El éxito del “Bilbao BBK Live” a costa de la explotación laboral de los jóvenes
Esta pasada semana se ha celebrado el famoso festival BBk Live con miles de asistentes y cuantiosas ganancias económicas para algunas empresas privadas, entre las que se encuentra Last Tour, promotora del festival. Esta promotora es la encargada de organizar el recinto festivalero y dar una serie de garantías, que las personas que han trabajado ahí no han tenido.
Iniciamos una campaña para analizar y concretar la situación laboral que genera este festival, pidiendo que nos enviasen cualquier tipo de información acerca de las mismas, ya que nos habían relatado que en ediciones anteriores no se respetó ningún derecho laboral mínimo.
La respuesta ante tal campaña fue el de la amenaza por parte de Last Tour de emprender acciones por difamación de su nombre, lo cual condujo a que quitásemos su logo. La amenaza de Last Tour no hizo más que amplificar la denuncia, que se hizo viral en redes sociales. Nos llegó un aluvión de mensajes de personas que estuvieron trabajando en otras ediciones o que ya lo estaban haciendo, relatando la vulneración absoluta de los derechos laborales más fundamentales.
Dentro de esos mensajes hay un patrón común: la explotación laboral. Sueldos de menos de 5 euros la hora trabajada, incluso llegando a ser de 3’5; la obligación de meter 15 horas de jornada; no tener derechos a descansos reglados; inexistencia en muchos casos de contrato; mentir a inspección de trabajo en caso de aparecer; alojamiento en el propio recinto en unas condiciones no adecuadas para el descanso; comida a cargo de la empresa consistente en un sándwich con 2 rodajas de mortadela; y un largo etc. Todo ello bajo la continua amenaza de que en caso de que alguien reclamase mejores condiciones fuese despedida de manera instantánea, tal y como sucedió. Parte de esas trabajadoras abandonaron el festival antes finalizar ante tales condiciones, y el descontento fue prácticamente unánime.
Mientras, nuestro Ayuntamiento financia con dinero público este festival donde no se respetan unos mínimos laborales con 1.400.000 euros, a sabiendas de las lamentables condiciones laborales. Financiación acompañada de contraprestación, pues el propio director de Last Tour participó en la campaña electoral del PNV, pidiendo el voto por el actual alcalde, el mismo que firma el cheque millonario.
Todo esto bajo el pretexto de «generar riqueza» en Bilbao. La pregunta que siempre nos tenemos que hacer es ¿Riqueza para quién? ¿A costa de qué?
Querernos denunciar esta vulneración de los derechos laborales de Last Tour, así como al propio Ayuntamiento que aporta un caudal importante para que a fin de cuentas se precarice y explote a las trabajadoras. No podemos consentir que Bilbao sea la capital de la explotación laboral y la precarización, a pesar de que nos traten de vender otra cosa.
Nos parece vergonzoso que dicho festival lleve el nombre de nuestra ciudad.