Asesinan a Cristo en Madrid en un acto farisaíco, falangista y requeté

Lo de la jornada de la juventud papanatas en Madrid ha sido demasiado. Han llegado cientos de charters a Barajas, gratuítos, financiados por Coca – Cola y las multinacionales españolas. Impresionante, ahora a los falsos peregrinos se les pone en aviones, se les regalan mochilas con el dinero de los demás y en ellas se introducen las bibilias de los fariseos y la cruces de quienes mandaron crucificar a Cristo. Cada peregrino recibió el pack de los enemigos de los pobres, el del odio al anticapitalismo. Quien paga manda y los invitados asienten agradecidos. Esperabámos que una iniciativa así fuese en el Cuerno de África pero no, allí no hay las comodidades de Madrid ni una ultraderecha a la que potenciar.

Me pregunto, cuantos niños han muerto en África mientras estos hiipyes neocons que viajan gratis por el mundo y disfrutarán de los mejores empleos (cortesía vaticana y multinacional) en los países del tercer mundo o en occidente montaban la fiestuky madrileña. Estas bandas de parásitos sociales son solo estomagos agradecidos al imperialismo, consumen y extienden el discurso de las multinacionales a lo largo del planeta, aparentando la humanidad farisáica de la que carecen. Es curioso que hayan rezado tanto sobre un dios abstracto a imagen y semejanza de las sectas evangelistas norteamericanas, sustituyen los cantos, las coreografias y la histeria por el amor a sus semejantes. Si estos hijos de puta amasen a sus iguales y a la vida hubiesen exigido a B – 16, el líder de los fariseos, que el acto se hubiese desarrollado en el Cuerno de África, ¡que dineral hubiese obtenido Somalia si en lugar de mercenarios y asesinos o tropas imperialistas se enviasen allí las ayudas que no se les dan o en su defecto se hubiese predicado con el ejemplo, yendo!, la vida sería de otra forma allí.

Pero no, los papaflautas de extrema derecha que desfilan al grito franquista y criminal de ¡Viva Cristo Rey! y jalean a la policia fascista española cuando agrede a paseantes y no solo a manifestantes se han asemejado a los católicos que, merienda en mano, gozaban de los fusilamientos de los republicanos en distintas partes del estado a la hora de la merienda, con un público especial de curas y monjas.

Lo mejor de la papayasada madrileña es que ha dejado claro y a la vista de las mayorías silenciosas españolas e internacionales qué es la España papal, fascista y clerical. Esto es España, ladrones de cuello blanco, partidos fascistas que además de llevárselo todo crudo tratan de dar lecciones de democracia a vaya a saber usted que imbéciles de baba y represión policial con difamaciones mediáticas.

Culminaba el papa de las SS su alegato a los reunidos en una base de aviación militar ( todo un símbolo) con un alegato sobre el heroismo de los que han aguantado la pequeña llovizna, en el momento en que muchas familias somalíes abandonaban a sus pequeños hijos a la muerte por no poderlos mantenerlos, lo hacían envueltos en lágrimas en tanto en Madrid los idiótas que dicen ser peregrinos sacaban músculo afirmando que ¡hacían cola en las fuentes por el calor sofocante!, por lo visto, eso también agrada a dios.

Cristianos fueron Gaspar Laviana o Manuel Pérez, hombres cristianos de las guerrillas latinoamericanas, hermanos de amor, sacrifico y militancia de Pakito Arriarán y Ernesto Guevara. En Madrid se ha producido un regalo vaticano a la extrema derecha española, el regalo de la pequeña pedrea.

Ante el inútil intento de Madrid de acceder a la organización de las olimpiadas, las multinacionales españolas y el infame B- 16 han tratado de ofrecer dos grandes grandes regalos a Esperanza Aguirre, Ruiz Gallardón y Rajoy, dinero a corto plazo para un sector de la hostelería y el comercio de la derecha y super mitín integrista en visperas de las elecciones generales en la plaza fuerte para la extrema derecha española que es hoy Madrid.

No necesita nada más el PP y su banda de meapilas del PSOE e IU han callado como vasallos de la reforma que son.

Cristo, Cristo, ¡que discípulos!.

. * Joseba Izaga es miembro de Boltxe Kolektiboa