Ernai conviertió Iruña en una cárcel en defensa de los derechos de los y las presas políticas

Ernai ha puesto en escena su compromiso con los derechos de los y las presas políticas tal y como anunciaran a principios de esta semana en rueda de prensa. Y lo han hecho realizando una acción llamativa. Los jóvenes independentistas convirtieron el kiosko de la Plaza del Castillo en una cárcel para denunciar que "los gobiernos español y francés tratan de obstaculizar un proceso de soluciones mediante la aplicación de unas medidas de excepción al Colectivo de presos y presas políticas vascas". Desde Ernai hacen un llamamiento a "adoptar pequeños compromisos" para con los y las presas, ya que estas personas son "consecuencia del conflicto y parte de la solución". En la acción se repartieron octavillas y fueron identificadas varias personas por Policía Municipal, que amenazó con multarles.