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Nacionales E.Herria :: 22/09/2013

[Gal/Cast] Querem a guerra

Galiza Livre
La declaración de guerra de la sentencia contra cuatro militantes independentistas galeg@s no ha frenado la lucha sino parece intensificarla

Galego
A Audiência Nacional espanhola condenou a penas desorbitadas aos companheiros Teto, Édu, Antom e Maria. 18 anos de prisom para os dous primeiros, e 10 para os dous últimos, som o castigo impingido por plantarem cara a um Estado estrangeiro, opressor, etnocida e cada dia mais fascista. Décadas de prisom para tentarem apagar o lume da resistência galega, que prendeu nas nossas terras para disgosto de um poder que nota como lhe treme o chao baixo os pés.

À cadeia sem delito

A condenaçom dos quatro patriotas é mais escandalosa ainda quando a própria “justiça” espanhola nom lhes atribui nengumha açom concreta, unicamente os delitos genéricos de “pertença a organizaçom terrorista”. Umha pertença, aliás, que nom foi provada nem sequer indiciariamente no julgamento do passado junho. A desproporçom entre a pena o delito é sem dúvida um motivo para a indignaçom entre largos setores da populaçom, mas é também um motivo para a reflexom política. E é que a dureza com que Espanha reage agora contra os combatentes galegos dá fé da sensaçom de perigo que os seu jerifaltes sentem, devido ao massivo desapego popular a respeito do poder político e o seu discurso da ordem pública. Umha situaçom esplosiva na que temem que as açons da resistência funcione como faísca que acende a pradeira, máxime quando os setores mais combativos do povo galego, e especialmente o indepedentismo, tenhem demonstrado nos últimos anos umha determinaçom incontornável por luitar com todas as armas contra a dominaçom.

Pertença, falsificaçom, posse de esplosivos

A sentença foi filtrada polos juízes aos meios de comunicaçom aditos ao regime, antes de que os próprios arguidos, os seus advogados e familiares, tivessem conhecimento dela. Segundo Europa Press, as condenaçons atribuiriam-se aos delitos de pertença a organizaçom terrorista e falsificaçom de documentos (no caso dos quatro), e um terceiro delito de posse de explosivos no caso de Teto e Édu, que parece ter sido punido com 8 anos de cadeia. À espera do texto da sentença, onde se ham de pormenorizar as penas, parece que os juízes optárom, além de por condenar sem provas, por escolher as cifras mais altas das permitidas no seu código penal.

Agora os advogados tenhem a possibilidade de elevar um recurso ao Tribunal Supremo. Além disso, ficariam as hipóteses de apelar ao Tribunal Constitucional e, depois, ao Tribunal de Direitos Humanos de Estrasburgo, mas todos estes recursos seriam consecutivos e mui dilatados no tempo, de maneira que seria improvável que o tribunal europeu se pronunciasse antes de umha década.

Adicionalmente tem-se falado de um recurso de nulidade do juízo, devido às repetidas vulneraçom do direito à defesa por parte do juiz Gevara, que causárom assombro e rejeiçom mesmamente entre os jornalistas da imprensa mercenária. Se este for o caso, teria-se que repetir o julgamento.

A luita prossegue

A declaraçom de guerra que supom esta sentença, que aliás se segue a outras medidas semelhantes como o início da tortura aos detidos ou a detençom das companheiras sentimentais, nom tem refreado umha luita que nas últimas semanas, por exemplo, atacou o poder financeiro com umha sabotagem numha sucursal de NovaGalicia Banco em Vigo. A repressom incrementou a escala, declarando umha guerra e pensando, quiçá, que com isso vencerá a capacidade de luita popular. Porém, mais bem parece provável que esta escalada repressiva se confronte com umha intensificaçom da luita armada na Galiza.

Castellano

La Audiencia Nacional española condenó a penas desorbitadas a los compañeros Teto, Edu, Antom y María. 18 años de prisión para los dos primeros y 10 para los dos últimos, son el castigo infligido por plantar cara a un Estado extranjero, opresor, etnocida y cada día más fascista. Décadas de prisión para intentar apagar el fuego de la resistencia galega, que prendió en nuestras tierras para disgusto de un poder que nota como le tiembla el suelo bajo sus pies.

La condena de los cuatro patriotas es más escandalosa, si cabe, cuando la propia justicia española no les atribuyó ninguna acción concreta, únicamente los delitos genéricos de "pertenencia a organización terrorista". Una pertenencia, además, que no fue probada ni siquiera por indicios en el juicio del pasado junio. La desproporción entre la pena y el delito es sin duda una motivo para la indignación entre grandes sectores de la población, pero es también un motivo para la reflexión política. Y es que la dureza con que España actuá ahora contra los combatientes galegos da fe de la sensación de peligro que sus jerifaltes sienten, debido al masivo desapego popular al respecto del poder político y su discurso de orden pública. Una situación explosiva en la que temen que las acciones de resistencia funcione como llama que prende en la pradera, máxime cuando los sectores más combativos del pueblo galego, y especialmente el independentismo, han demostrado en los últimos años una determinación indudable por luchar con todas las armas contra la dominación.

Pertenencia, falsificación, posesión de explosivos

La sentencia fue filtrada por los jueces a los medios de comunicación adictos al régimen, antes de que los propios imputados, sus abogados y familiares, tuviesen conocimiento de ella. Según Europa Press las condenas se atribuirían a los delitos de pertenencia a organización terrorista y falsificación de documentos (en el caso de los cuatro), y un delito de posesión de explosivos en el caso de Teto, y Edu, que parece haber sido castigado con 8 años de cárcel. A la espera del texto de la sentencia, donde se han de pormenorizar las penas, parece que los jueces optaron, además de por condenar sin pruebas, por escoger las cifras más altas de las permitidas en su código penal.

Ahora los abogados tienen la posibilidad de elevar un recurso al Tribunal Supremo. Además de esto, todavía quedaría la apelación al Tribunal Constitucional y, después, al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, pero todos estos recurso serían consecutivos y muy dilatados en el tiempo, de manera que sería improbable que el tribunal europeo se pronunciase antes de una década.

Además se ha hablado de nulidad del juicio, debido a las repetidas vulneraciones del derecho de defensa por parte del juez Guevara, que causaron asombro y rechazo incluso entre los periodistas de la prensa mercenaria. Si este fuera el caso, tendría que repetirse el juicio.

La lucha sigue

La declaración de guerra que supone esta sentencia, que además sigue a otras medidas semejantes como el inicio de la tortura a los detenidos, o la detención de las compañeras sentimentales, no ha frenado una lucha que en las últimas semanas, por ejemplo, ha atacado al poder financiero con un sabotaje en una sucursal de NovaGalicia Banco en Vigo. La represión se incrementó a escala, declarando una guerra y pensando, quizá, que con eso vencerá la capacidad de lucha popular. Sin embargo, más bien parece probable que esta escalada represiva se enfrente con una intensificación de la lucha armada en Galiza.

 

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