Zabala

En 1985 se encontraron los restos de dos personas que “no fueron identificadas” pero que ya en la primera autopsia mostraban signos evidentes de haber sido torturadas. Ni que decir tiene que el gobierno español de entonces era consciente de quién tenía los medios y la impunidad para torturar y hacer desaparecer los cuerpos, porque precisamente eran parte del mismo gobierno. El gobierno del PSOE. Esos cuerpos se mantuvieron “sin identificar” hasta 1995.

¿Qué pasó en 1995 para que de repente fueran identificados como los cuerpos de los militantes revolucionarios vascos Lasa y Zabala? Lo que pasó fue que en 1996 José María Aznar accedió al gobierno español superando al PSOE y durante el año anterior algunos medios de comunicación afines al PP desataron una campaña inédita contra el PSOE utilizando precisamente el caso Lasa-Zabala y el GAL para erosionar al PSOE. Lo cual no deja de ser una muestra más del alto cinismo de la derecha española cuando ella misma ha hecho uso del terrorismo de estado con otras siglas distintas al GAL y mientras el GAL actuaba también contaba con su silencio y aprobación.

Lasa y Zabala no fueron los primeros secuestrados, torturados y asesinados por el estado, tampoco han sido los últimos. Que el caso de Lasa y Zabala en diversos ámbitos parezca que sea el único caso existente de la represión del estado es debido a que las divergencias entre el PP y el PSOE en los 90 propició que el estado tirara de la manta parcialmente y en este caso concreto por el interés de una facción de la burguesía española para tomar control del gobierno.

Estaríamos hablando aquí de “traiciones” entre la clase política que sigue la razón de estado. El PSOE se la devolvería al PP con el caso 11-M del 2004, el atentado indiscriminado de carácter yihadista en Madrid que el PP achacó a ETA y que el PSOE utilizó para erosionar al PP, lo cual tampoco deja de ser una muestra del alto cinismo de la pseudo-izquierda española, cuando la mentira y la ocultación de la verdad para el PSOE es moneda de cambio común desde siempre en todo lo relacionado con el conflicto en Euskal Herria.

Hoy de nuevo, vuelven a hablar en el estado español sobre Zabala y una vez más también con interés electoral. En este caso debido a que la hermana de Joxi Zabala, Pili Zabala, es candidata de Podemos al parlamento vascongadillo.

El interés electoral radicaría ahora en instalar la idea de que el estado español es una democracia legítima, y que la izquierda abertzale se ha comportado de una manera anti-democrática mientras algunos sueltos, pocos e incontrolados policías también. Es la teoría de la triangulación que durante décadas ha puesto en efectivo el PNV.

En política “de altos vuelos”, de esas que se diseñan tácticas en plan laboratorio de Frankenstein y acomodados en butacas, a donde se llega a ellas generalmente pasando por  una moqueta, les gusta hablar de “triangulación”. En geometría, es el uso de la trigonometría de triángulos para determinar posiciones de puntos, medidas de distancias o áreas de figuras. En política es algo parecido pero el objetivo es encontrar la “centralidad política”. Para ello se necesita colocarse en el centro y tener dos extremos pero que partes de esos bloques se van sintiendo atraídos como si el centro fuera un imán. En ese momento es cuando triunfa verdaderamente la triangulación. No es necesario que desde los dos extremos lo hagan, mientras uno lo haga la balanza ya se desnivela a favor.

Esta forma de actuación es muy característica del PNV, y es la que intenta experimentar Podemos también, aunque a partir del fiasco del plan fantasma de Ibarretxe al PNV le ha costado mucho más pese a la ayuda brindada por propios y extraños. Y es que una de las pegas que tienen estos malabarismos electorales es que se basan en la mentira. Claro que cuando no existen discursos arraigados que la pongan en entredicho optan al éxito. EL PNV siempre lo ha intentado sea a través de figuras como Jonan Fernández o Aintzane Ezenarro. Si algunas partes del mensaje de la izquierda independentista en relación a la paz y la convivencia, a parte de dudosamente fundamentadas y con poca crítica, son similares o pueden confundirse en apariencia con las del PNV, ya tienen la mitad del camino recorrido. La otra mitad solo requiere buscar la figura adecuada. Una figura que manteniendo los principios del “centro político” sea una proyección de esa falta de rigor en los “extremos”. El nombramiento de Pili Zabala como candidata de Podemos sigue un esquema calcado.

Claro que aquí es donde entra la mentira política. Pili Zabala nos habla del derecho a decidir pero Podemos en Catalunya, muy recientemente además, ya ha demostrado qué significa el derecho a decidir para Podemos. El derecho a decidir lo que decida la constitución española votando negativamente para que el pueblo catalán decida sin injerencias. Pili Zabala nos habla de la violencia pero en Podemos se dan vivas a la guardia civil, militares del ejército van en listas, se defiende la permanencia en la OTAN y a la “democracia española” que precisamente es la que niega con las armas a Euskal Herria su libertad para decidir.

De todo ello se desprende que el proyecto de Podemos en la Euskal Herria occidental se basa en la consolidación de la paz y de la convivencia en un pueblo oprimido, bajo represión y en unas condiciones sociales cada día más crueles. La famosa pax romana. ¿Esto acaso no es la asimilación de Euskal Herria en una democracia que no es tal? Porque desde luego si hablamos de cambio social de momento el PNV y Podemos coinciden en extender el interclasismo ideológico y quedarse mirando los mapas. Es decir, los problemas “se pueden solucionar” entre todos y en las instituciones. Empresarios, trabajadores y parados en alegre biribilketa. De esta manera, se intenta evitar procesos de confrontación que traigan soluciones en beneficio de la clase trabajadora para instalar la “paz social” mientras una por una se aplican medidas contrarias a los intereses de la clase trabajadora y se intenta ahogar la respuesta social. Clase social desaparece como factor diluyéndose en lenguaje vacuo democraticista que hace igual a todos los políticos. Y al final tanto PP y PSOE como Podemos y PNV defienden los mismos intereses de clase (profesional acomodada, como todos sus perfiles) y necesitan a una clase trabajadora detrás de espectadora para reír las gracias de los shows televisivos.

Y mientras esto va pasando la clase trabajadora vasca que necesita más que nunca una opción soberanista de izquierda firme que ayude a defender sus intereses de clase, que ayude en destapar el velo de mentira ideológica que entre unos y otros nos quieren hacer creer y lo que nos llega es que “no da tiempo” ni a votar listas en condiciones y que las ofertas de país las presentan grupos técnicos a dedo.