas diversas, pero tenemos un mal común que nos han cortado (o por lo menos intentado) la lengua. Es lo que quiero decir. No tengo porqué compartir lo que tu dices, pero sí tengo el deber a defender tu derecho a decirlo. Me han llamado de todo. Lo que hago es pasar, qué hagan lo mismo conmigo. Hay una frase que me gusta mucho ‘si no se puede bailar, no es mi revolución’, yo la transformo y digo que ‘si no puede reír, no es mi revolución’. Explicaba el otro día a un compañero tuyo mi caso es que todos los días que me levanto y voy al bar a tomar un cafecito y leer el periódico, lo primero que leo es Tasio, y cuando ya tengo mi sesión y ración de humor ante la mierda que tenemos en este país en este momento, me cargo de energía positiva y me meto en tarea. El humor como arma es una cosa necesaria y que, luego aparte, no he hecho nada, que con palabras no se hiere a nadie, no matas a nadie.
Luis Maria Anson también se pronunció en contra del cierre de Egin, con ese argumento de no compartir lo que salía cada dia de sus rotativas, pero sí el derecho a decirlo.
Efectivamente. Uno de los tuits por los que estoy en esta situación es por uno sobre Pablo Gorostiaga. Es una persona que tu también conoces. Se ve la diferencia de visión que tenemos de Miranda para abajo y aquí. Cuando veo a Pablo Gorostiaga con el puño levantado y pongo que la cárcel ha sido la venganza del Estado por una vida luchando, y su puño levantado: la dignidad que no doblega. Ellos ahí ven enaltecimiento del terrorismo. No veo eso, lo que veo es que una persona que ha estado ocho años en la cárcel, que ha cumplido su condena, con la edad de Pablo Gorostiaga, al cual se le impidió a despedirse de su mujer gravemente enferma que estaba no sé cuanto tiempo sin visitarle. Con Judith, la fallecida mujer de Pablo, compartí visitas a Herrera de La Mancha. Todo eso no es delito: tenerla a una persona con esa edad en la cárcel por el caso del cierre de Egin, que se le ha tenido a 700 kilometros de su casa y no poder despedirse de su mujer, pero sí es delito por alegrarme de que una persona, que admiro y quiero, después de todo ese sufrimiento vuelva a su casa, que lo veo como un paso más hacia la paz, aunque me parece una palabra muy gruesa, hacia un proceso de normalidad de este país. Ellos lo ven como enaltecimiento del terrorismo, pero con todos igual. Con una frase de Argala, que se utiliza ya en todo Euskal Herria de forma normalizada ‘denok eman behar dugu zerbait..’ Es una frase que se utiliza en todos los aspectos de la vida. Frases que son del saber popular. como si me quieren meter algo por gritar ‘jotake irabazi arte’, que lo gritan desde los jugadores del Athletic a las trabajadoras de Residencias de Bizkaia, al final es la lucha del relato.
¿Cada uno tendrá que hacer su relato?
Totalmente de acuerdo.
Por eso, extrañan estas acusaciones frente a la libertad de expresión. ¿No te parece?
Sí, porque algunos me dicen en las redes sociales que ‘estoy a sueldo’ de Sortu. ¡Ya podría estar a sueldo de alguien! Me río de lo que me tengo que reír, le guste a la gente o no, y sí que cojeo de cierto lado, pero no me he casado con nadie, cuando algo no me gusta, no me gusta. Ya lo dije con la votación de Rafa Larreina con el tema del aborto. Lo que no me gusta, no me gusta. Hay alguna gente que me lo escribe y hay otros que me vienen a buscar a casa. Esa es la diferencia (se ríe).
Amurrio el día 11 de febrero se volcará en la solidaridad contigo y quienes sufren la represión por esa falta de libertad de expresión.
Sí. Antes que nada debo dar las gracias a quienes me están apoyando y me muestran su cariño. Me quedo alucinado de la gente que me conoce, me lee y me saluda. Y no sabia que me seguían tantos. Lo hacía de forma anónima, pero se agradece mucho en estos momentos difíciles. Tengo un grupo de grandes amigos, que están haciendo una campaña muy maja de ‘AlFREEdo’ siguiendo esa idea de que ‘si no nos podemos reír, no es nuestra revolución’ y comentar que el 11 de febrero se va a hacer en Amurrio ‘Elkartasun eguna’, que lo vamos a aprovechar para reivindicar la libertad de expresión, que es un problema que tenemos todos, es un problema de que si quieres decir algo, no puedes. Hemos sacado unos unos calendarios de bono-laguntza. Y algunas acciones más. Todo guiño a esta lucha por la libertad de expresión, lo agradeceremos y agradezco de todo corazón.
La ley mordaza va en este sentido.
En mi caso no nos ha tocado. Es anterior a esa ley. Pero estamos hablando en un país como España que hacer un chiste sobre Carrero Blanco te lleva a la Audiencia Nacional, pero una Fundación Francisco Franco te lleva a recibir subvenciones. Es paradójico y se demuestra que la ley mordaza busca taponar unas bocas que gritan determinadas cosas.
Al final, de lo que se trata es de hacer callar a la gente.
Exactamente, hacer callar a la disidencia, hasta las ramas más suaves. Antes de entrar en vigor la ley, acudí al desalojo del gaztetxe Maison 13 y un ertzaina ya me dijo que no quería mis fotos y me dijo que me iba a comer la ley mordaza. Les ha venido de puta madre. Porque ves a un policia pegando a una señora, si lo grabas, el único delito que hay es tu grabación. Y te van cohibiendo. Al final, te cortas.
¿A qué te dedicas?
Estoy en paro. Soy auxiliar de clínica. Empecé en este tema de la comunicación, como el caso de otra mucha gente, en Laudio montamos la radio Uhinak Irratia, entre 2000-2001. Luego se acabó y estuve en la fundación de Aiaraldea.eus. Siempre me ha gustado este mundo de la comunicación, pero siempre he sido un poco autónomo. Siempre me ha gustado ese lado pirata de la información, lo políticamente incorrecto. Empecé en twitter con el tema del gaztetxe de Kukutza. Al principio, lo veía que no iba a entrar, pero es una herramienta que para estar en ese mundo, tienen mérito porque en 140 caracteres tienes que comprimir la idea. Lo bueno de la gente que realiza esa labor periodística es que a los medios de comunicación les pides más, les obligas a mas. El periodismo va un paso atrás que la sociedad.
¿Qué esperas de todo esto?
No espero nada bueno. Insisto en decir lo que he dicho en otras entrevistas que me han hecho, Billy el Niño entró por la misma puerta que entraré yo y otra gente mas ‘malota’ que yo, y han salido limpios. Y yo voy a salir enmarronado, habrá que ver hasta qué punto. Lo que sí sé es que no conozco a un vasco que haya ido a la Audiencia Nacional y haya salido limpio. Con esto tenemos otro problema: que es librar o no, porque ¿librar es no ir a la cárcel? No. Eso no es librar. Librar será que se me reconozca que no he cometido ningún delito y que no he hecho nada. Pero sabemos que de la Audiencia Nacional no libra nadie.
Juanjo Basterra