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Nacionales E.Herria :: 03/06/2012

La alternativa socioeconómica. El camino hacia la democracía económica

Ezkerretik Bilduz
Frente al poder de la burguesía se yergue el proceso que va del contrapoder popular y obrero a la democracia-socialista y a su Estado

1. Introducción.
2. Esbozo del capitalismo en el plano internacional.
3. Recorrido histórico.
4. Neoliberalismo en Euskal Herria.
5. El desarrollo de las Fuerzas Productivas vascas.

5.1. La propiedad de los medios productivos.

5.2. Privatizaciones, especulación y des-localización frente a inversión.

5.3. El peligro del atraso tecnológico.

6. Factores objetivos y la conciencia subjetiva.

6.1. La renuncia de la burguesía regional.

6.2. Las condiciones materiales de los trabajadores.

6.3. De-construcción.

6.4. Contrapoder y doble poder.

7. La necesidad del Estado vasco.
8. El camino hacia la democracia económica.

8.1. Situación de euskal herria. Las actuales condiciones objetivas e históricas de euskal herria.

8.2. Un programa de mínimos.

8.3 Alternativa socioeconómica. La alternativa socialista.

8.3.1. Introducción.

8.3.2. La alternativa socialista.

1. INTRODUCCIÓN.

Desde estos últimos veinte años, vivimos una de las ofensivas capitalistas más duras de la historia de la humanidad que engloba todas las esferas de nuestras vidas y a todo lo ancho de este planeta.

Las pocas conquistas que aún mantiene la clase trabajadora vasca y mundial, y que están a punto de ser laminadas por completo, fueron conseguidas al calor de la lucha de clases globales que se habían producido desde la aparición del pensamiento de Marx.

Durante los últimos 200 años, el capitalismo ha creado una fuerza productiva colosal. El capitalismo contemporáneo, neoliberal, es un capitalismo de monopolios generalizados nacidos a partir de la facilidad que les ha brindado la desregularización financiera. Con esto queremos decir que los monopolios no son ya islas grandes en un mar de empresas relativamente autónomas, sino que son un sistema integrado que controla absolutamente todos los sistemas de producción, penetrando en ellos por medio del sistema financiero. Controlando a través de este Poder económico el poder político y poniéndolo a su servicio. Pequeñas y medianas empresas, incluso las grandes corporaciones que no son estrictamente oligopolios, están bajo el control de una red que remplaza a los monopolios.

“Globalización” es el nombre que le han dado al conjunto de demandas mediante las cuales ejercen su control sobre los sistemas productivos del capitalismo global. Y esto no es más que una nueva fase del imperialismo.

Ningún régimen se colapsa por acumulación intrínseca de desequilibrios económicos. Lo que determina la caída o supervivencia de un sistema social, es la acción socio-política de los sujetos organizados en torno a clases dominantes y dominadas. La vieja creencia en que la continuidad y el desarrollo del capitalismo no tienen límites económicos, ha sido desmentida en incontables oportunidades. Lo que erradicará a ese régimen, no es el agotamiento de los mercados o la insuficiencia de plusvalía, sino la maduración de un proyecto político socialista.

2. ESBOZO DEL CAPITALISMO EN EL PLANO MUNDIAL.

La crisis actual es sólo una manifestación del hecho de que la industria, las finanzas, la ciencia y la tecnología han crecido hasta el punto de que no se pueden contener en los estrechos límites de la propiedad privada, los marcos de dominación y el Estado nacional tal como los hemos concebido hasta ahora. La cuestión no es menor, porque se trata de cómo la acumulación capitalista genera, por su propia dialéctica, las crisis y los períodos de destrucción de las viejas fuerzas productivas y por tanto la transformación de la superestructura.

El capitalismo no desembocará, por causas meramente económicas, en un estadio final de estancamiento y desde luego no existen crisis económicas permanentes o sin salida. Por lo tanto, si la clase trabajadora no acaba con el modo de producción capitalista, éste encontrará la forma de recomponer la acumulación y volver a desarrollar las fuerzas productivas (el imperialismo en estos casos juega un papel crucial).

Hay aspectos que dejan vislumbrar una especie de guerra fría entre competidores, es decir, enfrentamientos entre potencias rivales pero de una manera indirecta desarrolladas bajo la acción de actores secundarios. Eso no debe ocultar una realidad ineludible: a medida que el poder económico y político se traslada de Occidente a Oriente, es inevitable que surjan nuevas rivalidades internacionales y se regionalicen los conflictos. Sin lugar a dudas, con el avance de la crisis y a medida que los conflictos inter-imperialistas se acentúen, la guerra asimétrica será un factor definitorio de actuación cada vez más importante.

Las teorías marxistas de la crisis capitalista y la del imperialismo hacen que se vaya cuarteando el sistema desde sus bases más profundas. En el contexto general de estos procesos, pueden producirse situaciones de debilidad socio-política del Estado burgués. En estas situaciones, que pueden definirse o clasificarse como de “eslabón débil de la cadena imperialista”, pueden crearse las condiciones objetivas de aceleración del resquebrajamiento del Estado burgués, y el desarrollo de procesos revolucionarios de cambio socioeconómico.

3. RECORRIDO HISTÓRICO.

En la segunda mitad del siglo XIX, el capitalismo vasco necesitó de la intervención de ejércitos extranjeros para imponerse. La burguesía vasca fue incapaz de realizar su revolución y apostó por la colaboración española, aplastando toda resistencia interna con la intervención externa. La primera revolución industrial se inició en Inglaterra a mediados del siglo XVIII y en el siglo XIX se propagó a otros países, llegando al Estado Español de forma tardía e instalándose en el Pas Vasco y Catalunya casi exclusivamente. En el País Vasco esto permitió una acumulación de capital, que se tradujo en una creciente industria del hierro, de las armas, barcos y comercio más allá de España.

Durante la primera mitad del siglo XX, el proceso expansivo de las relaciones de producción aceleró los antagonismos de las clases sociales. “Las clases sociales son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse del trabajo del otro por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía social”. Así entramos en el pasado siglo XX. La burguesía vasco-española se instala en el Estado Español y continúa aplastando toda resistencia utilizando todas las formas de violencia necesarias, incluido el golpe militar de 1936. Pero el desarrollo de la conciencia de identidad nacional vasca y la conciencia de clase, continúan su largo viaje hacia la unidad y reivindicación conjuntas. Este proceso de maduración sociopolítica se desarrolla durante todo el primer tercio del siglo XX y se consolida con la aparición del partido EAE/ANV y tras la aprobación del manifiesto de San Andrés como primera ruptura con el nacionalismo clerical, burgués y excluyente para con los trabajadores foráneos del PNV, con el programa de mínimos aprobados en el congreso de 1936 que alumbra el primer programa progresista y abertzale impulsado en Euskal Herria por una fuerza política. De esta manera, se ponen las bases ideológicas y programáticas para la consecución de la liberación nacional y social del pueblo vasco.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, el creciente número de obreros masa, el creciente empuje de los sindicatos, las diferentes luchas en el ámbito cultural, las crecientes organizaciones clandestinas, trajeron la vertebración de los frentes en lucha.

• La propia actividad en el terreno práctico contra la dictadura franquista, la clandestinidad, el movimiento obrero y las influencias ideológicas externas marcarán en el futuro cercano el desarrollo de una organización que desplegará un proyecto político-militar sin parangón en la Europa occidental.

Durante los años 1960 -1975, las luchas institucionales, las luchas sociales, obreras o sindicales que intervenían en lo político, las organizaciones políticas legales o clandestinas que trabajaban en los movimientos sociales pidiendo cambiar las cosas, y las organizaciones armadas con sus intervenciones contra objetivos concretos hicieron caer al viejo Estado, que se apresuró a traer la reforma. Pocos fueron los que se quedaron sin aceptar la reforma y siguieron en la pelea por la ruptura.

Los años 1975-80 marcan una tendencia clara de reforzamiento de la conciencia nacional y de clase. Las sucesivas crisis del sistema capitalista ayudan al aumento de las luchas conjuntas por los derechos nacionales y de clase.

Distribución de población activa 1975

31.848 3,7% Empresarios

753.234 86,6% Asalariados

84.056 9,7% Autónomos

En 1975 había en Hegoalde 35.400 parados lo que suponía el 3,5% de la población activa. En 1993 había 209.600, el 23%

De 1975 a 1980, los sucesos son crecientes en demostraciones de fuerza por parte del Estado y de las organizaciones políticas vascas, incluidos los acuerdos de 34 municipios de Nafarroa “NO PERMITIREMOS LA SEPARACIÓN DE NAFARROA DE EUSKADI SUR, A TRAVÉS DEL RÉGIMEN TRANSITORIO”.

Lemoiz marco la simbiosis de todas las formas de lucha para conseguir un objetivo, tanto la resistencia pasiva como la activa se complementaron y trajeron un éxito que desde el Estado Español, pronto analizaron como la fórmula más peligrosa y el método a erradicar.

1980-1990 años de la tortura – desapariciones – e ilegalizaciones.

Pero también de la acumulación de fuerzas en torno a la ruptura contra el sistema y contra el Estado Español, la principal preocupación del Estado sobre el proceso vasco era “la combinación de los métodos de lucha, para conseguir objetivos políticos”.

El Estado desarrolla y combina diferentes formulas para romper esa unidad en la lucha y objetivos comunes de los movimientos y las organizaciones políticas, pero fracasa casi siempre.

1) Por la existencia de unas organizaciones articuladas y unidas, a la vez que libres como movimiento popular, pero conectadas por una estrategia común en el MLNV.

2) Porque tanto los que se mueven en la resistencia pasiva para el logro de unos objetivos políticos o sociales, como los de la resistencia activa coinciden en los objetivos, a pesar de no pertenecer al MLNV.

3) Porque no consigue la condena de la resistencia pasiva sobre la resistencia activa, debido a la coincidencia de objetivos democráticos y a la cultura de hacer y dejar hacer. Por lo que el Estado pasará a otra fase de hostigamiento y persecución de la resistencia pasiva.

El panorama político se complica, aún más, por la situación laboral o de clase.

Evolución de asalariados eventuales

1981 5% 25.553

1986 9% 42.776

1989 26% 127.600 72% menores de 35 años.

1990 – 2000 AÑOS DE CIMINALIZACIÓN DE LA RESISTENCIA ACTIVA Y PASIVA.

Como en la época anterior se hizo con los insumisos, se encarceló a las ideas políticas y fueron llevados a prisión representantes políticos, periodistas, personas de movimientos sociales, etc.

No es que anteriormente no hubiera sucedido, sino que se dio un aumento sustancial en lo represivo, lo que demostraba un cambio en la correlación de fuerzas que se manifestaría más tarde.

En 1993, el 40% de la juventud está en paro, sobrevive con el colchón familiar, típico de nuestra sociedad familiar y de la ayuda social.

Aumento de las luchas obreras y retroceso inicial de los sindicatos estatalistas.

Palabras de Tomás Tueros secretario general de CCOO “Es impensable la existencia de un sindicato abertzale y de clase, porque este último concepto no puede darse cuando se antepone la problemática nacional a la de clase”.

Tanto en lo social como en lo nacional hemos tenido un desarrollo desigual, pero combinado, eso nos da la media.

Aumento de personas presas 1979 – 144 1999 – 703

Aumento de zonas vasco-parlantes.

Aumento de cooperativas, etc.

Aumento de ikastolas.

Aumento de personas que se dicen sólo vascas.

Aumento de libros y cuentos en euskera de música y cine.

Aumento de políticas activas de resistencias organizadas de manera social.

Aumento numérico de los sindicatos abertzales y de clase, dicho de otra manera, principio de la mayoría sindical vasca.

Como se puede apreciar acabamos el 2000 en la línea de poder cambiar la correlación de fuerzas, es decir, transformar las instituciones por la vía numérica o al menos incidir sobre manera.

Del 2000 en adelante no vamos a extendernos por ser conocido y reciente, se vieron obligados a dejar sin derechos de “ciudadanos” a una parte del pueblo para que les saliera la cuenta, tuvieron que hacer un pacto “antinatura”. Se empezó el proceso actual, etc.

Esto es lo construido por generaciones en lucha y en todos los frentes que se han dado.

En el institucional, en el de masas o movimientos sociales, el obrero o sindical, político organizado, y en el armado. Cada uno de estos frentes tuvo su tiempo, su realidad compleja y su factura en el camino, factura que en el desarrollo del proceso estaremos obligados a tratar.

4. NEOLIBERALISMO EN EUSKAL HERRIA.

El proyecto europeo (UE) fue diseñado y construido sistemáticamente para desposeer a la gente de su capacidad para ejercer su poder democrático. La Unión Europea fue establecida como un protectorado de los monopolios. Con la implosión de la zona euro y la subordinación a la ganancia de los monopolios, ha significado la abolición de la democracia, que ha sido reducida al estatus de farsa y que adopta formas extremas.

No estamos viviendo un momento histórico en donde la búsqueda de un “compromiso social” sea una opción posible. Ha habido instantes en el pasado, como el compromiso social durante la post Guerra entre el capital y el trabajo referente a un Estado social en el oeste, el socialismo en el este, y los proyectos nacionalistas y populares en el sur, que permitieron el equilibrio social en gran parte del mundo, pero el actual momento histórico ya no es el mismo.

Las estrategias defensivas de resistencia bajo estas condiciones no son efectivas y eventualmente llevan incluso a ser derrotadas estratégicamente. En la guerra declarada por el capital monopólico, los trabajadores y los pueblos deben desarrollar luchas que les permitan colocarse a la ofensiva.

El problema no es la decadencia a la que se llega por la sobreproducción, sino las tendencias destructivas intrínsecas de este modo de producción. Esas convulsiones se traducen en agresiones contra los pueblos, que desatan reacciones y una fuerte tendencia a la resistencia social. De esa lucha depende el futuro de la sociedad. Si las clases explotadas logran construir su propia opción política, también podrán avanzar hacia la erradicación del capitalismo. Pero si esa alternativa no emerge o no encuentra cursos de acción victoriosos, el mismo sistema tenderá a recrearse una y otra vez.

Como colofón remarcaremos algo que ya todos sabemos: el no poseer instrumentos propios de gobierno, marca la actualidad de nuestra situación. La persistencia del actual marco jurídico-político impide poder realizar una política económica como pueblo.

5. EL DESARROLLO DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS VASCAS.

5.1. LA PROPIEDAD DE LOS MEDIOS PRODUCTIVOS.

Es claro que el desmantelamiento del Estado del bienestar ha ido paralelo a la privatización generalizada de la economía. Todas las empresas estatales estratégicas productivas de Euskal Herria, que generaban beneficios, fueron cerradas o vendidas a grupos empresariales con el argumento de que lo privado gozaba de una mejor gestión.

Se ha despojado al Estado de cualquier posibilidad de intervención económica y sólo actúa en función de las necesidades del propio capital, facilitando, incidiendo o tapando exclusivamente, las consecuencias nefastas que genera el sistema.

Los Estados actualmente sólo pueden financiarse con los impuestos y endeudándose en los mercados internacionales.

5.2. PRIVATIZACIONES, ESPECULACIÓN Y DES-LOCALIZACIÓN FRENTE A INVERSIÓN.

Las privatizaciones de las empresas productivas han sido el primer paso que marca el camino hacia la pérdida final de derechos como son la vivienda, privatización de la sanidad y la educación.

Resulta evidente que el sector privado busca la mayor rentabilidad posible y en el menor plazo. No dudará en invertir en el exterior para abaratar costes y especular con los capitales si ello le reporta más beneficios.

Por otra parte, la dinámica inversora empresarial dice mucho de la burguesía autóctona ya que entre el año 1993 y el 2008, en plena bonanza económica neoliberal, el capitalismo vasco invirtió 51.000 millones de euros en el exterior mientras dentro de las fronteras euskaldunes fueron 12.000 millones.

En el sector financiero vemos la bancarización de las cajas con perspectiva de crecimiento por medio de la introducción en los circuitos internacionales de capitales.

5.3. EL PELIGRO DEL ATRASO TECNOLÓGICO.

La estructura productiva del régimen fordista, vigente en las tres décadas siguientes a la II Guerra Mundial, descansaba en las grandes empresas verticales de producción en serie operadas por batallones de cuellos azules.

La época del post-fordismo, en vigor desde fines de los años 60, se basa en pequeñas y medianas empresas coordinadas en redes con una producción clientelizada e informatizada y un fuerte predominio del sector servicios.

En síntesis, podemos afirmar que los déficits de la economía vasca residen en su poca diversificación productiva, la escasa mejora tecnológica de gran parte de las PYMEs y sectores industriales tradicionales y la vulnerabilidad del tejido industrial ante los desafíos de la UE y del mercado mundial.

Son los sectores de baja y media tecnología los que predominan en la estructura industrial. Utilizan los recursos energéticos de manera intensiva lo que a la larga será un problema para la rentabilidad.

6. FACTORES OBJETIVOS Y LA CONCIENCIA SUBJETIVA.

6.1. LA RENUNCIA DE LA BURGUESÍA REGIONAL.

El análisis del capitalismo vasco muestra su talón de Aquiles, colocando encima de la mesa la realidad de una economía inserta en los canales internacionales de mercado con cada vez menos capacidad de maniobra tanto interna como externamente.

Montada sobre el Pueblo Trabajador Vasco, amparada en las fuerzas militares españolas y francesas, policía autonómica incluida, cabalga el reducido bloque burgués regionalista, clase social parasitaria, feroz y carente de toda ética que no sea la del máximo beneficio en el mínimo tiempo posible.

Una clase que en sí es apátrida, pues el capital arrasa donde puede pero que, por intereses oportunistas, disfraza su desnacionalización con un aire españolista regionalizado con toques de folclorismo euskaldun.

La burguesía vasca renunció a la creación de un país, en cambio mirando sus propios intereses de clase, ha actuado como colaboracionista del poder central en Hegoalde. En Iparralde ni tan siquiera existen como fuerza necesaria pero fustigan al Gobierno francés para atacar las bases del abertzalismo. Siempre a la sombra de Madrid, es una fuerza canalizadora de tensiones y descontentos e integradoras al sistema. Pero no toda la burguesía vasca tiene el mismo peso específico ni la misma representatividad social.

El marco político de desarrollo del capitalismo autóctono, ha sido en Estatuto de autonomía de la CAV y el Convenio navarro. Una vez superadas ambas (como consecuencia de la lucha de la Izquierda Abertzale y a la crisis económica que ha evidenciado sus limitaciones e hipotecas), al Estado español se le presenta un nuevo reto, un reto que va a necesitar de la colaboración del PNV-UPN.

6.2. LAS CONDICIONES MATERIALES DE LOS TRABAJADORES.

Demostrar firmeza en el ámbito nacional con el fin de atraer a posiciones de la izquierda soberanista, también a los sectores de la mediana y pequeña burguesía (para los que, en el actual contexto histórico, está reivindicación cobra un mayor sentido económico y político); y, paralelamente, actuar también en el ámbito social con contenidos de clase trabajadora, son dos ejes que harán que la fuerza del soberanismo de izquierda alcance cotas de hegemonía y a su vez definirá los estrechos límites del proyecto regionalista-autonomista y la socialdemocracia.

Si bien hemos afirmado que sin los sectores de la mediana y pequeña burguesía nacionalista será muy difícil la emancipación nacional, podemos afirmar también que sin los sectores de la clase trabajadora más dependientes del Unionismo, no podremos tampoco avanzar, no sólo ya en la cuestión nacional sino en el desarrollo de una alternativa al sistema.

Por otro lado, resulta necesario hacer entender a los sectores del Pueblo trabajador vasco que se mueve en términos exclusivamente patrióticos y/o esencialistas, que la salida del actual orden de cosas pasa necesariamente por el avance de la lucha social y del camino hacia una estructuración económica nueva más justa. Ser abertzale exclusivamente no es garantía de justicia social. Colocarlos en el camino de la liberación social evitaría su retorno al redil de la burguesía regionalista.

No hay clase sin contradicción antagónica, no hay subjetividad histórica sin actividad política de oposición y enfrentamiento con su enemigo, el capital. La clase constituye su propia identidad en agonía, en disputa, en confrontación.

Esta es la gran aportación teórico -práctica desarrollada por la Izquierda Abertzale mediante la que está posibilitando la definición de un escenario sociopolítico que nos permitirá avanzar en la consecución de nuestros objetivos en la medida en que sepamos articular unas líneas de trabajo táctico-estratégicos, coherentes con nuestra historia de lucha y las condiciones socioeconómicas actuales.

6.3. DE-CONSTRUCCIÓN.

Es necesario “desobedecer” las reglas impuestas por la “Constitución Europea” y el ficticio Banco Central Europeo. En otras palabras, no existe otra alternativa que de-construir las instituciones europeas y la zona euro. Este es el pre-requisito insoslayable para la eventual reconstrucción de “otra Europa” de pueblos y naciones.

Acompañando a estas propuestas debe caminar la necesidad de salirse de la OTAN. Esto será una de las aportaciones más importantes que podrá hacer nuestro pueblo a la paz mundial y a la solidaridad internacionalista. No podremos impedir que sigan sembrando la discordia, el caos y la destrucción como recientemente han hecho en Libia y quieren hacer ahora en Siria e Irán, pero, con nosotros no van a contar.

6.4. CONTRA PODER Y DOBLE PODER.

El Estado, es la institucionalización del poder político y socioeconómico de la clase social que la detenta y que se erige como la clase hegemónica en el conjunto de la sociedad o como fracción hegemónica, en el seno de la clase social a la que pertenece.

Por lo tanto la naturaleza social, económica y política del propio Estado y su carácter de Estado ocupante en Euskal Herria, hace que la disidencia y el contrapoder nunca pueda configurarse como una organización y fuerza social estable porque es inmediatamente combatido, sometido a toda serie de presiones por parte de los poderes socio-políticos instituidos. Junto a todo ello, hay que indicar que un contrapoder que se apalanque a la defensiva puede durar bien poco, ya que, de no conseguirse unos mínimos objetivos sociopolíticos, este contrapoder se arriesga a perder la necesaria voluntad social para su desarrollo, como consecuencia de la pérdida del convencimiento sobre su viabilidad.

La lucha ofensiva es la vida del contrapoder y ello hace que, si quiere existir, ha de dar el salto al doble poder. No hay otra alternativa a la luz de la experiencia histórica, y la teoría y práctica revolucionaria.

De la misma forma en que todo contrapoder que se detiene en su avance empieza a debilitarse y, más temprano que tarde, a retroceder, lo mismo le sucede, pero a escala más amplia y rápida, a las situaciones de doble poder.

La estrategia de contrapoder (de toma de poder) definido por la izquierda abertzale se configura, actualmente, en cuatro frentes: (1) la lucha ideológica y cultural; (2) la lucha obrera; (3) la lucha de masas y la desobediencia civil; y (4) la lucha institucional.

En el contexto de los frentes de lucha mencionados, el contrapoder más estable, por ahora, está constituido por la lucha institucional, desarrollada fundamentalmente desde los ayuntamientos y otras instituciones “superiores”. Estas instituciones pueden y deben constituirse en doble poder, por su capacidad pedagógica, concienciadora, de planificación democrática y en tanto que contienen características objetivas para poder imbricar su actuación con los otros frentes de lucha definidos anteriormente, debido a que la inmediatez de su práctica política-institucional como respuesta a la realidad socioeconómica así se lo permiten.

Pero, serán estas mismas razones por las que el Estado español y sus peones autóctonos, tratarán de someterlas a un férreo control, mediante la ofensiva por limitar sus capacidades y competencias.

El doble poder se caracteriza por su capacidad de derrotar planes importantes del poder opresor, desde urbanísticos hasta sociales, culturales, lingüísticos, ecológicos e incluso, y sobre todo para activar vías socioeconómicas muy progresistas que pueden, si se quisiera hacerlo, empezar a minar algunas bases de la propiedad privada y de la fuerza represiva del Estado. Por ejemplo, cooperativismo popular, de producción y consumo, recuperación pública de empresas y de bienes comunes, redes de intercambio justo interno e internacional, economía solidaria y préstamos sin interés, bancos de tiempo, yacimientos de trabajo social, seguridad colectiva democrática, lucha masiva por la amnistía, etc.

Pero estas vías deben asentarse en una creciente movilización política de masas en la que el pueblo trabajador sea la fuerza directora, y dentro de este la clase obrera. Si el doble poder no avanza, retrocede.

Por lo tanto, hacemos incapié en los límites de las fases anteriormente mencionadas, fases que deben ser superadas con la toma del poder.

7. LA NECESIDAD DEL ESTADO VASCO.

Hablamos de la dialéctica entre reforma y revolución, programa de mínimos y programa máximos. El contexto mundial anterior y actual, con la crisis capitalista que sufrimos, ha puesto a la orden del día el problema radical del poder. , pasando por el doble poder y el poder popular. Hablamos de la toma del poder para construir nuestro propio modelo de Estado.

Pero incluso los pueblos formalmente soberanos necesitan recuperar la independencia económica que sus burguesías han entregado al imperialismo, y en este contexto todo Estado que quiera defender a su pueblo tiene que avanzar al socialismo con el poder popular y la solidaridad internacionalista. No hay otra alternativa, de lo contrario será engullido por la desnacionalización inherente a la expansión del capital, y re-nacionalizados, subsumidos, en las nuevas formas ideológicas y culturales creadas por las reordenaciones imperialistas que están teniendo lugar. Sin un Estado vasco, seremos una región inserta en un protectorado económico con forma de Estado periférico de la UE.

8. El CAMINO HACIA LA DEMOCRACIA ECONÓMICA.

8.1. SITUACIÓN DE EUSKAL HERRIA. LAS ACTUALES CONDICIONES OBJETIVAS E HISTÓRICAS DE EUSKAL HERRIA.

División política e instituicional: Los 7 herrialdes, Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Nafarroa Garaia, Nafarroa Beherea, Lapurdi y Zuberoa están divididos.

Los 4 primeros situados en Hegoalde, están bajo dominación del Estado Español y divididos en dos comunidades autónomas, la CAV y la CFN.

Los otros 3 herrialdes de Iparralde no tienen administraciones propias conjuntas y están bajo dominación del Estado Francés.

Existen además los anacrónicos enclaves de Trebiño e Iturrioz, cuyos habitantes en varias ocasiones han expresado mayoritariamente su deseo de pertenencia a Araba y Bizkaia y cuya existencia crea problemas no sólo a sus habitantes, sino a los del conjunto del herrialde al ser una suerte de agujeros negros administrativos.

Densidad de población.

La superficie de Euskal Herria es de 20.664 Km2

Iparralde 3.009Km2.

Hegoalde 17.655 Km2- CAV 7.234 Km2. CFN 10421 Km2.

Habitantes, algo más de 3.100.000.

Hegoalde 91% (CAV 72% – CFN 19%)

Iparralde 9% 288.362 + -

CAV 2.172.175

CFN 630.578

Hegoalde 158,75 hab x km2

CAV 300,27 hab x km2

CFN 60,51 hab x km2

La mayoría de la población se concentra en zonas urbanas. 90 – 95%.

En la CAV destaca el Gran Bilbao con casi 1 millón de habitantes, es decir, casi el 50% de toda la población en la CAV.

En la CFN 67%. 422.524 personas en 21 municipios mayores de 5.000 habitantes, destacando Iruña.

8.2. UN PROGRAMA DE MÍNIMOS.

Las limitaciones que inevitablemente acarrean las instituciones burguesas no deben servir de excusa para no empezar a dar pasos en la democracia económica y avanzar hacia la construcción del socialismo. Poseer una alternativa socioeconómica está en el enfrentamiento de los movimientos populares y la clase trabajadora contra el Estado en todos los frentes de lo cotidiano de lo vivencial y del día a día.

Los pequeños logros que se consigan nos colocarán en una mejor posición para transformar esas instituciones en lugares de ejercicio de la democracia socialista, participativa y asamblearia.

Hemos de ser conscientes asimismo, de que las reformas nunca serán suficientes mientras no se anule la capacidad del enemigo de involucionar la situación. El movimiento popular activo, creativo y la propia clase trabajadora, debe mantenerse críticos y vigilantes para que esto no ocurra y para garantizar el debate y la superación de las nuevas contradicciones que los cambios vayan generando.

En una primera fase, debemos ir limitando y recortando la economía privada, desarmarla en las grandes cuestiones estratégicas (como la creación de un banco público, empresas energéticas…) y en distintos ámbitos como la explotación laboral y social, la opresión de género o en el plano de la juventud. Así hasta abarcar el conjunto de injusticias que de forma diferente se dan y se sienten en el conjunto del pueblo.

Paralelamente, debemos poner sobre la mesa planes para desarrollar las vías hacia el Estado Socialista Vasco. Planes que abarque la tarea de concreta del fortalecimiento de los sectores públicos, el aumento de la propiedad colectiva, de la propiedad municipal y, sobre todo, devolver el papel del Estado en la economía.

En este sentido, la propuesta socioeconómica presentada por el sector sociopolítico en el que se encuentra organizada la izquierda abertzale, es un punto de inicio importante e interesante, ya que en él se desgranan políticas económicas y sociales activas que bien pudieran responder a los objetivos perseguidos por un programa de mínimos de las características que estamos definiendo en este apartado.

No obstante es preciso hacer tres tipos de consideraciones sobre el conjunto de la propuesta que hemos mencionado.

En primer lugar, debe clarificarse si con el planteamiento de su desarrollo se define una ruptura radical entre el desarrollo sincrónico de la liberación nacional y social del pueblo vasco, ya que se nos plantea el acceso a un escenario de independencia y soberanía nacional, en un contexto socioeconómico neoliberal.

En segundo lugar, queremos subrayar la necesidad de cuantificar los objetivos que se quieren lograr. No basta con manifestar una buena voluntad de mejora de la situación, debemos de adquirir un compromiso claro de consecución de nuestros objetivos con criterios de verificación y cuantificables. Estrechamente ligado a esta metodología de trabajo, es fundamental e ineludible la elaboración de un conjunto de indicadores nacionales que miren y verifiquen la evolución de todos los aspectos de actividades económicas, sociales, culturales, lingüísticas, políticas, etc. que se desarrollan en Euskal Herria. Estos indicadores deberán de elaborarse desde perspectivas y valores sociopolíticos de clase, distintos a muchos de los actuales indicadores que han sido elaborados desde la perspectiva neoliberal, que nos permitan desarrollar políticas económicas y medir sus resultados de desarrollo humano desde los parámetros de una nueva cultura socioeconómica.

En tercer y último lugar, una propuesta de este tipo, contextualizada en un escenario de transición hacia un régimen sociopolítico respetuoso con los derechos individuales, civiles y políticos de la ciudadanía vasca, debe de contener un programa de actuación con el fin de hacer verdad y justicia sobre aquellos agentes socio-económicos cuyas decisiones, ambición y prácticas usurarias y/o especulativas, han provocado la situación socioeconómica actual. En este sentido cabe destacarse, también, la investigación y definición de responsabilidades socio-políticas de los cierres patronales, despidos masivos de trabajadores y la represión socioeconómica ejercida sobre los sectores más combativos de la clase trabajadora (despidos ideológicos, listas negras, etc.). Esto es, debe de realizarse una verdadera auditoría económica y social sobre la actual situación.

8.3 ALTERNATIVA SOCIOECONÓMICA. LA ALTERNATIVA SOCIALISTA.

8.3.1. INTRODUCCIÓN. La alternativa socioeconómica está implícita en el enfrentamiento de los movimientos populares contra el Estado en todos los frentes de lo cotidiano y vivencial del día a día. En la explotación laboral y social, la opresión nacional, en lo económico, de género o en el plano de la juventud. Así hasta abarcar el conjunto de injusticias que de forma diferente se dan y se sienten en el conjunto del pueblo. Ahí se da lugar al nacimiento del movimiento popular, ahí nace la lucha contra la injusticia en cualquiera de sus formas: económica, ecológica, de género, etc.

En la lucha contra el capitalismo y el estado opresor, el movimiento popular y el conjunto de las organizaciones políticas han de potenciar y utilizar la capacidad crítica de su militancia, en lo teórico, político y en lo práctico. Pero en la medida en que se avance en el gobierno municipal e institucional, el movimiento popular y las organizaciones políticas deben de ir construyendo poder popular, desarrollando práctica política y teoría política independientes o enfrentadas a las instituciones burguesas y de imposición extranjera.

La independencia del movimiento popular y el papel del poder popular, serán la garantía para no ser absorbido por las instituciones burguesas y españolas. No existen instituciones asépticas y neutrales y aunque no tengamos mas remedio que recurrir a ellas y usarlas, debemos asegurarnos nuestra independencia organizativa, nuestro poder popular regido por los principios de la democracia socialista, será la mejor defensa para no ser asimilados y burocratizados.

La lucha popular y la fuerza de la unidad de acción entre las luchas obreras, feministas, juveniles, populares, etc. serán las que den vida a las compañeras y compañeros en esas instituciones, hasta que las transformemos y las hagamos herramientas para la independencia y el socialismo. De no conseguirlo seguirán siendo un poder ajeno al pueblo trabajador. Para ello deberemos dejar de situarnos en ámbitos de deseo o abstractos y establecernos en el campo de la práctica política, es decir, poner en práctica las teorías y observar los resultados de las prácticas existentes.

Poner sobre la mesa planes para desarrollar las vías hacia el Estado Socialista Vasco. Planes que abarquen tareas concretas como el fortalecimiento de lo público, el aumento de la propiedad colectiva, de la propiedad municipal, regular la intervención privada en los bienes y vida pública, creación de una banca pública vasca etc.

8.3.2. LA ALTERNATIVA SOCIALISTA.

Y ahora nos toca decir qué vamos a intentar hacer y cuáles son las líneas que no vamos a permitir que este sistema nos imponga.

Para construir la alternativa socialista es ya una tarea urgente poner las bases para construir un Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social, ya que ésa es la única manera de protegernos de todas estas agresiones: decidir y constituir aquí cuáles son las normas que rigen nuestras relaciones laborales, libres de imposiciones y garantizar que todas las personas cuenten con los medios económicos necesarios para poder vivir con dignidad.

Por otro lado, las limitaciones que inevitablemente acarrean las instituciones burguesas no deben servir de excusa para no empezar a dar pasos en la construcción del socialismo. Los pequeños avances que se consigan nos colocarán en una mejor posición para transformar esas instituciones en lugares de ejercicio de la democracia socialista, participativa y asamblearia. Hemos de ser conscientes, asimismo, de que las reformas nunca serán suficientes mientras no se anule la capacidad del enemigo de involucionar la situación. El movimiento popular activo y creativo debe mantenerse crítico y vigilante para que esto no ocurra y para garantizar el debate y la superación de las nuevas contradicciones que los cambios vayan generando.

El objetivo ha de ser la creación desde pequeñas y medianas iniciativas, de una red de economía social y pública capaz de irse enfrentando desde lo local (Euskal Herria) a los poderes económicos. Favorecer el auzolan económico (intercambio de servicios, dinero local…), las pequeñas empresas cooperativas y municipales, (o mixtas) de alimentación, producción y comercialización de productos autóctonos, pequeñas empresas de producción energética, empresas de comunicación y culturales de base pública y social…

Ideas para el debate de como bajar el volumen al histriónico ruido de injusticias capitalistas y al mismo tiempo ir subiendo el volumen a la nueva melodía socialista.

Lo público no es sólo lo que interviene en el apartado del gasto y obtiene el dinero de la recaudación de los impuestos. Lo público deberá estar presente en los sectores productivos, y al hablar de lo público hablamos de las propiedades municipales que debemos de hacer extensibles a la propiedad de medios de producción estratégicos para garantizar el desarrollo económico y social de la sociedad de la que son parte.

PROPIEDAD COLECTIVA / PROPIEDAD COMUNAL.

- La recuperación y extensión de la propiedad comunal de las tierras, materias primas, energía, el agua, ríos, embalses, plataforma costera y de las tierras, pastos y bosques, de los recursos de la tierra (Canteras, minas, gas…)

- Socialización de los medios de producción referidos a los sectores económicos y productivos de carácter estratégicos para el desarrollo económico y social de Euskal Herria.

- Creación de un banco público y nacional.

- Crear la propiedad pública de la vivienda, regularización del precio de venta y alquiler, etc.

- Abordar urgentemente una ordenación territorial y normativa socialista y con criterios ecológicos, basada en primer lugar en la propiedad pública del territorio y que disminuya la huella ecológica de Euskal Herria a niveles asumibles. Por encima del desbordado afán de lucro especulativo capitalista, hay que defender un territorio tan pequeño como Euskal Herria de las continuas externalidades ambientales de las empresas, sea en el ámbito de las grandes infraestructuras, la contaminación ambiental, los impactos de las infraestructuras energéticas, la destrucción de bosques y tierras de pasto y cultivo etc.

SECTOR INDUSTRIAL, AGRICOLA, GANADERA Y PESQUERA

- Producción agrícola y ganadera en base a criterios ecológicos y de soberanía alimentaria.

- Explotación del comunal socialmente. Defensa de las pequeñas explotaciones familiares diversificadas.

- Extensión de una acuicultura basada en empresas pequeñas, locales y sociales.

- Explotación forestal de nuestros bosques (cada vez más públicos) basada en una verdadera ordenación, que tenga en cuenta no sólo criterios productivistas a corto plazo, sino de soberanía de materias primas, mejora de reservas estratégicas de madera, el paso hacia la explotación de la biomasa con criterios de descentralización energética y ecológicos y naturalmente que, amplias superficies forestales cubran objetivos de mantener la calidad de agua de los embalses, el mantenimiento del paisaje y criterios claros e ineludibles de conservación de la biodiversidad, que incluyan en su caso parques naturales incluso reservas forestales integrales.

- Un plan de conservación de la biodiversidad en Euskal Herria ha se basarse en la participación social, en lo público, en que las empresas particulares asuman verdaderamente sus externalidades ambientales, en una agricultura y sector forestal y pesquero no ya sostenibles, sino generadores de biodiversidad ambiental (Conservación del Paisaje, razas autóctonas, silvicultura y ganadería creadoras de biodiversidad, soberanía alimentaria…)

- Organización de cooperativas constituidas mediante el movimiento popular y con autogestión total por parte de la clase trabajadora, enraizadas en un proyecto integral y nacional de contrapoder económico. A su vez, esta red cooperativa debe de dar respuestas concretas al sistema capitalista, creando a su vez, unidades de producción con valor de uso desde una perspectiva revolucionaria.

SECTOR SERVICIOS Y CULTURA.

- Hacia la educación exclusivamente pública. Gratuidad. El poder adquisitivo no debe suponer una mejor educación.

- La universidad exclusivamente pública. Gratuidad. Impulso de las humanidades y el conocimiento integral. Poner la investigación tecnocientífica al servicio de la salud y la soberanía alimentaria y energética de Euskal Herria y no de beneficios privados, etc.

- Defender la sanidad pública es dejar de dar dinero a la privada. Es dar educación en hábitos saludables y prevención. Intervención pública en la investigación y producción de fármacos, etc.

- Control y poder de gestión integral sobre los medios de transporte de mercancías y personas.

- Regular la propiedad privada de los medios de comunicación, favorecer proyectos cooperativos, públicos, etc.

- Desmercantilización de la cultura, el arte y el deporte.

- Apuesta decidida por un cambio en los hábitos de consumo y de producción de residuos, más allá del puerta a puerta que no es sino un necesario primer paso que apoyamos decididamente.

DERECHOS SOCIALES BÁSICOS GARANTIZADOS.

- Políticas de empleo público y gestión pública integral de la oferta de empleo eliminando la intervención de las ETT, garantizando la igualdad de oportunidades de acceso al trabajo e igualdad de condiciones socio-laborales sin que se produzcan discriminación alguna en razón de sexo, raza, credo o pensamiento.

- Hacia la reducción de la jornada laboral, el reparto del trabajo, la compaginación del trabajo intelectual con el manual, e implantación de un salario social universal, a cambio de trabajo para la comunidad.

- Acabar con la brutal diferencia de salarios.

 

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