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Nacionales E.Herria :: 24/02/2018

Nazis rusos atacan en Bilbao y las instituciones criminalizan a los antifascistas

Resumen Latinoamericano
Lo ocurrido, total y descaradamente manipulado por los medios españoles y no pocos medios vascos,es que los nazis rusos tienen larga fama en lo que hace a provocar disturbios

 

Debido a la presencia en las calles de Bilbao de numerosos hinchas nazis (barras bravas) del Spartak de Moscú, el jueves por la noche, antes del partido que este equipo jugó contra los locales del Athletic, se produjeron serios incidentes. Hubo varios heridos y además un policía falleció por un paro cardiorespiratorio. La policía informó que antes de comenzar los incidentes ya se sentía mal y que no sufrió ningún tipo de traumatismo, lo que al final llevó a reconocer al departamento de seguridad que “fue una muerte desvinculada del operativo policial” y los incidentes.

Lo ocurrido, total y descaradamente manipulado por los medios españoles y no pocos medios vascos, es que los nazis rusos seguidores del Spartak tienen larga fama en lo que hace a provocar disturbios de tinte racista. Estos ultras, alineados en los grupos Gladiators Firm`96 y Fratria son expertos en Artes Marciales Mixtas, un deporte con gran seguimiento en Rusia desde que lo practica el propio presidente ruso. Son militantes ultranacionalistas del partido Rusia Unida y hacen del fascismo, la homofobia, el racismo y la xenofobia su nervadura política. Se han hecho célebres por organizar los “trenes blancos” en toda la región metropolitana de Moscú que consisten en operaciones de “limpieza” en subtes y trenes donde muelen a golpes a musulmanes, homosexuales, negros y latinoamericanos. También suelen atacar (con zona liberada por la Milítsiya – policía moscovita) las concentraciones y actos del Partido Comunista de la Federación Rusa.

Con estos antecedentes, un grupo de 600 ultras desembarcaron en el País Vasco dispuestos a “romper todo” y es por ello que los grupos de hinchas del Athletic, decidieron plantarles cara y repudiar valientemente la invasión fascista, mientras desde las instituciones callaban o miraban a un costado.

En la noche del jueves, los nazis generaron una gran batahola frente al estadio, cantaron consignas racistas, arrojaron bengalas y petardos a los transeúntes y finalmente atacaron a los jóvenes vascos que habían llegado al lugar encolumnados y portando una pancarta que condenaba al fascismo.

El operativo de seguridad montado para el partido entre ambos clubes estuvo constituido por 500 efectivos de la Ertzaintza, 100 de la policía municipal de Bilbao y 200 agentes de seguridad privada y a todas luces fue un fracaso.

Los jóvenes vascos respondieron cuerpo a cuerpo contra los agresivos nazis rusos y además tuvieron enfrente a los policías del gobierno de la burguesía vasca que trataba de apalearlos (mientras retrocedían ante los rusos) y detenerlos, como finalmente ocurrió con varios de ellos.

El día después de estos graves hechos muestra otra vez algo muy común en Euskal Herria, los medios y el gobierno policial del PNV, aplican la “teoría de los dos demonios” y criminalizan por igual a quienes desde el fascismo generaron actos de barbarie y a quienes desde el antifascismo trataron de expulsarlos del lugar. Nada nuevo para la militancia independentista vasca que siempre ha tenido que soportar este tipo de actitudes.

 

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