A raíz del proceso de diálogo

A raíz del proceso de diálogo abierto hace unos meses

Mediante estas palabras queremos hacer un balance del proceso de diálogo iniciado el pasado 1 de Septiembre con EHBildu y representantes vecinales del Casco Viejo, para buscar una solución acordada y así, dar una salida al conflicto entre el Gaztetxe Maravillas y el Gobierno de Navarra.

En primer lugar, queremos hacer autocrítica en tanto que nos hemos equivocado de proceso a la hora de buscar una solución dialogada para el proyecto del Gaztetxe Maravillas, y queremos agradecer al barrio de Alde Zaharra y a EHBildu por su sincera disposición a buscar una solución acorde a las demandas de espacios autogestionados. Toda la situación que vino tras el desalojo condicionó los ritmos y decisiones de la asamblea al punto de hacernos tomar caminos precipitados, haciendo que avanzáramos en un proceso sin tener una opinión consensuada dentro de la misma, todo esto estando enturbiado por el proceso judicial a pesar de haber dicho en repetidas ocasiones que no entraríamos a dialogar estando el proceso judicial abierto.

Cabe mencionar que el proceso de diálogo iniciado hace dos meses ha supuesto un desgaste político y personal tanto para las militantes de la asamblea del Gaztetxe como para las partes implicadas. Aunque para los agentes institucionales haya sido un proceso largo, no lo hemos percibido así desde la propia asamblea del espacio, ya que los ritmos y dinámicas de cada parte son completamente diferentes. Esto ha supuesto que se generarán tensiones en el seno de la asamblea así como entre las partes implicadas.

El diálogo ha pasado por distintas etapas, no exentas de debate entre posturas diversas, incluso en las que parecía que lográbamos llegar a un consenso sobre una posible solución. Por desgracia no hemos podido llegar a un acuerdo entre los agentes implicados, no porque tengamos posturas contrarias, sino porque tenemos dos maneras de entender las cosas, tenemos dos modelos distintos. Nuestro proyecto tiene como eje central la autogestión, hacemos trabajo político desde la base, construyendo entre todas proyectos y alternativas que respondan a la actual situación del Casco Viejo. Por todo ello, aunque al principio mostramos predisposición a trasladarnos, hemos tomado la determinación de quedarnos.

A día de hoy el Casco Viejo esta viviendo un proceso de gentrificación brutal en el que los vecinos y vecinas nos estamos viendo obligados a abandonar el barrio debido al encarecimiento desorbitado de los alquileres, la privatización del espacio público así como la proliferación de negocios de hostelería que perturban el normal desarrollo de la convivencia vecinal.

Ante ello, consideramos que la forma de combatir esta problemática y construir otro modelo de barrio no pasa por articular espacios que estén bajo la atenta mirada y limitación de unas leyes pensadas para mantener y perpetuar un orden político y económico injusto, precisamente el que ocasiona estos graves problemas para el vecindario de Alde Zaharra. Optamos por la construcción y organización de espacios de contrapoder popular donde podamos trabajar en conjunto, sin cortapisa alguna, para suplir nuestras propias necesidades. Entendemos que el trabajo que estamos desarrollando no se puede llevar a cabo dentro de las limitaciones que supone la institución. Desde Maravillas estamos construyendo otro modelo de barrio, mediante el auzolan y la autogestión estamos tejiendo unas relaciones de solidaridad y apoyo mutuo entre todas las participantes de el espacio, generando soluciones inmediatas a las problemáticas que identificamos dentro de el barrio y desarrollando herramientas que nos permitan afrontar el negro futuro que se cierne sobre nosotras. Todo este trabajo que estamos realizando no sería posible dentro de unas limitaciones legales que imposibilitarían este trabajo en conjunto, ademas de suponer una gran losa a nivel de la autofinanciación que es necesaria para el desarrollo de el proyecto. Todo esto ya lo vimos con el proceso de Caparroso.

Fruto de esta reflexión pusimos una serie de lineas rojas al inicio del proceso de diálogo para garantizar el carácter popular del futuro espacio, lineas rojas que fueron paulatinamente desdibujadas. No obstante, consideramos que todo el camino recorrido ha sido correcto por parte de los agentes implicados. A pesar de ello, creemos que se pueden explorar nuevas vías de interrelación entre el Movimiento Popular y las instituciones, donde se priorice el trabajo que están realizando las primeras sin que las segundas lo condicionen.

No podemos entender como después de 20 años de abandono institucional, ahora que tiene un proyecto detrás, se priorice la situación del edificio donde se encuentra el Gaztetxe Maravillas a otras prioridades que demanda la sociedad navarra. Por ello, instamos al Gobierno a que abandone de una vez por todas la vía represiva y que aborde esta situación con altura de miras, sin darle más relevancia de la que merece y sin delegar en otros agentes la responsabilidad de darle fin a este conflicto.

Maravillas herriarentzat!