Pensionistas vascas llaman a salir a la calle este 8 de marzo

El 15 de enero del 2018 muchas mujeres pensionistas salimos a las calles reivindicando por primera vez nuestras pensiones de miseria tanto las contributivas como las no contributivas y de viudedad. El día 30 de Enero participamos masivamente en la gran movilización y apoyo a la HG visibilizando nuestras reivindicaciones y vamos camino de tres años denunciando la brecha de género en las pensiones; Estas son un 41% inferiores a las de los hombres, con una pensión media de 873 € y si hablamos de las viudas de 822 €, lo que significa que muchas mujeres, al menos la mitad, estamos por debajo de esos niveles.

Generaciones de mujeres hemos trabajado una parte de nuestra vida en el EMPLEO, ocupando las profesiones y categorías laborales peor pagadas, siendo las primeras en ser despedidas en situaciones de crisis e incorporándonos posteriormente al mercado del trabajo en puestos feminizados, sobre todo en el sector servicios y cuidados, con contratos a tiempo parcial y salarios precarios. Mujeres que al mismo tiempo y realizando malabarismos, nos hemos ocupado del trabajo de CUIDADOS del entorno familiar. Trabajo no considerado como tal, silencioso e invisible. Somos esas generaciones de mujeres que nos vemos abocadas a cobrar pensiones de 400, 500, 600, 700 y 800 €.

No podemos olvidar y no lo hacemos a las casi 100.000 mujeres mayores de 65 años que hemos trabajado en la economía sumergida, hemos contribuido a la creación de riqueza, que al no ser considerado empleo, nuestra aportación no ha sido reconocida y se nos niega el derecho a cualquier tipo de pensión.

El actual problema de las pensiones es fundamentalmente el no reparto equitativo de la riqueza que hemos generado a lo largo de nuestra vida. Nuestra reclamación de 1080 €, baremo establecido en la Carta Social Europea, es una justa petición para solucionar la precariedad de las mujeres pensionistas y es una forma de poner fin a la brecha de género en este segmento de la población.

No vamos a aceptar la destrucción del Sistema Público de pensiones y su conversión en un sistema privado o de beneficencia, pensando sobre todo en las mujeres con contratos y trabajos precarios o salarios de miseria; en las mujeres invisibles, las que no aparecen en las estadísticas, las que trabajan sin contrato, cuidadoras sin cotizar a la Seguridad Social, sin ni siquiera una pensión a la vista, sin protección de ningún tipo, mujeres vulnerables y el eslabón más débil de la cadena, mujeres a las que también debemos proteger.

Queremos y demandamos:
1.-Pensión mínima de 1080 euros, en catorce pagas.
2.-Que las pensiones se actualicen conforme al IPC.
3. Eliminación de la brecha de género en las Pensiones.
4. El reconocimiento social y económico del trabajo de Cuidados y mantenimiento de familias y hogares.
5. Exigimos un debate sobre el trabajo no retribuido hecho siempre por mujeres.
6. Que la pensión de viudedad se corresponda con el 100% de lo cobrado por el cónyuge del cotizante sin limitaciones de edad.

El 8 de marzo también colaboramos y participamos en todas las acciones y movilizaciones del 8 M como mujeres del Movimiento de Pensionistas de Euskalherria.

¡GORA MARTXOAREN 8a! ¡GORA EMAKUMEON BORROKA!