Carta de Dani Pastor, preso político vasco
Cartas desde prisión:
Daniel Pastor Alonso
C.P. Puerto III, 20-9-2020
(…) No he encontrado un momento para contestaros antes, para poder analizar cómo hincarle el diente a las numerosas cuestiones que el comunicado de Herritar Batasuna me planteaba, una vez salido del shock que me causó. Y en esto estaba cuando saltó el nuevo asesinato del preso político vasco Igor González. Así que sin más demora me pongo.
Empiezo “enmendando” en lo referente a que dicho comunicado justificando la no asistencia a la manifestación antifascista del 25 Julio se esté alardeando de marxismo o internacionalismo; no obstante, esto sería como decir que Trotsky, Bernstein, Kautsky, Bujarin, Bakunin, etc; o los defensores del “socialismo del S. XXI” son marxistas-leninistas por utilizar su nomenclatura.
Herritar Batasuna si no me equivoco, surgió con la intención de ocupar el espacio revolucionario abandonado por la escisión protagonizada por los Otegi de las diversas organizaciones del MLNV así como toda la pléyade de burócratas pequeño burgueses y chovinistas que les acompañan. Con esta victoria momentánea del oportunismo culturalista, el nexo de unión entre la lucha de clases, el socialismo, y la lucha de liberación nacional, quedó roto.
“El capitalismo en desarrollo conoce dos tendencias históricas en la cuestión nacional. Primera: el despertar de la vida nacional y de los movimientos nacionales, la lucha contra toda opresión nacional, la creación de Estados nacionales. Segunda: e desarrollo y la multiplicación de vínculos de todo género entre las naciones, la destrucción de las barreras nacionales, la creación de la unidad internacional del capital, de la vida económica en general, de la política, de la ciencia, etc”. (Lenin)
Tanto el escisionismo como las fuerzas populares conocen el origen y desarrollo del actual Estado español. Al igual que su forma precedente, la monarquía absoluta, estos se forman en el preciso momento en el que los intereses de CLASE se vuelven irreconciliables, transformándose de esta manera en el poder centralizado de las clases dominantes para aplastar las resistencias de las clases subordinadas. En el caso español, la centralización de los distintos reinos se realizó bajo la hegemonía de la monarquía castellana, resultando de ello en la actualidad, un Estado no nacional, sino administrativo, configurado para someter el mercado y la explotación del capital al trabajador de las distintas naciones, Galiza, Euskal Herria, Catalunya, Castilla. Son las burguesías de estas naciones las que han configurado, y están interesadas en que el Estado español no se rompa, en que siga defendiendo sus intereses de clase, tanto contra su enemigo interno (el proletariado), como del externo (el resto de imperialismos). Esto no excluye que en momentos en los cuales vean peligrar su condición y poder de influencia, se unan con la pequeña burguesía, y usando a las masas, azucen las banderas independentistas para un nuevo reacomode dentro del “Hermano mayor”.
En el momento de desarrollo histórico en el que se encuentra el Estado español, de capitalismo monopolista o imperialismo, ¿cómo y con quién conjugamos la “liberación nacional”, con el progreso, cada vez más apremiante, de los trabajadores y la democracia? ¿De manera aislada, cada cual a su antojo, hoy en Catalunya mañana en Euskal Herria? El ‘procés catalán’ nos ha vuelto a dar lecciones históricas sobre aquellos sectores acomodados de ambas naciones, y las limitaciones de las que adolecen: Su apelación a la ‘democracia directa, o pura’; sus vías pacíficas de convivencia; la apelación a la ‘buena voluntad’ de la “comunidad internacional” (imperialismo no más), etc.
La clase obrera de las distintas naciones, desde el campesino con tierras, al jornalero, el pequeño autónomo o dependiente, el obrero industrial o de servicios, etc, están interesados en forjar la solución ante aquello que los divide y distrae, así como de lo que les amenaza con empobrecerles, de la mano del capital monopolista concentrado en la banca mayormente, y de su Estado.
La unión bajo el derecho a la autodeterminación, junto el derecho a profundizar en la Democracia y el avance obrero, con un programa anti oligárquico, será plasmado bajo la definición de anti fascista. La autodeterminación es un derecho “tangible”, real, reconocido internacionalmente, y efectivamente, llevado a la práctica de manera magistral en la URSS. Presupone el derecho de las naciones oprimidas a su independencia (p.e., del Estado actual), así como el derecho a la unión (en el supuesto de una República Popular) en igualdad de condiciones entre las naciones, y como medida de protección ante las embestidas seguras de las clases expropiadas (grandes propietarios de medios de producción y banqueros), así como de sus aliados imperialistas.
Dimitrov definió al fascismo como “La dictadura terrorista abierta de los elementos más reaccionarios , más chovinistas y más imperialistas del capital financiero”.
Creo que es algo obvio, si el nacionalismo nos divide para ser eliminados con facilidad y entregados a la burguesía; el internacionalismo es proletario, nos une contra la reacción que somete a las naciones y sus pueblos, es independentista sobre la barbarie del capital.
Con lo dicho hasta ahora, me resulta increíble observar cómo se define de “extrema izquierda del reformismo”; de “españolismo”; de “Antifascismo de izquierdas y burgués”; “interclasista”, “abstracto”… o cómo se desprecia el proyecto político de la República Popular.
Dentro de estas maneras también se asemejan a los órganos de desinformación interna del abertzalismo ‘centrista’, como la revista Erria, donde con una dosis de cretinismo político sublime, definían de “españolistas”, e “infantilismo de izquierdas”, a todo grupo surgido fuera de la estrechez mental que les caracteriza: GKS, ATA, Ikasle Abertzaleak, incluso Htar B. Pero eso sí, mediante la más pérfida y trasnochada utilización de figuras como Lenin, Etxebarrieta, Luxemburgo, Gramsci… ¡Delirantes estos señores de los “argumentos”!
Ahora mismo, lo que nos acerca más al izquierdismo o ultra izquierdismo, es desear no tener Estado, saltarse esta fase estratégica; que nos sea irrelevante definir el modelo de democracia, de anarquista o comunista, etc; como si no tuviesen connotaciones muy distintas. Maniobras de confusión en estos momentos, no ayudan a clarificar las mentes empozoñadas por el reformismo abertzale, el cual sólo podrá aspirar a tener ‘cierta autonomía’ política dentro del fascismo de ‘rostro humano’ que gobierna España.
“Tomo posesión como Lendakari del País Vasco, y asumo el cargo de representante ordinario del Estado en su territorio, que cumpliré con lealtad a la Corona” Urkullu, 5-9-2020.
Afortunadamente, el partido de la Abstención, obtuvo un magnífico resultado (50%) en las pasadas autonómicas, un buen indicador de las victorias que están por venir; tanto de las definidas como ‘corto plazistas’; como de aquellas más estratégicas.
La Amnistía “Objetivo táctico… como resultado de la victoria de la Revolución Socialista Vasca” (ésta, ciertamente complicada al igual que la tan cacareada “independencia”, mientras el capitalismo gobierne España).
La amnistía es una reivindicación de principios, ha sido históricamente un tema muy trabajado en la sociedad vasca, con un consenso amplio dentro de la misma, y que no excluía otras demandas más “próximas” como p.e., el fin de la dispersión y el traslado a cárceles vascas. Todas ellas eran reconocidas como demandas democráticas que deslegitimaban la vulneración de derechos nacionales y sociales, insertándose dentro de la cohesión y el status político que tenemos los militantes revolucionarios que participamos en la lucha por dar soluciones en ambas cuestiones. Sobra añadir por ello, que obligar a realizar cesiones en cuestiones de principios hacia estos militantes, es la mejor manera de legitimar la opresión y represión del fascismo españolista, y colocar las aspiraciones estratégicas nacionales y sociales de las naciones como Euskal Herria, en el vertedero del imperialismo.
Es cierto que después del esfuerzo reaccionario llevado a cabo por Sortu en el seno del EPPK, la unidad de lucha en torno a estas cuestiones ha sido relegada durante cierto tiempo, creando muchísima confusión, sufrimiento y dolor. Pero desde el frente común antifascista de las distintas naciones, esta reivindicación está adoptando el papel democrático e histórico que coloca en la picota la reforma ‘pacífica’ del fascismo en el ‘78. Hoy en Catalunya la burguesía reclama Amnistía; en las calles de Madrid 6.000 personas reclaman la libertad de los presos políticos, la amnistía, etc. ¿Y en Euskal Herria? Pues el sectarismo, que se cumpla la ley; y desde los sectores populares son incapaces de desfilar bajo esa bandera ¿por incomprensión y falta de madurez política? Bajo mi opinión, 10 años de introducción del oportunismo ha facilitado un cambio cultural tal, que no es reconocibles la sociedad vasca vigorosa y dinámica previa a este escenario; y estas fricciones por parte de algún sector popular, me indícan que las consecuencias de no haber profundizado en los factores ideológicos que culminaron con la escisión de la pequeña burguesía relacionada al MLNV, es una tarea irresoluta, que urge abordar para continuar navegando.
Los sectores populares que deseen activar la conciencia nacional y social en nuestra patria, deben de dejar de mirar lo que hagan en Sortu, EPPK, Ernai, etc. ¡Nada va a volver a ser como antes! No se pueden cometer los mismos errores del pasado, se les debe hincar el diente en constante debate ideológico, científico, desterrando todo misticismo sobre la nación, el partido, la militancia, etc. No existe elección; o la bancarrota patriotera; o la colocación de la patria en el lado del progreso histórico, de la revolución social.
Dibujo «Cartas desde prisión»
La crítica y autocrítica, deben guiar la praxis de todo aquel partido u organización revolucionaria, haciendo de la rectificación política el mejor ejemplo sobre la honestidad de sus principios, la valía de su proyecto; no confundamos aliados con alienados. En términos científicos, es perfectamente compatible reivindicarse independentista y socialista vasco, con la unidad antifascista, el derecho de autodeterminación, la amnistía, la lucha obrera, etc. Es más, esto garantizaría con mayor certeza, el éxito de tamaña empresa.
Ni que decir tiene, desde una óptica socialista… no ver la unidad e independencia de Euskal Herria, su símbolo, en la bandera republicana con la estrella roja, la República Popular, es dejar anclado en el sacrificio mayúsculo nuestra nación.
Crear la unidad política amplia, es el camino, sin excluir con ello el trabajo más inmediato y cercano, con comprensión y correspondencia, con perspectiva inmediata, estratégica, e histórica. Vayamos adelante; organicemos a las masas; destruyamos la unidad y dependencia imperialista.
Los presos políticos seremos excarcelados en el transcurso de la agudización de todas las contradicciones nacionales y sociales que tienen a España sumida en la más profunda degeneración, en crisis permanente; en el transcurso de la lucha, y ante la necesidad de buscar oxígeno por parte del Estado debido a las acometidas populares. La amnistía se le arrebatará al fascismo, no vendrá cambiando presos por propuestas, ni cesiones políticas por “beneficios”, etc.
“Los monopolios, la oligarquía, la tendencia a la dominación en vez de la tendencia a la libertad, la explotación cada vez mayor de naciones pequeñas o débiles por un puñado de naciones riquísimas o muy fuertes, todo esto ha originado los rasgos distintivos del imperialismo que obligan a calificarlo de capitalismo parasitario o en estado de descomposición”. Lenin.
Otra cuestión que me preocupa, por acercarse, eso sí al ultraizquierdismo, es la utilización como ejemplo práctico, de la 1ª gran victoria de las masas de explotados tras las revoluciones burguesas de 1848; la Comuna de París de 1871. Si Herritar Batasuna aspira como dice, a construir la “síntesis revolucionaria del siglo XXI”, debería tener presente no sólo la Comuna, sino la superación práctico-teórica de la misma, de la mano de la Revolución de Octubre de 1917. Fue en esta, efectivamente, donde se superaron las cuestiones en lo referente a organización, unidad e independencia de clase, el derecho a la autodeterminación, vigilancia revolucionaria, etc. Teniendo en cuenta que las burguesías, también han tomado notas de estos procesos históricos, que están preparados y atentos para la reacción, y sobre todo, que siguen contando con sus mejores agentes infiltrados entre los sectores populares: los ensalzadores del legalismo; los herederos de la IIª Internacional.
Los escritos de Herritar Batasuna me suscitan cierto tufillo chovinista, condenado a transitar por el camino trillado que dejó lleno de socavones la pequeña burguesía vasca; facilitando con esto el trabajo de confusión que ésta creó.
“La democracia burguesa ha caducado, lo mismo que la IIª Internacional, la cual cumplía un trabajo necesario y útil en el plano histórico, cuando estaba planteada en la orden del día la obra de preparar a las masas obreras en el marco de esta democracia burguesa”. Lenin.
Hace falta unidad revolucionaria en Euskal Herria, es la tarea imprescindible; unidad que recoja las distintas sensibilidades políticas que buscan orientarse en la tormenta dejada por el reformismo chovinista de siempre. Unidad en cuanto a un programa de “mínimos”, un programa para la acción colectiva, que permita despertar a las masas a la actividad política, las haga ser partícipes de las grandes luchas y transformaciones que sin lugar a dudas, están por venir. Y esta tarea será de magnitudes épicas, si logramos articular en las distintas naciones oprimidas por la misma mano, un frente antifascista común. En España existe un Partido Comunista reconstituido, no españolista, ni de extrema izquierda reformista, ni que se merezca ser despreciado por su actuación en el proceso de destrucción del actual Estado; con el cual, “paradójicamente” Herritar Batasuna “comparte” objetivo: la destrucción del Estado español. Un partido comunista, que junto a sus militantes, merecen un respeto, al igual que el resto del antifascismo.
Desde luego las ideas, o falta de ellas, que dejan las letras de Herritar Batasuna, el tono belicoso de las mismas, van en dirección opuesta, no ya de la razón, que también, sino de la unidad de acción necesaria en estos momentos.
P.e. la Covid-19 va a suponer una dura prueba a las organizaciones si no me equivoco, y para superarlas y resolverlas, la lucha ideológica junto a la unidad antifascista van a jugar un papel fundamental.
Soy consciente que en el apartado del escrito que hace referencia a la configuración de los reinos, imperios, Estados protonacionales, en el caso de España, el asunto requiere de una mucha mayor profundización y explicación que el ejercicio reduccionista que he realizado; pero creo que la lucha por los intereses de clase, esté clara, en relación a la lucha por la liberación nacional.
¡Amnistía!
¡Socialismo o barbarie!