No al estado de excepción

Sólo desde la perspectiva de unos medios de comunicación totalmente plegados a las fuentes policiales se puede «explicar» el que, mientras la familia no sabíamos ni dónde estaba Alfonso, ellos tuvieran acceso vía agencia a «noticias» sobre el caso, y se mostraran dispuestos a difundir tales filtraciones de Interior, aún a pesar de los recientes y escandalosos fiascos del ministro Acebes y de los jóvenes de Iruñea encarcelados durante dos años tras firmar una declaración falsa bajo tortura. Sólo desde la perspectiva de una política «nacionalista» vasca al exclusivo servicio del dinero, el aparato y el clientelismo se puede interpretar la temprana e irresponsable declaración de «alimañas» de Ibarretxe del 11-M y su mantenimiento contra viento y marea durante dos días para, aprovechando la corriente, criminalizar aún más al independentismo, y justificar en la práctica posteriores operaciones como la efectuada contra Alfonso, arrancado violentamente de su docencia en la que tan indispensable es. Sólo desde la perspectiva de un Estado policial y neofascista apoyado por el injustificable colaboracionismo periférico se puede «comprender» que Alfonso, como otros 700 presos más, esté encarcelado e incomunicado a cientos de kilómetros de su casa y hasta se le nieguen los cientos de telegramas y cartas enviados.

Sin embargo, todo esto tan terrible tiene su lado hermoso. Y es que sólo desde la perspectiva de un pueblo solidario, creativo, generoso y convencido de lo justo y liberador de su lucha se pueden explicar las innumerables muestras de cariño, apoyo y calor que los familiares de Alfonso, como los de los demás presos, hemos recibido y seguimos recibiendo durante estos días tan duros y a la vez tan clarificadores e intensos. Cierto es que ha habido pusilánimes y cobardes de corazón que nos han fallado, pero igual de cierto es que tenemos más compañeros de camino que nunca y que hemos tenido el privilegio de sentir de cerca el tierno y vigoroso latido de un pueblo en marcha. Y de percibir que son cada vez mayores los sectores que, ante esta desbocada locura fascista, exigen el diálogo y la búsqueda de salidas negociadas YA.

Alfontso eta euskal preso politiko guztiak etxera! Euskal kultura eta Euskal Herria askatu! Utzi pakean Euskal Herria!