El parlamento vasco se acerca a la democracia burguesa en estado puro

Según informa Europa Press, la candidata a lehendakari del PP, María San Gil, expresó hoy su deseo de que la decisión del Tribunal Supremo sobre Aukera Guztiak permita que el próximo Parlamento vasco sea el "más democrático de la historia, "porque los terroristas no van a estar" presentes en el mismo. Es decir, como ya no va estar molestando la izquierda vasca que utiliza el parlamento como apoyo a la lucha social, tendrán un sistema democrático como a ellos les gusta. Concretamente, San Gil afirmó sin ponerse colorada que el PP apuesta por un parlamento vasco "cien por cien democrático", como buen parlamento que se precie en el reino de España.

En una comparecencia en Donostia junto al parlamentario Leopoldo Barreda, San Gil expresó su profundo deseo de que hoy se "zanje ya esta polémica estéril" de la participación de Aukera Guztiak en las próximas elecciones ya que "no responde a un problema que preocupe a la sociedad vasca".

Parece que les molestan estas "polémicas estériles" y bien hace la izquierda vasca en agudizarlas. Si quieren un parlamento puramente burgués, al menos que no les salga gratis; que la gente se enfade, que protesten y que las polémicas estériles se extiendan a lo largo y ancho del país.

Continuó con su festival del humor la señorita San Gil y aseguró que "los vascos quieren oír a los dirigentes políticos hablar de los problemas reales, de la vivienda, la sanidad, de infraestructuras, economía, progreso, convivencia y, sobre todo, de libertad’. Lo que sí es cierto es que los políticos hablar, hablan por los codos, pero hacer no hacen nada y a los que hacen les llaman terroristas y les echan del parlamento a patadas en un acto "cien por cien democrático".

En fin, funcionó mientras les dejaron. Ahora la izquierda independentista vasca continúa con mucha inteligencia denunciando que su ilegalización es un acto cien por cien antidemocrático, sigue haciendo campaña electoral como forma de fomentar la desobediencia civil y profundizar las contradicciones sociales. Pero también tiene forzosamente que plantear nuevas formas de construcción de poder popular fuera del perímetro parlamentario.

Este es el futuro que les espera a los que apuestan por "utilizar el parlamento como instrumento para fortalecer la lucha social".