Fallece Anjel Figueroa, preso político vasco

Anjel Figueroa, preso político vasco ha sido encontrado muerto en su domicilio de Algorta. Se encontraba en situación de prisión atenuada, pese a su gravisima enfermedad.

Las duras condiciones carcelarias, la desatención médica, la política de venganza de los estados francés y español, han llevado a Anjel a la muerte. Al igual que otros presos que murieron en la cárcel o al poco de salir de ella, Anjel ha sido victima de una política de exterminio hacia l@s pres@s vasc@s en la que formaron parte en su diseño PP-PSOE y PNV. También los partidos de ambito francés.

Mientras los asesinos de nuestro pueblo, como el criminal que mató a Yolanda Gonzalez disfrutan de libertad y generosos contratos por parte de las policias españolas, o como hemos sabido que uno de los asesinos de Berrueta saldrá en setiembre en libertad, las y los presos vascos padecen una insoportable situación cada día que pasa más dura.

Algorta y Euskal Herria estan de luto. Uno de sus hijos ha sido llevado a la muerte por los enemigos de Euskal Herria. Anjel Gogoan Zaitugu


Nota de prensa de Herrira

Ha muerto Ángel Figueroa:

En primer lugar, Herrira quiere mostrar sus condolencias y enviar un fuerte abrazo de apoyo a los familiares de Ángel Figueroa tras conocerse su fallecimiento. Figueroa, que se encontraba en régimen de prisión atenuada, sufría una grave epilepsia. Ha muerto a la pronta edad de 41 años.

Numerosos expertos sanitarios sitúan a la prisión como foco de enfermedades y, por desgracia, la sociedad vasca ha conocido ya demasiados casos con terribles consecuencias en ese sentido. Los presos gravemente enfermos deben de ser liberados para poder tratar sus respectivas enfermedades en unas condiciones dignas y adecuadas, sin ningún tipo de restricción que dificulte un tratamiento idóneo. De hecho, esta misma semana hemos conocido la situación de Ibon Fernández Iradi, al que le han diagnosticado una esclerosis múltiple, y de Ventura Tomé que sufre cáncer de próstata.

El caso de Ángel Figueroa resume de forma desgarradora la realidad de la política penitencia y sus medidas de excepción. Y es que además de su enfermedad, cabe recordar que su abuela Antxoni Fernández murió el 14 de marzo de 1997 cuando se dirigía a visitar al propio Ángel en la prisión de Alcalá-Meco.
Desde Herrira consideramos que urgente poner punto final a esta política penitenciaria, ya que vulnera de manera flagrante los derechos humanos y genera consecuencias terribles e irreparables.

La sociedad vasca en su conjunto ha sufrido ya demasiado y es hora de acabar con todas las vulneraciones de derechos humanos y sufrimientos muy latentes como el ocasionado por la política penitenciaria. La sociedad vasca no quiere más muertes derivadas del conflicto que vive nuestro país, la sociedad vasca ansía soluciones y quiere construir la paz. Un reto colectivo en el que es imprescindible y fundamental acabar con las medidas de excepción que se aplican a las y los presos políticos vascos.

Muchas gracias
Herrira