El miedo es el enemigo más peligroso

El comité de Santurtzi, Santurtziko Herri Komitea, es una agrupación de personas de toda índole, que desde la diferencia y la heterogeneidad que caracteriza a todo ser humano, están trabajando y colaborando para decir no a un sistema que maltrata, explota, y nos falta al respeto conjuntamente tratandonos como mulas de carga, como estómagos sin alma y como individuos sin capacidad de tener ideas diferentes. Somos la mujer mayor que vive con una pensión ridícula que mantiene a sus hijos y cuida de sus nietos, somos el sindicalista que ya no sabe qué más hacer ni qué decir para hacer frente al gran capital, somos el estudiante al que deslumbraron con un futuro lleno de iphones y viajes a Cancún y negaron un mínimo presente, somos el autónomo que ya no llega al final de mes y cierra la persiana dudando si mañana es productivo volver a abrirla , somos el desahuciado, el camarero en paro al que le tiembla la mano cuando teme no volver a trabajar, la dependienta de Zara que toma pastillas para dormir y soportar el estrés diario, somos el anarquista frustrado en la conquista del pan, somos la madre que deposita a sus hijos en un sistema educativo que mata el espiritu, somos los cristianos que creen en la figura del Jesús que echó a los mercaderes del templo, somos todos los engañados, abandonados, frustrados, confundidos y asustados que ven y sienten que esto va mal y que tenemos que hacer algo. Somos los ingenuos de abajo que pensaron que estaban en el medio...

El enemigo más cercano no es la banca, ni es el empresario, ni tampoco el ejército o la policía: el enemigo más peligroso, abyecto y brutal es el “miedo” y está en el corazón de todos nosotros. Y el sistema lo sabe y lo alimenta: nos susurra constantemente al oído que somos incapaces de hacer nada por nosotros mismos, que somos débiles, que sólo somos válidos cuando el mercado nos compra, que el único acto trascendental posible es el consumo y que si no llevamos ropa de marca nadie nos va a querer. El primer acto verdaderamente revolucionario es admitir que tenemos miedo; el segundo es hacer frente a él., el tercero decir que “el amor es un sentimiento revolucionario”. Elegir el amor en lugar del rencor y vereis como cambia vuestro mundo. Tenemos miedo a perder nuestro trabajo, a perder nuestra vivienda, aderechos santurtzi perder el respeto de los demás, a ser señalados, a perder nuestro estatus. Y tenemos muchísimo miedo a querer y a construir . Porque tenemos miedo a fracasar.

Lo decimos claramente: ¡No tengas miedo!. Pierde el miedo a salirte del rebaño, pierde el miedo a construir cosas por ti mismo, pierde el miedo a hablar con tu vecino, pierde el miedo a iniciar proyectos por ti mismo. ¡Perder el miedo dignifica!. No tienes nada que perder más que el miedo y las cadenas que te amarran a un mundo oscuro y aburrido.

Pierde el miedo, organizate y lucha! Si te sientes responsable, te pedimos que actúes: aporta tu sabiduría a una asociación de vecinos, okupa un colegio abandonado y monta una casa de cultura, ayuda en un comedor social, afiliate en un sindicato en el que creas, enseña informática a un inmigrante desempleado, enseña a cocinar a un joven postuniversitario, convoca una manifestación en Facebook, trabaja tu empatía y ponte en la cabeza del otro!

Tenemos un gran poder del que no somos conscientes. Podemos hacerle mucho daño al sistema.

Empezaremos Por los bancos:

● Podemos dejar de utilizar tarjetas y utilizar solo dinero líquido. Cada vez que utilizamos una tarjeta en un establecimiento, el banco gana dinero por doble vertiente. A nosotros nos cobran en concepto de mantenimiento anual una media de 6 euros por tarjeta de débito y una media de 24 euros por tarjeta de crédito, sin contar los intereses correspondientes. A los negocios les cobran el mantenimiento del servicio y un porcentaje de todas las operaciones. Pagar en metálico es una forma muy efectiva de reducir los ingresos de los bancos.

● Podemos anular los recibos que nos cargan las empresas de servicios y suministros a nuestra cuenta bancaria,

● Podemos cobrar nuestra nómina a través de cheques.

● Podemos meter nuestros ahorros en banca ética

● Podemos crear una red de insolventes, insumisos, para llevar a cabo acciones colectivas sin sufrir ninguna represalia económica por parte del estado.

Derecho a una vivienda digna: la ocupación cooperativa y transparente:

Es insultante que haya pisos vacíos y gente sin poder acceder a una vivienda digna. Os proponemos y animamos a pasar a la acción! Vivimos en el estado europèo con el mayor ratio de pisos por habitante, pero a la vez donde más inaccesible es el acceso a la vivienda. Contra esa denigrante realidad proponemos a la ciudadanía que actúe de forma directa con un nuevo modelo de expropiación, por urgencia habitacional, y de manera cooperativa y transparente, dando así su función social a lo edificios vacíos, propiedad de entidades causantes del problema.

Basta ya de casas sin vida y de vidas sin casa. Recuperemos las viviendas vacías, en desuso, producto de la especulación. Esta estrategia no es dominio exclusivo de jóvenes okupas sino que se utiliza en países como Brasil, Venezuela, e Italia.

Otra forma de producir y consumir

la competitividad del sistema totalitario mercantil , nos ha deshumanizado,y nos ha convertido a todos en mercancía y en esclavos , si queremos cambiar este panorama tenemos que empoderarnos, empezar a crear redes autogestionadas que solucionen los problemas de las personas, aprender a vivir en comunidad, cooperar mediante el apoyo mutuo. Es necesario comenzar la lucha desde fuera del sistema paulatinamente, y con herramientas como la cooperativa integral catalana, las cooperativas de consumo o el Auzolan en Euskalherria. En nuestras manos está dejar de comprar en esas grandes superficies que no traen más que miseria, sueldos basura y trabajo precario. En Ezkerraldea hay 3.000 trabajadoras de Megapark, Ballonti y demás que cobran unos miserables 500 euros. En los últimos 5 años se han cerrado unos 2.000 pequeños comercios. Y todo esto es porque lo permitimos nosotras/os. El comercio local es vida, el comercio local es trabajo, el comercio local es un trato cercano. Compra en las tiendas de Santurtzi, compra en la frutería de debajo de tu casa, en la panadería donde siempre compraban nuestras amamas, en la pescadería del barrio, en el bar de la esquina.