lahaine.org
Nacionales E.Herria :: 02/01/2012

Tres postales de Euskal Herria Oficialización, Euskera y Amnistía

Carlos Aznares
Hablar de Euskal Herria, es tomar conciencia que se trata de un territorio que no se parece a ningún otro lugar de Europa

Hablar de Euskal Herria, es tomar conciencia que se trata de un territorio donde, según los ánimos, los tiempos y las rebeldías que acontezcan, no se parece a ningún otro lugar de Europa. Como siempre ocurre por estas fechas, surgen distintas manifestaciones que reivindican a este territorio como lo que es, una nación oprimida, invadida, expoliada, pero no dominada por sus vecinos españoles y franceses. No importa que sean los últimos días de un año que dejará huella en el pueblo vasco, o el mismísimo primero de enero que augura renovadas solidaridades con los más de 700 hombres y mujeres que siguen en prisión en las peores de las circunstancias posibles. Es obvio que aquí no influyen Nochebuenas ni fines de año (aunque se los celebre como en todas partes), y mucho menos, la voracidad del consumo -también en caída por culpa de la crisis- para diezmar la voluntad popular de expresar en voz alta sus cuestiones de fondo. En el País Vasco, para muchos de sus habitantes, cuentan cosas muy diferentes a los que palpitan otras gentes del planeta. En realidad, sus alegrías y dolores se hermanan con los que se viven ahora mismo en la Palestina o el Kurdistán ocupado, por nombrar sólo algunos ejemplos.

De ese panorama de Euskal Herria surgen estas tres postales (entre muchas), que dejan constancia de algunas de las tantas iniciativas de estos días tan especiales:

El fútbol como disparador.- Como todos los últimos años, precisamente por estas fechas, se realiza una convocatoria deportiva que no sólo sirve para que los aficionados vascos puedan ver jugar a su selección nacional de fútbol frente a diferentes rivales, sino también para reinvindicar el derecho a que sus diferentes deportistas puedan competir como vascos (integrando su propio equipo) y no como españoles, que es lo que ocurre hasta el presente. De allí que el pasado miércoles, durante todo el día, en el centro de Bilbao, miles de personas (sobre todo, jóvenes), convocados por la plataforma Esait, expresaron su apoyo a la “oficialización”, es decir a que en un futuro no muy lejano, Euskal Herria pueda salir a jugar y competir internacionalmente como selección diferenciada de los de Madrid, con camiseta y códigos propios.

Después de subir a un escenario a importantes y muy conocidos deportistas vascos que expresaron su apoyo a la propuesta, de escucharse a músicos locales tocar infinidad de temas para animar a la audiencia juvenil, finalmente se puso en marcha una abigarrada manifestación que, portando ikurriñas (la bandera vasca), pancartas exigiendo amnistía para los presos y presas y exigiendo una selección propia, además de exigir “Independencia” y la “libertad de los presos”, llegó hasta las puertas del estadio donde, ante una multitud, el equipo nacional vasco enfrentó a la selección de Yemen. Allí mismo, se realizó la otra gran fiesta: sin importar si el resultado fuera victorioso o adverso ( como ocurrió en esta ocasión), decenas de miles de personas volvieron a animar a su equipo con consignas de marcado contenido reivindicativo y mayoritariamente independentista, algo que no suele verse en otros foros internacionales similares, salvo cuando juegan los futbolistas palestinos. Lógico: las naciones sin Estado aprovechan todas las ocasiones para hacerse ver y escuchar, más allá de represiones, censuras y omisiones informativas.

La música como esperanza.- Esta misma última semana del año, hubo dos expresiones que coadyuvan a manifestar la inmensa riqueza cultural de este pueblo. En ambas, la lengua vasca, el euskera, jugó un papel sustancial como factor unificador y generador identitario. Una de ellas, es el film que fuera estrenado en octubre pasado y que ya cuenta con importantes adhesiones del público, como ocurriera en el último Festival de San Sebastián. Se trata de “Betsolari”, un excelente documental del director Asier Altuna, que recoge las emociones y vivencias de los protagonistas en el arte de improvisar versos y cantarlos “a capella” en ocasiones tan diversas como un fiestas, actos políticos o deportivos, homenaje a los luchadores presos o en competencias nacionales donde se sacan chispas hombres y mujeres del “bertsolarismo”, frente a miles de espectadores, también volcados de lleno a esta manifestación artística. La película muestra precisamente cuánta importancia, a nivel de recuperación y sostén de la identidad nacional vasca, tiene esta actividad, que si bien puede ser entendida en su dimensión si se piensa en otras similares, como son los repentistas cubanos y los payadores rioplatenses, sólo es posible penetrar en sus entrañas con profundidad, sólo si se habla y se piensa en euskera.

Otra cita singular se dio el viernes 30 de diciembre, con la actuación de uno de los trovadores vascos con más fuerte personalidad en el campo musical. Es que los conciertos en directo de Mikel Urdangarín se transforman en un ritual colectivo, en el que gran parte de sus temas son coreados por el público, y la emoción suele calar muy hondo cuando alguna de las letras se refieren al amor, a los presos, o a la defensa del euskera. Ver y escuchar a Urdangarín y la impresionante banda que le acompaña pasa por ser un viaje obligado a fin de reacondicionar la naturaleza sensible y noble de este pueblo, que suele crecerse desde las diversas adversidades por las que le toca atravesar. Su poesía, sus ironías y también sus homenajes a la memoria convierten la actuación en una comunión laica para el compromiso. No es casual, que este penúltimo día del año, casi al final del recital y a manera de agradecimiento por todo lo recibido desde el escenario, el público, enteramente volcado hacia el cantautor, haya arrancado espontáneamente con el “Hator, hator”. Se trata de un villancico tradicional al que la dinámica combativa de este pueblo le agregó estrofas de homenaje a los que luchan siempre, y que suele ser entonado en las movilizaciones independentistas.

Los presos, el punto más sensible de Euskal Herria.- Están en todas y cada una de las iniciativas populares, son el corazón palpitante de los que pelearon toda su vida. Significan la impronta de quienes no bajarán los brazos hasta alcanzar independencia y socialismo, como se viene planteando desde 1959. En aquel entonces, un grupo de jóvenes optó por “tirarse al monte” y emprender el camino de la vía armada, hartos de promesas y esperas. Desde ese momento generaron tal revulsivo en Euskal Herria, que decididamente hay que hablar de “un antes y un después” de su opción, que precisamente este año fue reemplazada unilateralmente por cederle todo el protagonismo a los vascos y las vascas. Actualmente, un poco más de 700 de esos herederos de aquellos fundadores, más otros más que se les fueron sumando, siguen de rehenes en las mazmorras de los Estados ocupantes. Por eso, no hay instante que no se les tenga en cuenta y se pida para ellos, que “regresen a casa” en alas de una Amnistía que parece necesaria para que no haya excluidos en la futura construcción de un país con el que muchos soñaron y otros, los más comprometidos,tuvieron que dar su vida o su libertad para aportar granitos de arena en su búsqueda.

Reclamar entonces, por los presos y presas, se convierte en algo urgente en estos días “festivos”. Así, coincidiendo con que el día 30 fue el último viernes del año, todos los pueblos de Euskal Herria, volvieron a llenarse de gritos y pancartas exigiendo la libertad para todos aquellos y aquellas, que sufren dispersión, hacinamiento y castigos cotidianos en los calabozos, En esta ocasión, por ejemplo,un sitio emblemático de Bilbao como es El Arenal, recibió a tres bulliciosas columnas de militantes y familiares, que marcharon desde distintos barrios agitando solidaridades y pidiendo más compromiso a la población para quienes están presos por luchar. La misma foto, se repitió por todo el territorio, generando un anticipo de lo que ocurrirá el próximo sábado 7 de enero, donde todo indica que se podrían superar los índices de asistencia a una manifestación. Tal es así, que ya se cuentan con miles de firmas de adhesión llegadas desde toda Euskal Herria y también de otros sitios del mundo, sumándose a la convocatoria, que habrá de desarrollarse otra vez en Bilbao.

Por último, consignar que en las últimas horas de la tarde del sábado 31, en cada rincón de Euskal Herria se realizaron concentraciones, marchas y brindis por los presos y presas, por los miles de deportados y refugiados. En algunos sitios, como es el caso de Algorta y Berango, ambos pueblos de Bizkaia, la actividad se realizó en la calle, exhibiendo pancartas reivindicativas, ikurriñas y las fotos de los encarcelados de dichos pueblos. La misma ceremonia se repitió este domingo 1ero. de enero, como una forma de iniciar el año con toda la fuerza que se necesita para que el mundo -pero sobre todo los gobiernos derechistas español y francés- se enteren, que sin los presos y presas vascas en libertad,sin que vuelvan a esta tierra todos los refugiados y deportados, hablar de paz y democracia suena a discurso hueco.

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal