Ante el auge del fascismo en Euskal Herria

FASCISMO ¡NI AQUÍ NI EN NINGÚN SITIO! ¡NO PASARÁN!

La crisis estructural del sistema capitalista es como sabemos caldo de cultivo para el auge del fascismo en todas sus vertientes. La extrema-derecha está creciendo en buena parte de Europa, y Euskal Herria no es ajeno a ello.

Especialmente desde el ámbito juvenil observamos con preocupación cómo desde el inicio de la crisis distintos movimientos de corte nazi-fascista comienzan a organizarse en nuestro territorio. Estamos hablando de la aparición de multitud de pintadas racistas y xenófobas, de la aparición de propaganda fascista en las calles de las tres capitales vascas y Navarra (carteles y pegatinas de distintas organizaciones de extrema-derecha), y lo más grave e intolerable, de ataques y amenazas a jóvenes por su origen étnico, orientación sexual e ideología.

Todas estas agresiones y propaganda tienen que ser repelidas y denunciadas de la manera más contundente posible. El fascismo no es un juguete con el que se pueda bromear, estamos ante una ideología criminal y repugnante que supone una grave amenaza que si no se erradica a tiempo puede producir efectos irreparables y devastadores.

La actual crisis estructural del capitalismo y la radicalización de sus contradicciones, con el correspondiente aumento de la conflictividad social y el auge de los movimientos populares, están significando un nuevo intento de las élites de mantener el statu quo mediante la utilización y la promoción del fascismo. Y es que como es bien sabido, el fascismo, surgió como medida desesperada de las clases dominantes para contener la conflictividad social y los procesos socializantes y populares que se daban por toda Europa ante la crisis del sistema capitalista. Se acusó a judíos, gitanos, separatistas, socialistas, comunistas y un sinfín de colectivos y minorías de ser los culpables de la miseria y la pobreza en sus países, reforzando de esta forma el sistema capitalista y los privilegios de las élites. Nuestro país, como muchos otros, sufrió la deleznable opresión fascista en su máxima expresión durante 41 años, y aun hoy en día sigue sin haberse liberado completamente.

Ante esta situación nos corresponde a todos, sin excepción, hacer frente a esta lacra que es el fascismo y denunciar todos aquellos movimientos que desde la extrema-derecha se realicen con el objeto de criminalizar y estigmatizar a importantes sectores sociales. Es una cuestión de sentido común, coherencia y supervivencia eliminar esta amenaza, por eso hacemos un llamamiento a la juventud a rechazar y denunciar estos movimientos que se alimentan de la ignorancia y que no conducen más que al odio y la violencia.

FASCISMO: ¡NI AQUÍ NI EN NINGÚN SITIO! ¡NO PASARÁN!