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Nacionales E.Herria :: 21/09/2014

Entrevista a Urtzi y Telle, huelguistas condenados a dos años y medio de cárcel

Juanjo Basterra
Tienen diez días de plazo para ingresar voluntariamente en prisión. Dos años y medio de cárcel por participar en la huelga general del 29 de Marzo de 2012

Desde mañana lunes 22 de setiembre tienen diez días de plazo para ingresar voluntariamente en prisión. Dos años y medio de cárcel por participar en la huelga general del 29 de Marzo de 2012. Urtzi Martínez y Jon Telletxa confirman que «el rodillo represor» del poder quiere terminar con la protesta en la calle, pero llaman a continuar en la lucha hasta conseguir una sociedad más justa y equilibrada.

«Está demostrado que la lucha es el camino, nadie te lo da hecho»

Nunca creyeron que por participar en la huelga general del 29 de Marzo de 2012 acabarían condenados a dos años y medio de prisión -«1,5 por desórdenes públicos por una pintada»-. La presión policial y de la Fiscalía terminó por elevar la condena «por el agravante del disfraz». En el juicio de hace algo más de un año se demostró que la Ertzaintza «manipuló hechos» para encausar a cuatro jóvenes huelguistas, dos de ellos quedaron absueltos: Aitor Fernández e Irantzu Yaldebere.

A partir de este lunes, 22 de setiembre, Urtzi y Telle, como popularmente se les conoce, tendrán 10 días para ingresar en prisión de manera voluntaria, que se cumplen el 2 de Octubre. Ese día en Jardines Albia, ante el Palacio de Justicia, está prevista una concentración a las 11:00 convocada por la Plataforma Grebalariak Aske!.

¿Han asumido la condena de los dos años y medio de cárcel por haber participado en la huelga general masiva en Hego Euskal Herria?

URTZI MARTÍNEZ: Sabíamos desde el principio, cuando llegó la sentencia, que iba a ser un camino bastante largo. No creíamos que iba tener este desenlace, pero sí desde que llegó la sentencia final. Desde junio hasta este momento hemos tenido unos meses para ir asumiendo algo que creemos que es totalmente injusto.

JON TELLETXEA: Cuando se nos anuncia la condena, se veía venir la petición de ingreso. Tenemos diez días hábiles para el ingreso voluntario, que empieza a correr desde este lunes y hasta el 2 de octubre.

¿Qué piensan de estos más de dos años con la Espada de Damocles encima desde que les detuvieron en junio 2012?

U.M: El primer año estuvimos ocho meses todos los lunes y jueves en los juzgados. Nos condicionó la vida, a la hora de vivir y de llevar adelante nuestros estudios. Estudiaba en Gasteiz. En los primeros meses nos condicionó mucho, luego nos cambiaron la cita a una vez por semana. Hemos estado dos años.

J. T: Todo esto ha sido una pena añadida, que nunca se contabiliza. No sabes como va acabar, pero lo que está claro es que no puedes hacer una vida normal, ni matrícula para seguir los estudios, porque nunca sabes como va a terminar.

¿Han acabado los estudios?

U.M: Hice un módulo en producción agroecológica en Gasteiz y el segundo tendría que comenzarlo ya en la Escuela Agraria de Bizkaia. No he podido matricularme por el ingreso en prisión.

J.T: Empecé hace dos años un ciclo de electricidad. Han empezado las prácticas en empresas, pero es imposible para mi. Cuando pase la condena tendré que seguir. Me he matriculado en otro ciclo para seguir.

¿Qué piensan de esta condena por participar en una huelga general convocada por la mayoría sindical y social?

U.M: Sobre todo dividiría en dos partes ese sentimiento, aunquela segunda es consecuencia directa de la primera. Recuerdo aquella huelga general de 29 de Marzo de 2012. En Deustu salió todo el mundo a la calle. El piquete fue masivo; en Bilbo también participó mucha gente en la manifestación.

Al igual que en Euskal Herria, los jóvenes supimos responder. Salimos a la calle para defender nuestros derechos, como salieron las mujeres, los trabajadores, los parados, los jubilados. Por esa respuesta multitudinaria y contundente nos han castigado. Recuerdo que en el Palacio de Justicia en Bilbo hubo unos incidentes en los que dos agentes de la Policía autonómica fueron agredidos y heridos. Para nosotros ha sido como una doble venganza. Nos absolvieron de las principales acusaciones en el juicio, ya que nos pedían catorce años para cada uno, porque no teníamos que ver con los hechos, pero nos cayeron 2,5 años.

¿Por qué dice doble venganza?

U.M: La doble venganza es porque somos jóvenes y quieren acallarnos, y la otra es que hemos pagado un alto precio por esa venganza, por esa decisión de intentar presionar a que los jóvenes no respondamos a lo que pasa en aquello que nos preocupa, como es el mundo laboral en aquella huelga general.

¿Creen que es proporcional esa condena por participar en la huelga general?

J.T: Ese día fue un éxito en lo relativo a la huelga general. Hubo unos incidentes en los que comentaron que había dos agentes heridos, y nos imaginamos que alguien lo tenía que pagar. Hemos sido los «cabeza de turco». Esta condena, pero antes con las detenciones, lo que se ha tratado es criminalizar la actividad de los jóvenes, su capacidad de respuesta ante tantas agresiones que se están produciendo contra nosotros.

U.M: Es el rodillo represor de quienes controlan la actividad económica contra quienes nos levantamos contra sus abusos. Pero no solo han actuado contra nosotros, sino que hubo detenciones en Iruñea, que todos fueron absueltos salvo los «Cinco de Estafeta», los imputados en los piquetes de Gernika, que también fueron absueltos. La protesta en la calle contra esas reformas, los recortes, la imposición fue creciendo y la respuesta del poder fue reprimirnos para enmudecernos, pero ni lo lograron ni lo lograrán.

¿Siguen pensando que fue un montaje policial?

J.T: Sí.

U.M: La realidad es ésa. En el juicio le preguntaron a un agente protegido a ver cómo sabía que uno de los que habían agredido a los dos agentes era Aitor Fernández. Contestó porque llevaba una camiseta roja. Entonces le enseñaron una foto con varias personas con camisetas rojas, pero no supo decir quien era. Añadió entonces, que no recordaba. O cuando dicen que desde que supuestamente agredimos a los agentes, bajamos por aquellas calles, nos quitamos todo, y cinco minutos después ya estábamos en la manifestación.

J.T: Las piedras con las que supuestamente agredimos a los agente no aparecieron, otra más que demuestra el montaje policial urdido contra los jóvenes.

¿Estamos acostumbrándonos a acusaciones inverosímiles para presionar a la juventud?

J.T: Sí. Quieren meter miedo. Tiene el objetivo de criminalizar la protesta para que no seamos los jóvenes un incordio para quienes realizan políticas contrarias a nuestros derechos laborales y sociales. Nos dan para evitar que salgamos a la calle.

Pero, la gente sigue luchando, a pesar de esa presión policial y judicial en este caso ¿La solución no es esa verdad?

U.M: No. Está claro que históricamente en este país ha habido una juventud que ha respondido y ha construido. Golpe tras golpe se ha levantado. En estos momentos, la gente sale a la calle a denunciar, a defender sus derechos. Hace poco escuchaba una entrevista a Gavilán, al cantante de los «Kojón Prieto», que decía que los jóvenes tienen la razón. Aquel día estuvimos en la calle. Los jóvenes siempre estarán en la calle defendiendo sus derechos y en contra de los abusos sociales, laborales, políticos y económicos, sin duda.

¿Cómo ven el mercado laboral? Y ¿el futuro de los jóvenes?

U.M: Desde esa huelga general no ha ido a mejor. Con los jóvenes y mujeres, en general, se mantienen los recortes. Por eso luchamos en aquella huelga, pero hoy siguen aplicando los recortes. Tienen por el cuello a la gente. Va a peor. No para.

¿Hay que seguir en la lucha para frenar esto?

U.M: No hay otra manera que movilizarse, salir a la calle y denunciar estas injusticias. Un ejemplo claro es la derogación de la ley del aborto. Se ha parado su tramitación. Que haya desistido el Gobierno español con esa ley es debido a la movilización y la lucha. La movilización de la calle y el descontento son crecientes. Es un clima de descontento porque están pisoteando nuestros derechos y eso no puede ser, porque nos dejan sin futuro. Ese un ejemplo claro. Un pequeño gesto puede hacer que cambie todo.

J.T: En calidad de jóvenes debemos luchar por eso, y por un futuro digno. No nos queda otro camino. El día de mañana no sabes como vas a estar. La lucha está en la calle, no en casa. Hay que salir. Por este hecho estamos encausados.

U.M: No nos vale solo ir a votar cada cuatro años, sino que hay que construir en tu barrio, en tu pueblo...

¿Son los paganos también por haber destacado en el movimiento juvenil y asociativo de Deustu? ¿Creen que tratan de cortar de raíz ese germen creciente?

U.M: Sí. Somos conocidos en Deustu por formar parte en movimientos sociales y del movimiento juvenil. No vinieron a Deustu por casualidad. Es cierto. Se ha demostrado con la racha represora que hemos sufrido, pero después han habido más detenciones cuando se juntó la troika en Bilbo.

¿Qué quieren transmitir a la gente, a los jóvenes?

J.T: Está demostrado que la lucha es el camino, sean las circunstancias que sean. Hay que pelear porque nadie lo va a hacer por nosotros. Es lo que toca. Otros ya lo hicieron antes y, en este momento, nos toca a nosotros estar en la brecha.

U.M: La juventud es el futuro, tiene que serlo, en general. Tenemos la obligación de decirlo en la calle, defendiendo lo que en este país ha sido norma durante muchos años en la defensa de los derechos.

J.T: Al Estado español le están surgiendo respuestas cada vez más unidas, la represión social está siendo más discutida. A parte de Alfon, recordar a Carmen y Carlos de Granada. Y otros casos que hay.

U.M: El Estado español ha cruzado una línea peligrosa: criminaliza la protesta. Es intolerable. J.B.

«Criminalizan la respuesta en la calle»

Desde su punto de vista, ¿va mejor el mercado laboral?

U. M: Resulta que lo único que vemos en las estadísticas y en los datos es que cada vez hay más millonarios, pero los jóvenes estamos en paro y los pocos que consiguen un empleo están en la precariedad absoluta. ¿A qué coste? Trabajando más, más explotados y con salarios bajos.

Han tenido apoyo de la plataforma Grebalariak aske!

J. T: Nos ha brindado un apoyo inmenso ante la injusticia que se ha producido.

U. M: Ha hecho contactos y una ronda con diferentes agentes políticos, sociales y sindicales para llevar a la calle esta situación. Ha sido un trabajo muy importante, se vio en el juicio con el apoyo en los juzgados. El día 2 de octubre también escenificarán la solidaridad. Se agradece.

Que te metan en la cárcel por una pintada y haber participado en la huelga general parece surrealista.

U.M: El Estado por desgracia nos tiene acostumbrado a este surrealismo represor. Deberíamos cambiar el chip. Cada vez hay más casos, como el de Alfon en Madrid, que le piden cinco años de cárcel. En el Estado español el rodillo represor aumenta, pero al no ser tan común esas detenciones y represión tiene respuesta diferente.

¿Se va a resolver siempre con represión la denuncia contra la precariedad y los abusos de las leyes?


J.T: La represión como arma la van a aplicar siempre desde el poder. No es la solución. Porque la gente se sigue movilizando. Sigue saliendo. La gente cada vez muestra más su disconformidad, porque cada vez es menos aguantable todo el ataque que practican contra los jóvenes, las mujeres, los derechos sociolaborales

 

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