Cientos de personas se manifiestan contra la Constitución Española en Durango
Ayer 6 de diciembre, día declarado como el día de la constitución por el estado español, cientos de personas se manifestaron contra esta en Durango respondiendo al llamamiento de la organización revolucionaria JARKI. Durante esta movilización se escucharon gritos como “Konstituzioa apurtu!”, “Euskal Herri Langilea aurrera” o “Independentzia, Sozialismoa” y durante el recorrido se pudieron observar grandes pancartas que pedían una Euskal Herria libre.
Al concluir la manifestación una militante de JARKI procedió a leer un comunicado. Al comienzo de este pusieron en duda la libertad que supuestamente hay tanto en el estado español como en el francés ya que en ambos casos esta libertad esta construida a base de la “persecución y la negación”, a base de la imposición de “la voluntad de Paris y Madrid sobre cualquier disidencia” , tejida sobre la asimilación por la cual miran “los proyectos nacionales español y francés, la cual supone la destrucción de Euskal Herria” y también a base de “la explotación y la propiedad que tiene como base el mercado libre”. Seguidamente preguntaron si cuando los burgueses, políticos y txakurras hablan de libertad realmente se refieren a “la subyugación del Pueblo Trabajador Vasco”, ya que “a pesar de que los estados se presenten como democráticos, tienen como base la negación de Euskal Herria y la subyugación de los trabajadores”.
A continuación hicieron varias preguntas sobre la supuesta democracia de los estados: “¿Dónde está la democracia ante la agresión y exclusión que sufre el euskera? ¿Dónde está en cuanto a la ocupación militar que sufre el Euskal Herria? ¿Dónde se encuentra ante el enriquecimiento de los burgueses gracias a la explotación de los trabajadores? ¿Dónde están las democracias española y francesa en este país donde a los trabajadores de Euskal Herria nos es imposible tener una vivienda?".
Siguiendo este hilo afirmaron que “mientras se llenan la boca de palabras como democracia, la cruda realidad es que a ellos les pertenece la ley y la verdad”, y acto seguido denunciaron la creación de “espacios de impunidad para los ataques contra el Pueblo Trabajador Vasco”. Ahí situaron las legislaciones e instituciones derivadas de las constituciones de los estados españoles y franceses, las cuales suponen la “tranquilidad y la paz del enemigo”.
Después recalcaron que “en este atolladero no hay camino para el reformismo” el cual “lejos de suponer movimiento de carácter táctico…Supone un fraude para el Pueblo Trabajador Vasco”, ya que supone obrar bajo “los marcos impuestos por el enemigo y bajo su lógica”.
Por esta y por mas razones dieron un no rotundo “al reformismo de los actuales supuestos partidos abertzales institucionales. Un no rotundo a la estrategia de asimilación y persecución de los Estados contra Euskal Herria”. Y por encima de todo, mostraron su más firme negativa a las “constitución francesa y española que son fuente de la legitimidad los estados”, porque ellos no están dispuestos a aceptar “la subyugación y la imposición que sufre Euskal Herria, y mucho menos a normalizarla y legitimarla” a través de su práctica política.
Para concluir el comunicado señalaron que “es la organización y la lucha la que debe anular de raíz la normalización, rompiendo los muros, las fronteras y las leyes impuestas y dando paso a la libertad plena del Pueblo Trabajador Vasco”. Porque sólo a través de la ruptura “se logrará dotar a los Trabajadores Vascos de sus propias instituciones y acabar con los núcleos de poder del enemigo”. Al fin y al cabo “es a través de la ruptura como se pondrá de manifiesto los atropellos que sufre el Pueblo Trabajador Vasco y se conformara una alternativa política hacia la consecución de un Estado vasco independiente y socialista” recalcaron. Finalmente afirmaron estar en ello sin pausa, porque “no se puede bajar los brazos, porque no es posible mirar para otro lado, y mucho menos, quedarse en casa”.