¡Que traigan a Mikel! Una familia luchando por verse
Mikel Izpura es un preso político de la Txantrea. Ahora está en Murcia, a 1.500 km. Su hermano tiene un cáncer terminal, y Mila, su pareja, también se encuentra convaleciente de esta enfermedad. Y la dispersión es una muralla insalvable entre ellos.
A Mila y a su cuñado les es imposible viajar a Murcia, y este año sólo han podido ver a Mikel en los dos traslados a Iruñea que le han concedido, de apenas una semana y siempre con trabas para las visitas.
La familia ha intentado por todos los medios que lo mantuvieran en la cárcel Iruñea, para que pueda despedirse de su hermano y ser visitado por su pareja. Además, el propio preso también sufre dos enfermedades que pueden tener una evolución preocupante, y la familia intenta en vano que sea tratado en la sanidad navarra.
Han recurrido al Defensor del Pueblo y anuncian que seguirán luchando para que Mikel sea trasladado a la cárcel de Iruñea. Subrayan que ésta es solo una historia más entre tantas, y que la dispersión es una rutina de sufrimiento para cientos de familias a la que hay que poner fin.
Mañana sábado, una movilización pedirá en Donostia la libertad de los presos y presas con enfermedades graves.