Goñi y Sagardoi aseguran haber sido torturados y amenazados durante los días de incomunicación

Askatasuna ha informado de que Luis Goñi y Xabier Sagardoi han declarado haber sido torturados durante los días de incomunicación pasados en dependencias policiales a manos de la Guardia Civil.

Así, el colectivo antirrepresivo afirma que han pasado días "muy duros", que recibieron muchos "golpes y tortazos" sobre todo detrás de la cabeza, en los genitales y en las costillas.

También fueron víctimas de "la bolsa", una práctica a la que fueron sometidos de manera "incesante", e incluso uno de ellos perdió el conocimiento la primera vez que se lo hicieron.

Durante todo el cautiverio, los agentes del instituto militar les mantuvieron con los ojos vendados y solamente recuperaban la visión cuando les visitaba el médico forense o cuando acudían al servicio.

Los interrogatorios fueron muy largos y les obligaron a aprenderse de memoria sendas declaraciones para el momento en que compareciesen ante el juez.

En una de esas declaraciones obligaron a Goñi a memorizar un testimonio donde se indicaba una fecha del mes de junio como el día de la comisión de un sabotaje, enlazándolo con el arresto del "complejo Bizkaia".

No obstante, los agentes se dieron cuenta de que era imposible que dicha acción se fechase en el mes de junio, ya que el arresto del denominado "complejo" tuvo lugar en julio, así como el sabotaje. Entonces, le hicieron estudiar una segunda declaración en la que fueron modificadas las fechas.

Aismismo, les obligaron a memorizar un croquis donde se indicaba la ubicación de un zulo.

Amenazas

Ambos jóvenes, detenidos el pasado domingo en Barañain, fueron amenazados con aplicarles electrodos. "A Luis le mojaron la cabeza y los codos, y le amenazaron con aplicarle electrodos. A Xabier le pusieron cables en los brazos y en el pecho y le aseguraron que recibiría descargas eléctricas", afirma Askatasuna.

Los golpes continuaron con una "especie de listín telefónico", y en su declaración también hacen mención del "juego del churrito", que consiste en enrollar un periódico y propinar "golpes directos" en el cuerpo.

Les obligaron a ponerse de cuclillas y a levantarse mientras tenían puesta una bolsa en la cabeza y continuaban golpeándoles.

Tras ellos escuchaban varios ruidos y "les hicieron creer que había más gente detenida".

Les amenazaron con sus familiares: que su novia estaba detenida, que la madre se encontraba en el hospital...

A mitad del cautiverio les dejaron "descansar, dormir y tranquilizarse", pero "cuando esperaban que todo había acabado, volvió a iniciarse el infierno".

"En algunas ocasiones no eran capaces de articular palabra", asegura Askatasuna.