1.500
Mil quinientos militantes de EHBildu. No de Sortu, sino del conjunto de EHBildu. Han votado telemáticamente desde su casa o desde el trabajo. El 91% ha votado que sí a lo que ya estaba decidido. A pesar de todo, EHBildu lo ha vendido como un éxito.
La decisión por parte de EHBildu de aprobar los presupuestos (PGE) de uno de los Estados que nos ocupa, no es de recibo en ningún caso. Es un mal chiste decir que con el voto favorable a la aprobacion de los presupuestos, se podrían conseguir unos cuantos millones para alguna infraestructura, cuando nos están robando miles de millones de euros. Explícitamente se apoya la construcción del TAV, se financia la casa del rey español, se apoya a la guardia civil… Todo eso cuando en Euskal Herria hay gente que no tiene casi ni para comer, por resumir.
Es impresentable hacer pública de antemano la decisión de aprobar dichos presupuestos y después preguntar a la militancia. Sin asambleas, sin debatir, sin poder hablar ni escuchar. Desde la individualidad de cada uno/a con su ordenador. Así los quiere el capital y así le encarga a la socialdemocracia la parte del trabajo que le toca.
Aun así, repetimos, solo han votado 1.500. Nos preguntamos cual es la razón de tan baja participación: ¿paso de votar pues ya está hecho?
Nosotros pensamos que el lobby que dirige a la socialdemocracia vasca ha hecho un par de cosas "bien" desde el ya triste cambio de estrategia (2009) hasta nuestros días.
Una de las tareas cumplidas es que consiguió que no cuajara, en los años inmediatamente posteriores al cambio de estrategia, una alternativa revolucionaria ante la deriva socialdemócrata, a la vez que estigmatizaba a los brotes revolucionarios. Para ello mintió, difamó, utilizó el nombre de la organización armada, etc.
La otra es que, por una parte, EHBildu retenía como podía a sectores críticos con su escandaloso proceder después del cambio de estrategia y la supuesta implementación de una dinámica de desobediencia. Por otra parte, y mientras el tiempo corría, siguiendo un método blindado, estricto y sin contemplaciones ni democracia interna, convertía las estructuras de EHBildu, su vida interna o cualquier otra manifestación partidaria, en una correa de transmisión del lobby anteriormente mencionado.
Hasta aquí han llegado, y con vocación de Estado. Sí, de Estado, pero no vasco. El lobby, y EHBildu también, sabe que no es posible una república vasca a lo Kosovo ni cosa que se le parezca y encima por las buenas. Aunque solo sea república a secas. La máxima aspiración de la socialdemocracia vasca es asumir el papel del PNV y, si puede, superarlo. No hay más de ese lado.
Por contra, sí podemos marcarnos como referencia construir como objetivo táctico el Estado Socialista Vasco. Es la única garantía de la nación obrera vasca. Y esa sí que no va a ser por las buenas.
Jon Iurrebaso Atutxa 27-11-2020