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Nacionales E.Herria :: 27/02/2016

Abian – Clarificando el proceso revolucionario vasco (parte I)

Koadro gorriak
En 6 años de “Zutik Euskal Herria”, hemos perdido un importantísimo capital humano y político, fruto de desanimo, cansancio y frustración generada al no visualizar avances

 Reflexiones entorno al debate Abian (Parte I)

Clarificando el proceso revolucionario vasco

Nuestra lucha es una lucha para la emancipación de Euskal Herria, una lucha para la emancipación de las clases populares vascas. Dicha lucha está sintetizada bajo los objetivos de Independencia y Socialismo feminista. La Izquierda Abertzale nació para ser el motor del proceso de liberación, pero debemos dejar una cosa clara y grabarla a fuego en nuestro imaginario: solo el pueblo trabajador vasco podrá emanciparse a si mismo. Ninguna organización ni movimiento llevará a la libertad plena a este pueblo, solo el propio pueblo es el que puedo hacerlo. Decimos esto ya que entendemos que esta premisa debe ser la que recorra toda nuestra filosofía y praxis política, por lo que solo la autoorganización del pueblo es el único garante de que el proceso pueda avanzar. Y bajo esta premisa va encaminada nuestra lectura.

Además de esto queremos realizar un pequeño análisis del porqué optamos por conquistar la Independencia y el Socialismo feminista. El nuestro es un planteamiento alejado de cualquier interpretación nacionalista. Lo decimos alto y claro. Somos independentistas porqué creemos que solo a través de la independencia podremos avanzar en el camino para la liberación de Euskal Herria, ya que la Independencia es el proceso por el cual lograremos construir un escenario más favorable donde librar la lucha de clases.

Entendemos que la burguesía española es la que configura el bloque dominante en el Estado español y que esta somete al conjunto de pueblos y clases trabajadoras para el mantenimiento del sistema capitalista patriarcal y que por lo tanto, la opresión nacional que sufre Euskal Herria no es sino la forma en que la burguesía española asegura su posición dominante como clase social. Es partiendo de esta base que consideramos que la lucha de clases, es decir, la lucha de la clase trabajadora vasca contra la explotación capitalista, en Euskal Herria toma forma de liberación nacional, porqué a través de un proceso independentista lograremos derrotar la opresión de la burguesía española en suelo vasco, ya que los enemigos que destruyen nacionalmente al pueblo vasco son exactamente los mismos que explotan a la clase trabajadora vasca.

Además, entendemos que existe una alianza estratégica entre la burguesía vasca y la burguesía española, ya que así disponen de un estado que asegure a través de la violencia organizada el marco de reproducción capitalista que asegure su posición dominante como clase social en Euskal Herria. Es por eso que la burguesía vasca nunca ha apoyado, ni apoya ni apoyará un proceso independentista, ya que esta es la forma en la que su hegemonía quedaría tocada de muerte.

Por lo tanto, la independencia es la vía que elegimos para conquistar el Socialismo feminista. No se trata de primero lograr la independencia y luego luchar por el socialismo y el feminismo, sino que es a través de la independencia como avanzamos hacia el socialismo feminista, por todo lo anteriormente expuesto.

Habiendo dejado clara cual es la base sobre la que partimos, queremos dejar constancia de que tipo de proceso es el que queremos construir. A lo largo de la historia muchas luchas de liberación nacional han seguido el esquema de “Frente Patriótico”, es decir, se buscaba una alianza táctica con la burguesía autóctona para luchar contra la opresión nacional y social que ejercía la burguesía imperialista. La Izquierda Abertzale también siguió este esquema.

Reconociendo lo importante que ha sido este esquema a lo largo de la historia para los pueblos oprimidos para emanciparse de sus opresores, creemos que a día de hoy la Izquierda Abertzale debe de dejar de guiarse por este esquema, y sostenemos esta tesis por dos cuestiones: por un lado, porque la burguesía vasca esta completamente inserta en el bloque dominante español e imperialista internacional, por lo que no obtendrá ningún beneficio de un proceso de liberación nacional, al contrario. Y por otro lado porque la influencia ideológica, cultural y militar que tiene la burguesía hoy en día no es comparable a la que tenía hace años en los que este esquema se desarrolló y en los que los movimientos de liberación nacional estaban ampliamente hegemonizados por la izquierda revolucionaria. Por tanto y dadas las condiciones actuales, apostamos por un proceso independentista que rehuya de alianzas interclasistas y que ponga en el centro de la praxis al conjunto de las clases populares vascas, es decir, un proceso de liberación nacional de clase.

Balance sobre el camino recorrido desde el cambio de estrategia

6 años después de que se diera un cambio histórico dentro de la estrategia política de la Izquierda Abertzale con la propuesta “Zutik Euskal Herria”, vemos indispensable profundizar en un balance exhaustivo del desarrollo de esta apuesta política.

El objetivo de este ejercicio es plantear si es acertado y eficaz partir el debate de Abian desde los parámetros marcados por “Zutik Euskal Herria” o es necesario abrir otro debate en profundidad en la Izquierda Abertzale donde clarifiquemos y redefinamos cuales tienen que ser las bases y las lineas de actuación de una nueva estrategia que acelere el proceso de liberación nacional y social.

Para ello haremos un pequeño balance del periodo anterior a “Zutik Euskal Herria” y posteriormente profundizaremos en el desarrollo práctico de esta.

Antecedentes a “Zutik Euskal Herria”

Tras la ruptura del proceso de negociación del 2007, quedó en evidencia la escasa voluntad por parte del Estado español a afrontar unas negociaciones para resolver las consecuencias del conflicto político (presos, refugiadas, desmilitarización, …) y darle una solución democrática a este, logrando un acuerdo político en el que se creara un nuevo Marco Democrático donde se respetaría la voluntad del pueblo vasco a poder decidir su estatus político (contemplando el derecho a autodeterminación).

Una vez rota la tregua, el estado Español en colaboración con el Estado Francés tomaron la determinación de acabar de una vez por todas con el movimiento independentista vasco a través de todos los mecanismos posibles, por lo que dieron un salto cualitativo en el aspecto represivo, tanto contra la organización armada como contra toda la militancia de la Izquierda Abertzale, criminalizando e intentando aislar políticamente al movimiento. No debemos olvidar que para entonces la Izquierda Abertzale llevaba varios años sin poder concurrir a unas elecciones de manera normalizada y que varias de sus organizaciones estaban ilegalizadas.

Además el contexto de confrontación político-militar dificultaba la consolidación y desarrollo de todas los proyectos y dinámicas de construcción nacional, ya que estos se veían duramente atacados bajo la doctrina del “Todo es ETA” y eso imposibilitaba que amplios sectores sociales se sumaran a dichos proyectos.

Creación y bases de “Zutik Euskal Herria”

Durante los dos años posteriores, este ciclo represivo introdujo a la Izquierda Abertzale en un bucle del que no podía generar una salida mediante una estrategia de confrontación armada, por lo que el 6 de diciembre del 2008 se puso encima de la mesa una reflexión bajo el documento “En Euskal Herria hay condiciones para abrir un nuevo ciclo político” en la que planteaba la necesidad de abrir un debate de calado estratégico dentro de la Izquierda Abertzale.

Un año después, el 13 de octubre del 2009, se presento el debate y el documento “Clarificando la fase política y la estrategia”, también conocida como ponencia “Argitzen”, que apoyaba y profundizaba las tesis de abordar un proceso democrático y que además debía desarrollar el debate en unas condiciones represivas muy elevadas. En dicho documento se proponía dar por concluida la fase político-militar del proceso de liberación y apostar por una lucha de carácter estrictamente político, hecho que bajo esta lectura posibilitaría la conformación de un bloque popular independentista que disputara la hegemonía al PNV y se abriría paso a un escenario de normalización democrática donde se podrían abordar las causas y consecuencias del conflicto (presos, refugiadas, desmilitarización, derecho de autodeterminación, etc.)

El 15 de febrero del 2010 concluirá el debate con la presentación de la resolución “Zutik Euskal Herria”. Este documento recogía como base la estrategia planteada en el documento Argitzen y la declaración de Altsasu del 14 de noviembre del 2009 donde se apostaba por un proceso democrático por vías exclusivamente pacificas. Cabe mencionar que dicha declaración se realizó en mitad del proceso de debate por lo que existen sospechas fundadas de que mediante esta maniobra se condicionó el resultado del mismo. Sea cual sea la lectura, una amplia mayoría de las bases de la Izquierda Abertzale hicieron suya la nueva apuesta política.

El desarrollo plasmado en “Zutik Euskal Herria” planteaba la necesidad de abrir un proceso democrático en tres fases. La primera, resolución del conflicto, la segunda, construir el sujeto nacional y la tercera, conseguir la independencia.

Para abordar la primera fase del proceso se requería la construcción de un nuevo marco democrático para poder seguir avanzando en las otras dos fases de la estrategia independentista. Dentro del proceso democrático se preveían tres paradas a las que debíamos llegar para superar la primera fase y poder seguir profundizando en las siguientes:

1. Conseguir unos mínimos democráticos donde todas las fuerzas políticas pudieran trabajar en igualdad de condiciones. De esta manera se pretendía acabar con el apartheid político que venía sufriendo la Izquierda Abertzale.

2. Alcanzar un Acuerdo democrático entre las distinta fuerzas políticas, profundizando y desarrollando los contenidos trabajados en las anteriores negociaciones de Loiola.

3. Crear un nuevo Marco democrático, que seria la plasmación jurídico-politica del Acuerdo democrático y donde se posibilitaba la materialización de todos los proyectos políticos, incluidos la independencia.

Para poder desarrollar en su totalidad la estrategia independentista y en consecuencia el proceso democrático se fijaron cuatro herramientas o espacios de trabajo prioritarios: Alianzas político-institucionales, alianza sindicales, profundizar en el cambio social y recomponer la Izquierda Abertzale.

Con el paso del tiempo se fueron presentando diversos documentos para profundizar en el desarrollo de la estrategia independentista, entre ellos “Zutik Euskal Herria zehazten” o “Euskal Herria bidean”, donde en algunos se introducían nuevas lineas de actuación o se concretaban otras de manera mas profunda, pero en lo sustancial seguían apostando por el mismo esquema planteado, que no era otro que el de generar mayorías sociales a través de la acumulación de fuerzas en base a un referente político-institucional con el objetivo de forzar a los diferentes actores políticos a llegar a acuerdos bilaterales o multilaterales.

Fruto de esta reflexión era indispensable la creación de una herramienta política que se encargaría de gestionar y dirigir el desarrollo práctico de la estrategia, hecho que propició la creación de Sortu, previa aceptación de la Ley de Partidos y la conformación de la coalición soberanista Bildu, Amaiur y posteriormente EHBildu.

Además y siguiendo este esquema se recaracteriza todo el ámbito antirepresivo dando por finalizada al actividad de Askatasuna como organismo antirepresivo y de defensa de las y los presos políticos vascos y apostando por crear marcos organizativos amplios asumiendo un discurso muy laxo y escorado a la defensa de los derechos humanos, hecho que sin restarle su importancia y validez, dejaba huérfano el carril político de denuncia de la represión del Estado y la reivindicación del carácter político de los presos y refugiadas, además del conflicto. No obstante es necesario puntualizar el gran aporte que ha realizado el Movimiento Popular en este aspecto organizando distintas iniciativas en defensa de los derechos civiles y políticos y centrando su actividad en la denuncia de los juicios políticos y haciendo una apuesta clara por la desobediencia, hecho que ha propiciado diversas tensiones con Sortu.

Por ultimo hay que destacar que bajo el planteamiento desarrollado por “Zutik Euskal Herria” necesariamente se debía tender a destensionar el panorama político vasco, por lo que se desactivaron todas las dinámicas de respuesta y confrontación exceptuando honorables casos donde la juventud combativa ha mostrado musculo y determinación para hacer frente a los ataques de los Estados y el Capital. Por lo tanto y debido a la asunción de ese esquema, toda la dinámica de presión necesaria para hacer avanzar el proceso ha desaparecido quedando el propio proceso estancado.

Desarrollo de Zutik Euskal Herria

Realizando un balance del camino recorrido hasta el día de hoy podemos sentar las bases que nos llevan a desarrollar este documento. Primeramente debemos destacar algunos logros que supusieron el cambio estratégico y posteriormente analizaremos sus debilidades y contradicciones para acto seguido entrar a analizar el documento Abian para extraer las conclusiones que nos llevan a la siguiente conclusión: creemos que la estrategia “Zutik Euskal Herria” es errónea desde su misma base.

Debemos reconocer que el cambio estratégico que supuso “Zutik Euskal Herria” y en consecuencia las decisiones tomadas para afrontar el nuevo ciclo político consiguieron parcialmente superar las difíciles condiciones políticas a las que el Estado nos había llevado:

1. Se consiguió romper el aislamiento político en el que habían sumido a la Izquierda Abertzale y el cambio estratégico tuvo amplia repercusión en la sociedad vasca, hecho que se plasma en los resultados cosechados en las elecciones autonómicas de 2011 por Bildu.

2. El estrangulamiento represivo que aplicaba el Estado contra el movimiento independentista se fue haciendo cada vez mas evidente y tuvo que ir moderando su actuación, cambiando de forma, y aplicando medidas represivas de otro carácter. No obstante debemos hacer hincapié en que la represión no ha finalizado, solo se ha transformado.

3. Se consiguió dar marcha atrás a algunas leyes excepcionales que se aplicaban al conjunto de las y los presos políticos vascos, como la doctrina Parot.

4. Creamos condiciones en las que nuestra actividad política podía salir de la clandestinidad y ejercer un trabajo relativamente público.

Seguramente se podrán enumerar algunos logros parciales o tácticos más fruto del cambio estratégico, no obstante creemos que dichos logros no vienen dados por lo acertado del planteamiento de la estrategia propuesta en “Zutik Euskal Herria”, sino por el cierre del ciclo de confrontación armada, hecho que naturalmente conllevaba cambios, en este caso logrados por “Zutik Euskal Herria”, pero pudiendo haber sido conseguidos con cualquier otra estrategia.

Como aspectos negativos debemos mencionar que debido a la desactivación de cualquier medida de presión encaminada a forzar posicionamientos de las fuerzas políticas se ha llegado a un escenario donde el Estado no se ve con ninguna obligación de dar pasos en materia de resolución, y el resto de fuerzas políticas no se ven interpeladas para llegar a escenarios de dialogo. Al no contar con un foco de inestabilidad social y política el sistema no tiene porque moverse, por lo que de esta forma se han ido asentando los parámetros de la opresión y hemos ido interiorizando poco a poco situaciones de excepcionalidad fascista como naturales, siendo la acatación de la ley partidos, la asunción de la actividad institucional como algo central o algunos planteamientos en materia de juicios y presos las partes más visibles de esta situación.

Por lo tanto al no agitar el panorama político todos los supuestos acuerdos a los que se pudiera haber llegado en la anterior fase han quedado en papel mojado, ya que es evidente que los Estados no van a mover ficha si no hay ninguna fuerza que le obligue, y en consecuencia, creemos que la creación de un Marco Democrático y por tanto la creación de una base donde ejercer el derecho a la autodeterminación es inmaterializable con la estrategia planteada. No solo eso sino que además hemos aceptado el marco legal impuesto por el opresor, hecho que ha creado un cerco muy reducido para desarrollar la actividad política de la Izquierda Abertzale.

Unido a todo lo anterior, se puede decir que se ha desarrollado una política contraria a unos de los pilares que se presentaban en “Zutik Euskal Herria”, que era el de crear un Bloque Popular Independentista a la izquierda del PNV para disputarle le hegemonía a este, ya que a través de constantes llamadas a la acción conjunta, a la falta de contundencia en las denuncias del carácter capitalista y autonomista del PNV y a una política basada en la seducción de unas supuestas bases independentistas, han llevado al descalabro de EHBildu como expresión política del bloque independentista, ya que unido a la difusión de un mensaje ambiguo hacia el PNV con una clara apuesta por la socialdemocracia, esta se ha visto engullida por el resto de fuerzas, hecho que explica los resultados de las últimas elecciones del 20 de Diciembre de 2015, por mucho que algunos traten de ocultarlo bajo la excusa de que la sociedad vota en clave estatal.

En cuanto al desarrollo de la linea política en Nafarroa, se nos presenta como un logro el haber quitado el mando institucional a la derecha fascista de UPN, pero este hecho es un tanto cuestionable si analizamos la coyuntura en la que se encontraba el Estado español y Nafarroa, carcomido por la corrupción, los recortes y todas las políticas antisociales aplicadas en los últimos años contra las clases populares, hecho que explica porque el cambio se ha producido no solo en Nafarroa sino también en muchas ciudades importantes del Estado español (Madrid, Barcelona, Zaragoza, etc.), por lo que, atribuir como un logro de “Zutik Euskal Herria” el cambio producido nos parece hacer una lectura simplista y reduccionista de la situación, lectura necesaria para algunos sectores de la Izquierda Abertzale para no someter a una crítica dura el desarrollo de la estrategia llevada a cabo durante estos años.

Por último, y es el punto que más nos preocupa, es el hecho de que en 6 años de estrategia de “Zutik Euskal Herria”, hemos perdido un importantísimo capital humano y político, fruto del desanimo, el cansancio y la frustración generada al no visualizar avances o en otras ocasiones, y debemos reconocerlo, fruto de actitudes autoritarias y sectarias por parte de la dirección aplicando la ley del “Si no te gusta, te vas”.

Por todo los puntos anteriormente mencionados y siendo conscientes de que nos dejamos otros tantos en el tintero, nos encontramos a día de hoy, 2016, ante un panorama desolador, con una Izquierda Abertzale quemada y desilusionada, con una estrategia errónea desde su misma base y con una falta de perspectiva estratégica y una incapacidad manifiesta de plantear alternativas reales en clave rupturista y revolucionaria. Por eso es de agradecer que hayamos abierto el proceso Abian, y, una vez leída la tesis general que se nos presenta, no podemos sino mostrar nuestra discrepancia con esta por todas los aspectos que mencionaremos más adelante.

Críticas al modelo de proceso propuesto en la ponencia Abian

El modelo de proceso que se propone en la ponencia Abian continua perpetuando los errores de análisis y de praxis que hemos venido cometiendo los últimos años. Por un lado, porque sigue sitiando el eje central del proceso en las instituciones y por el otro, porque no se traza una hoja de ruta concreta que permita visualizar como se desarrollará el proceso, tan solo un conjunto de ideas y premisas sobre las que ha de pivotar y que están sujetas a múltiples interpretaciones, desde formulaciones de carácter revolucionario, hasta de formulaciones de carácter reformista. Y ante la falta de concreción y dadas las condiciones en las que ese encuentra la Izquierda Abertzale hoy en día, se impone la segunda opción.

Podemos resumir la crítica que realizamos a la ponencia en 4 bloques distintos:

Errores de análisis

En el recorrido de la ponencia podemos observar numerosas veces interpretaciones distintas de la realidad, y una de ellas se impone preocupantemente. Hablamos de una interpretación abstracta y liberal del concepto democracia. Debido a la permanente lucha ideológica que libra el capital para apropiarse de conceptos que tienen fuente de origen y aspiración en las clases populares, corremos el riesgo de ser absorbidos por el lenguaje del enemigo y reproducir los esquemas mentales de éste, y el siguiente párrafo es un claro ejemplo: “Los estados carecen de madurez democrática necesaria para acordar una solución integral y completa de estas características” (Pag.29). En este frase se menciona que los estados español y francés no se implican en ningún proceso de reconocimiento nacional de Euskal Herria y de solución a las consecuencias derivadas del conflicto porque tienen poca madurez democrática. El hecho por el cual no se impliquen en un proceso de tal calibre es porque el bloque dominante español no obtiene ningún beneficio de el. Si partimos de la base que hemos expuesto al principio del documento, el hecho de mantener oprimida Euskal Herria es para asegurar el marco de reproducción capitalista, que así se explota a la clase trabajadora vasca, por lo que, que interés puede tener la burguesía española en romper dicho marco? Esta es la causa de la no implicación y no una supuesta falta de madurez democrática. Una practica política que asume este desarrollo analítico esta condenado al fracaso.

También se realiza una apuesta por la unilateralidad, entendida ésta como seguir avanzando en el proceso de liberación sin estar a la espera de que llegue un acuerdo con el estado, es decir, sin estar a la espera de construir un marco democrático. La adopción de la unilateralidad como praxis vino por la constatación de que el estado jamás cumpliría con los acuerdos tomados en una mesa de negociación, por lo que Euskal Herria debía seguir avanzado hasta materializar la independencia por ella misma. Si se realizó una reflexión de este calibre no se puede entender como constantemente en el documento se abren las puertas a la bilateralidad e incluso a la multilateralidad entrando en una contradicción permanente, ya que no es lo mismo diseñar un proceso de carácter unilateral que un proceso bilateral o multilateral, por lo que la tendencia bipolar del documento le dota una manifiesta debilidad estratégica.

Por ultimo queremos reseñar el análisis que se realiza en la página 30 cuando se habla del carácter de la fase actual. Si bien celebramos el avance que supone que se reconozca que un proceso de liberación tiene diversos caracteres (resistencia, ofensiva y construcción), ya que estos últimos años el uso dogmático de la dicotómica resistencia vs. construcción ha sido una constante, vemos con especial peligro la incorrecta interpretaron que sigue haciendo al respecto. Se menciona que la anterior fase política, es decir, la fase político-militar que va desde el año 1958 hasta el 2010, era una fase de resistencia-supervivencia. Nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que en un principio ETA nació para agitar las conciencias adormecidas y reprimidas del pueblo vasco para superar la larga noche del franquismo y arrojar un rayo de esperanza al futuro de este pueblo (fase de carácter resistencialista), no es menos cierto que posteriormente y consecuencia del avance del proceso se abrieron maravillosas iniciativas de carácter transformador y constructivo (ikastolas, euskaltegis, …) llegando los momentos cumbres con la creación de Udalbiltza y Nazio eztabaida gunea, iniciativas desarrolladas en plena fase político-militar. La conclusión que se extrae de ello es que jamas la Izquierda Abertzale se ha guiado por ese principio “ahora resistencia, ahora construcción”, sino que ha sido una compleja relación dialéctica, y así debería seguir siéndolo en el futuro, por lo que esgrimir en el documento que antes nos encontrábamos en una fase de resistencia y ahora en una construcción nos parece cuanto menos paradójica debido a los enormes avances que se produjeron en materia de construcción nacional en plena “fase de resistencia” y los enormes retrocesos que hemos sufrido estos años en supuesta “fase de construcción”, por lo que bajo nuestro punto de vista, cuando se esgrime este argumento subyace una idea implícita por detrás, que es la de la desactivación de la confrontación, cuestión que preveían como necesaria para el despliegue de “Zutik Euskal Herria”.

Sobre el sujeto

La oferta que se realiza en el documento apuesta por aglutinar a amplias mayorías sociales al proceso independentista a través de una variación discursiva que incluya en la oferta los componentes de justicia social, igualdad, democracia, etc, por lo que dichas mayorías serán atraídas a la independencia. Ahora bien, se menciona que el sujeto que debe articular esta oferta debe estar compuesto entre diversos agentes, pero solo menciona a EHBildu/EHBai como agente decisivo (pag. 31), por lo que se cae en un flagrante institucionalismo al sostener que esta representa el espacio soberanista mas amplio, realizando una lectura meramente electoral y apartando al movimiento popular de la ecuación. Lo que se desprende de dicha lectura es que el protagonismo del proceso vuelve a caer una vez más en los partidos políticos y se cometen los mismos errores que nos han traído a esta situación, primando el carril institucional sobre el resto y nucleando el sujeto entorno a la coalición. Afirmamos que es un error poner en el centro de la acumulación a una coalición porque esta siempre estará sujeta a la vida y ritmos institucionales con sus ciclos electorales y tempus que marca el estado además de a sus leyes, por lo que el movimiento popular se le relega al papel de mero acompañante de esta acumulación y se le deja fuera de la centralidad política.

Otro aspecto que confirma esa centralidad de lo institucional y del segundo papel del movimiento popular es en la mención que se realiza a este en la página 33 del documento, donde se afirma que el proceso independentista también deberá incluir espacios de contrapoder y la presencia de identidades subalternas, y por la forma de redacción y el espacio que ocupa es mas que evidente que se toma esta cuestión como un mero aspecto secundario del proceso, cuando bajo nuestro punto de vista debería ser el central.

En cuanto a las propuestas tácticas que se realizan, es decir, las de conformar tres sujetos (asumiendo la partición de los estados) para luego converger en un único sujeto, se menciona de que dicho sujeto deberá de estar reconocido “al mas alto nivel de los estándares internacionales”, realizando un peligroso ejercicio de abstracción política al no definir cuales son esos sujetos internacionales que deben reconocernos, abriendo las puertas a un practica que busque nuestra homologación por parte de instituciones imperialistas con todas las consecuencias para nuestra soberanía de que ello derivarían.

Sobre el proceso

Podemos afirmar que la propuesta de proceso que realiza el documento no es sino mero continuismo de los anteriores documentos, desde “Zutik Euskal Herria zahazten” hasta “Euskal Herria Bidean”, ya que no aporta ninguna novedad al respecto. En el documento “Euskal Bidea” se realiza la apuesta de iniciar tres procesos constituyentes (uno para la CAV, otro para Nafarroa Garaia y otro para Iparralde) para después confluir bajo un proceso de anexión. Dichos procesos se realizaran desde las instituciones del estado, por lo que el papel que se le otorga a las instituciones es el central y viene a confirmar lo expuesto más arriba. No solo se acepta la partición territorial de Euskal Herria y se centra la actividad política a dichos marcos, sino que además asume estas instituciones como únicas posibles desde donde desarrollar el proceso constituyente, con todas las limitaciones que conlleva y todos los peligros de asimilación nacional además de impacto en el imaginario colectivo de practicas políticas, donde siempre es un grupo de “representantes” políticos los encargados de resolver las cuestiones políticas de la sociedad, cerrando las puertas a la creación de verdaderas instituciones soberanas y populares.

Otro punto que llama la atención de manera alarmante es la supuesta adopción de nuevos paradigmas a la hora de articular el proceso constituyente y el poder popular. Durante años la izquierda ha elaborado una rica teoría sobre procesos de liberación, construcción de poder popular, etc. Desde teorías marxistas pasando por teorías anarquistas, feministas, ecologistas, etc, se han ido elaborando toda una serie de análisis sobre los limites del estado y su función real en las sociedades, por lo que cargarse de un plumazo estas teorías y no tenerlas un cuenta a la hora de diseñar un proceso constituyente es un error de gran calado. Decimos esto porque en la página 34 hay un párrafo donde dice “el poder popular no puede construirse al margen del estado” o “sin estado no hay democracia”. Dichas afirmaciones están completamente fuera de lugar y además no se exponen los motivos del porque de dichas premisas, por lo que si lo unimos a un par de frases que hay mas abajo donde dice “el independentismo vasco no debería considerar las instituciones como terreno ajeno, sino como terreno de lucha fundamental” llegamos a la conclusión de que el tipo de proceso que propone Abian es un proceso institucionalista y socialdemócrata, donde la acción parlamentaria es la fundamental y donde toda la rica teoría política revolucionaria es echada a la papelera de la historia y substituida por “nuevos paradigmas emancipadores”, que son tan “nuevos” como la socialdemocracia misma.

En el apartado de Linea discursiva caemos de nuevo en el continuismo, realizando una adopción acrítica de la linea discursiva desarrollada durante los últimos años, linea que NO ha dado sus frutos realizando un balance del desarrollo del proceso. Además de asumir dicha linea, no se concreta nada mas al respecto por lo que se pude intuir que no va a haber ninguna variación entorno a esta, condenando a la Izquierda Abertzale a repetir los mismos errores que hemos venido cometiendo este tiempo.

Sobre la táctica

Realizando un análisis a las propuestas tácticas que se proponen en el documento extraemos diversas conclusiones que confirman las tesis anteriormente expuestas. Por un lado entra en contradicción con el supuesto carácter social al que se quiere imprimir el proceso, proponiendo como lineas tácticas el reconocimiento nacional, poder político, el derecho a decidir, la conformación el sujeto, etc. Dejando a un lado el hecho de que esta sea la fase 2 que proponía “Zutik Euskal Herria” (hecho que debería de conllevar una lectura critica de este), podemos intuir que ahondar en estas lineas tácticas que pueden ser consideradas de carácter meramente nacional restan eficacia al proceso ya que los sectores populares que no tiene conciencia nacional no se sumaran al proyecto.

Por otro lado se habla de que habrá que alcanzar acuerdos, suponemos que sobre los elementos tácticos, pero no se especifica con que agentes y que agentes deberán materializar dichos acuerdos, por lo que si partimos de la situación en la que nos encontramos, todo parece indicar que dichos acuerdos serán de tipo institucional y por arriba, por lo que la centralidad popular quedará relegada a un segundo plano.

Además, las lineas tácticas que se proponen como básicas (reconocimiento nacional, derecho a decidir y conformación del sujeto) en el documento solo tienen un desarrollo institucional, llegando al punto de que habrá que realizar ejercicios de articulación de estatus jurídico-políticos en los marcos que se actúa, ahondado nuevamente en la partición territorial, asumiendo las instituciones enemigas como únicas posibles y abriendo las puertas a neoautonomismos. Y no solo eso, sino que se sitúa nuevamente a EHBildu en la centralidad del proceso cometiendo los errores que mencionamos mas arriba.

Sostenemos que se corre este peligro porque en la pagina 37 se afirma que se ha impedido que el proyecto español se estabilice, cayendo en profunda contradicción cuando es precisamente por el hecho se haber asentado muy firmemente la partición territorial por la que se apuesta por una via de tres ritmos diferenciados. Dicha contradicción o error de análisis es el que puede llevarnos a afianzar aun mas la partición, saliendo el proyecto español reforzado y cayendo en un circulo vicioso en el que podemos quedarnos atascados porque estamos reproduciendo constantemente dichos marcos.

Criticas al modelo de resolución de las consecuencias del conflicto.

Las diversas lineas políticas de cara a afrontar las consecuencias del conflicto que se desarrollan en el documento son las mismas que se vienen proponiendo en esta ultima fase política y muestran series señas de agotamiento cuando no de incapacidad de materialización. Si las anteriores criticas que realizamos al documento bastan para proponer que se redacte una ponencia alternativa, realizar una lectura critica sobre este apartado no hace mas que confirmar esta necesidad.

En materia de presos se esgrime que dado que no se va a producir un acuerdo con los estados sobre este tema, es decir, que no se llegaran a escenarios de bilateralidad, se menciona que es necesario solucionar esta tema desde “el desarrollo de la ley”. Nos oponemos contundentemente a esta forma de encarar el proceso de soluciones por dos cuestiones: por un lado, la ley dice bien claro que un preso solo se acogerá a beneficios penitenciarios si se cumplen con las exigencias que esta demanda, y entre estas exigencias entra la delación y la colaboración con la justicia, por lo que nos parece una profunda contradicción buscar las soluciones en el desarrollo de la ley y a la vez mencionar que rechazamos la delación cuando precisamente la ley dice expresamente esto. Y por otro lado, porque dentro de esta ecuación de ante la imposibilidad de abrir un escenario de negociación (ligado sobre todo a la fase anterior) solo es posible someterse a la ley del estado para encarrillar el tema de los presos, se deja fuera el factor decisivo de esta lucha. Por lo tanto, “si no se puede negociar nos acogemos a la legalidad” no nos parece la formula mas adecuada, ya que el elemento central y necesario dentro de este proceso no es otro que el pueblo organizado y en lucha, es decir, la presión popular, que queda fuera del esquema. Si no hay negociación, habrá presión popular, no aceptar la ley del opresor. Además rechazamos de lleno que se cargue sobre las espaldas del EPPK y EIPK las adecuaciones que han de realizar para adaptarse a este esquema. Los colectivos deben ser agentes activos, si, pero no los responsables de resolver su situación. El responsable debe ser el pueblo.

Por ultimo y en el carril de la desmilitarización y represión se asume que es necesario empezar a articular la lucha contra las fuerzas de ocupación a través de la linea Alde Hemendik, pero no se desarrolla absolutamente nada en este aspecto y tan solo se entra, nuevamente, en aspectos institucionales, quedando el desarrollo de una necesaria linea popular en segundo plano.

Apuntes para las siguientes asambleas

Hemos elegido deliberadamente no presentar en esta ponencia nuestras aportaciones en todas las subtesis de la tesis general así como el apartado del modelo organizativo, ya que entendemos que estas cuestiones se debatirán con posterioridad si es que hay una mayoría favorable a la “Decantación independentista”.

Así que en las próximas semanas publicaremos la segunda parte de este documento.

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