Los recortes no pueden poner en peligro la seguridad de quienes trabajan en la sanidad pública
El sindicato LAB quiere hacer público su posicionamiento ante la crisis sanitaria que ha supuesto el contagio por virus de Ébola entre el personal sanitario de la Comunidad de Madrid.
En primer lugar el sindicato quiere solidarizarse con las compañeras y compañeros sanitarios de la comunidad de Madrid y en particular con la compañera auxiliar de enfermería contagiada.
Los primeros culpables de lo acontecido son los gobernantes españoles del PP, que mediante su política de recortes y desmantelamiento de la sanidad pública han contribuido a facilitar este contagio, junto con la negligencia mostrada al repatriar a personas contagiadas que únicamente podían recibir tratamiento paliativo, el cual se les podía ofrecer en la zona afectada si se hubiera enviado la infraestructura y ayuda sanitaria necesaria.
Ante ello destacamos la labor de países como Cuba que deciden mandar a pie de cama en Sierra Leona a 165 profesionales sanitarios (médicos), así como la de diversas ONGs con personal voluntario.
Entendemos que en Hego Euskal Herria el personal de los servicios públicos sanitarios se encontraría igualmente expuesto ante la aparición de un caso de Ébola, ya que se carecen de las infraestructuras, medios materiales y formación para que se desarrolle su labor asistencial con plenas garantías para su propia seguridad.
Desde ese punto de vista exigimos a los gestores de Osasunbidea y Osakidetza que habiliten las medidas pertinentes en previsión de que se pueda producir la aparición de algún caso en nuestro territorio, y advertimos a las-os compañeros de la situación de indefensión en que se encontrarían de darse el mismo.
Los recortes no pueden poner en peligro la seguridad de las personas que trabajamos en la sanidad pública. Por lo que, a sabiendas de que Osakidetza y Osasunbidea ya ha puesto en marcha un protocolo de actuación y tiene centros hospitalarios referenciales para atender a los posibles casos que puedan surgir, no podemos permitir negligencias como las ocurridas en Madrid. Por lo tanto en primera instancia solicitamos:
Que todo el personal sanitario que presta atención directa paciente o maneje muestras (atención primaria, urgencias, ambulancias, laboratorios) sea informado y formado sobre el protocolo a utilizar.
Formación exhaustiva en contenidos y extensiva en el tiempo hasta que se haya familiarizado con el protocolo, y que en todo momento cuente con unas figuras responsables que realicen labores de observación-supervisión.Que se delimite el personal específico que atienda estos casos, evitando la rotación de profesionales y reduciendo así posibilidad de contagio.Que el resto de personal sanitario que no trabaje en estos servicios directos también sea debidamente informado.Que Osakidetza y Osasunbidea garanticen que el personal que trabaja en los servicios privatizados (limpieza, lavandería,…) conozca y esté formado en el manejo de residuos contaminados. Y destacamos que en situaciones como la que nos ocupa, nos reafirmamos en la reversión de todo lo privatizado para un mejor control, garantía y seguridad del trabajo que realizan.Que los EPIs (Equipo de Protección Individual) que utilice el personal sanitario y no sanitario sea de “riesgo biológico 4” tal y como aconsejan los protocolos internacionales.Que los protocolos no queden en papel mojado sino que se articule su aplicación práctica, designando equipos responsables dotados capacidad operativa y de los medios humanos y materiales precisos . En caso de que no se habiliten los protocolos y se dispongan los recursos necesarios tomaremos las medidas pertinentes para advertir y garantizar la seguridad de todo el personal sanitario de Osaskidetza y Osasunbidea. A su vez no toleraremos que se intente culpabilizar a las propias plantillas de los posibles contagios, tal y como están intentando hacer en el caso de Madrid.
A modo de conclusión y de reflexión planteamos que es preciso abrir el debate en torno al modelo sanitario que necesitamos en Euskal Herria, el cual a tenor de todo lo ocurrido, con todas las carencias que ha destapado, debería ser diametralmente opuesto al que se ha ido imponiendo desde las instancias del estado español.