Vertedero de Zaldibar: desolación y oscurantismo
Desde el Grupo Ecologista y Antinuclear Eguzki, creemos que, tras haber transcurrido tres días desde que la basura se viniera abajo en el vertedero Verter Recycling, es momento de hacer un análisis de lo que ha pasado y lo que no ha pasado.
En primer lugar, es imperativo mostrar nuestra solidaridad con la situación que están padeciendo las dos familias de los empleados desaparecido, con la búsqueda suspendida por dos veces, sin información oficial, sin conocer cuáles son las opciones de sus allegados… Es desolador. Desde aquí trasladamos nuestro pesar a familiares y amigos de las víctimas del derrumbe.
Por otra parte, queremos llamar la atención en el tratamiento de las palabras, para no utilizar eufemismos como siniestro o accidente, o desprendimiento, que podrían dejar la sensación de suceso casual, pues nos encontramos con indicios de mala gestión, riesgos y consecuencias de esa gestión del vertedero. Sin acusar directamente a nadie, parece que no ha sido inevitable y, por lo tanto, las consecuencias son muchas más que el corte de carretera y recuperación de cuerpos de los dos fallecidos.
Desde Eguzki no hemos hecho una reflexión pública sobre lo que está sucediendo en Zaldibar (salvo pregunta expresa de algún medio), vista la casi nula información que se está aportando desde la administración para un análisis certero de la situación, ya que otras personas y asociaciones ya estaban expresado todo lo que nosotr@s podíamos comunicar. No queremos precipitarnos ni expresar sospechas, pero sí podemos trasladar hechos y una denuncia pública sobre lo acontecido, desde el punto de vista ecologista, ambiental y de gestión de residuos.
La no información y sus consecuencias
Todos los hechos acaecidos desde el derrumbe están rodeados de un halo opaco que ha tenido sus consecuencias tanto en la gestión de la situación como en la gestión informativa.
El interés de las administraciones por controlar toda la información sobre el suceso ha provocado una situación de no información o desinformación imperdonable y escandalosa que ha generado graves consecuencias (además de la situación de las familias afectadas antes citada).
En primer lugar, en la gestión del desescombro, al trabajar l@s miembros del rescate, periodistas y demás en un vertedero en el que hay RTPs (Residuos Tóxicos y Peligrosos), como es el amianto, sin las medidas de seguridad y protección oportunas.Dato (el del amianto) que, según informaciones periodísticas, fue proporcionado por un empleado a un técnico de OSALAN. Y el Gobierno Vasco o/y el Departamento de Medio Ambiente, ¿cuándo pensaban informar y actuar?En la situación que están padeciendo los vecinos de la zona, que no son informados puntualmente de las circunstancias que están viviendo sobre riesgo de derrumbe, de contaminación y demás hechos relevantes. Ese es trabajo del Gobierno Vasco, es su obligación.Lo mismo ocurrió con el incendio en la parte alta del vertedero. La no información generó equívocos por su origen y aún siembra dudas sobre su toxicidad o peligrosidad.
En resumidas cuentas, el Gobierno Vasco está obligado y por tanto debería informar puntual y correctamente de los hechos más relevantes que están sucediendo y sus consecuencias, no ya solo a los familiares de afectados y a los vecinos de Eitzaga, también a los más de 50.000 habitantes que viven muy cerca del vertedero, que están pendientes de lo que ocurra.
Vertederos: gestión opaca y muy poco control.
La gestión de vertederos es una de esas cuestiones de la economía que, aun siendo necesaria, es muy poco clara.
Nada más ocurrir el derrumbe y hurgar un poco en la historia del vertedero Veter Recycling, empiezan a salir sentencias y situaciones que demuestran una gestión deficiente.
Según sentencia TSJPV de 2015, una empresa que estaba siendo investigada y juzgada, afirmó haber llevado PCBs (productos RTP) al vertedero sito en Zaldibar.El Gobierno Vasco tampoco dice nada de por qué no tiró del hilo ante dicha sentencia, investigó y, en su caso, sancionó a la empresa de la familia Barinaga.El informe que presentó (según ha informado el Departamento de Medio Ambiente) la empresa como respuesta a los requerimientos por faltas graves tras la inspección del Gobierno Vasco, deja entrever la dudosa capacidad estructural del vertedero, por lo que ve necesario reforzarlo, aunque afirma que “es estable con la configuración actual”.Sobre el informe del Gobierno Vasco, decir que, si Ekologistak Martxan no hubiese hecho pública la existencia de la inspección, quizás aún no hubiéramos tenido conocimiento del mismo.Ahora escuchamos con desazón y rabia que va a multar al vertedero por residuos no autorizados. Y su estabilidad, ¿aún no se pone en duda?
Pero el Gobierno Vasco no muestra su informe. No dice nada de análisis de los materiales vertidos, si tiene o no conocimiento de la cantidad de productos no autorizados que se ha vertido, por qué el ritmo de llenado del vertedero era tan elevado (el doble del plan establecido). El Gobierno Vasco se parapeta en la poca información ofrecida para evitar dar más datos.Tampoco ofrece explicaciones sobre el origen del incendio. Un vertedero que solo fuera de inertes no debería incendiarse. Por tanto, ¿ hay más productos calificados como RTP? ¿Cuáles? ¿En qué cantidad? ¿Pueden suponer riesgo para la salud?No aclara cómo va a gestionar los residuos y el amianto que se vayan a extraer. Si hay que llevarse todo el amianto (si se puede), son más de 12.000 toneladas.Se han llevado residuos y tierra a una antigua cantera. ¿Y si no sabemos la cantidad y tipo de RTPs vertidos es una solución adecuada?
La experiencia nos demuestra que el de Zaldibar no es un caso aislado- En los vertederos, probablemente sí se hagan los controles mínimos establecidos, pero dudamos mucho de que sean las necesarias y suficientes, por lo que es hora de pedir transparencia, buena gestión con el fin de publicar datos, planes, informes, contratos, así como proyectos, de su estado y gestión, para cumplir con la información pública y transparencia, con el control social público, y la defensa el interés general como objetivo. De esta forma se podrán adoptando las medidas de cautela y preventivas ante riesgos sobre las personas, la salud, o el medio ambiente.
La información y gestión pública transparente relacionada con el medio ambiente debe suponer valorar el interés general y las personas lo primero. En este caso, el resultado dramático conlleva una política de falta de información, transparencia y reconocimiento de mala gestión, sin asumir ni las circunstancias de las causas ni los efectos y responsabilidades.
Por todo ello, desde Eguzki consideramos:
Que se debe revisar toda la política de residuos, ofrecer información, transparencia y responsabilidad en su gestión para evitar otras situaciones similares, así como que se asuma en este caso de Zaldibar todas las responsabilidades que correspondan.La gestión de residuos no puede suponer una gestión delegada, sino contratación bajo dirección pública, en defensa del medio ambiente y una política conforme a las directrices europeas, reduciendo en la medida de lo posible los residuos.
Es hora de revisar todos y cada uno de los planes y proyectos con el fin de trasladar a la sociedad de forma transparente la información, gestión y medidas sobre la gestión que se viene produciendo.La defensa del medio ambiente, y en especial, de los residuos, no puede valorarse con criterios economicistas, ni de ahorro, sino de gestión responsable, con criterios ambientales y públicos.
Además, viendo lo sucedido con el amianto, debemos de exigir un plan de examen y desarrollo de medidas tanto preventivas como reactivas ante aquellos supuestos en los que se produzcan riesgos sobre las personas, la salud o el medio ambiente.
Desde Eguzki consideramos que, además de transmitir a las familias y población toda la información oportuna, se debe reconocer la falta de medidas en la gestión de este vertedero por parte de los representantes públicos, así como establecer un espacio de información pública de todos los planes, contratos y proyectos de residuos, así como las medidas de su control y seguridad, para retornar a una gestión segura de aquellos residuos que se produzcan.
Eguzki, 9 de febrero de 2020