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Nacionales E.Herria :: 22/02/2020

¿Qué se quiere borrar en la historia destruyendo Iruña-Veleia?

Nekane Jurado
Se está celebrando un juicio crucial para el esclarecimiento de los secretos que puede revelar Iruña-Veleia, por lo que quiero traer a Jakin Mina algunas reflexiones.

Mi atención e interés se desató cuando a través de un video observé las potentes escavadoras actuando sobre el yacimiento romano de Iruña-Veleia, tras haber declarado las autoridades competentes, tanto políticas como académicas, la falsedad de los hallazgos. Al ver que esta falsedad la proclaman sin permitir a laboratorios especializados hacer el análisis pericial que corrobore su declaración, y cuando parte de la defensa de la falsedad la realiza un estamento “sacralizado” de la universidad, pensé que no podía desviar mi atención del caso.

Basan su negación de autenticidad alegando, por una parte, las teorías que siempre han defendido de la tardía cristianización de Euskal Herria por una parte y por otra de una gran mutación del euskera desde el siglo I hasta el siglo XX por lo que sería muy difícil reconocer dicha lengua en textos anteriores a los tres últimos siglos. Por ello unos textos tan fácilmente identificables, muchos de ellos con alusiones escritas o representadas del primer cristianismo, entre las que destaca una representación de la Ultima Cena en la que es claramente identificable una mujer, y que sería la representación más antigua del mundo conocida hasta ahora.

Esto “forzosamente debía de ser falso” por el solo hecho de no encajar con la teoría “científica” instalada en la universidad vasca, ni con la “verdad inmutable” del Vaticano.

He intentado documentarme sobre el tema y mi alarma profesional e intelectual se ha disparado a niveles máximos.

Como economista me realizo la siguiente pregunta:

Cuando todos los pueblos, están tratando de poner en valor tanto su Patrimonio Histórico Singular, como su propio Patrimonio Inmaterial, como un elemento de generación de riqueza real, que bien gestionada puede crear amplias sinergias con una amplia zona del territorio ¿cómo el Gobierno Vasco, máximo responsable tanto del patrimonio histórico de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, como de la Planificación Económica general, no se ha posicionado sobre el tema, cuando ante el declive paulatino de la industria apuesta por un turismo diferenciado y de calidad? ¿Qué mayor reclamo que una gran ciudad romana con una riqueza arqueológica como la de Iruña-Veleia?. ¿Para quién es mejor meter las escavadoras que desarrollar económicamente el hallazgo como elemento central de desarrollo económico de toda la zona?

Como ex parlamentaria foral de Araba me pregunto:

¿Cómo es posible que después de 11 años siga existiendo entre todos los grupos políticos, sin excepciones, este “pacto de silencio” y este mirar hacia otro lado, mientras a plena luz del día se introducen excavadoras en el yacimiento, y se abre proceso judicial contra Eliseo Gil? ¿Cómo es posible que TODAS LAS SIGLAS POLITICAS, en un momento de crisis y destrucción de empleo, desprecien este elemento de tracción económica, máxime cuando es una gruesa rama del árbol de la historia de Araba?

Como amante de la historia, y observadora consciente de mi propio siglo veo que:

En el momento actual hay una pugna de intereses para “la construcción del relato”. Ya sea el relato del Golpe de Estado de 1936 para unos o la Gloriosa Cruzada de España para otros; o la historia de las resistencias de los pueblos; o la historia “de las victimas”. El hecho histórico en sí parece perder su esencia ante la construcción del relato. Es este relato, de los narradores de la historia, el que se inviste de “realidad” por encima de lo realmente acontecido y vivido por los verdaderos actores de la historia. ¿Cómo se construyó el relato del cristianismo? ¿Quién pierde si aparecen nuevos elementos que cuestionen en su base dicho relato? [1]

Como mujer me pregunto, ¿porqué tanto empeño en silenciar y manipular el papel de la MUJER en el desarrollo religioso?

El culto a la diosa egipcia ISIS y a Osiris[2], era muy seguido por todas las clases sociales del imperio romano, en el siglo I. Isis encarna los más altos valores de la esposa y madre, y a través de ella Osiris “resucita” y alcanza la inmortalidad, al tercer día de ser asesinado y sus restos esparcidos. A Isis se la representaba como una madre con el hijo en su regazo, anticipando la figura de la virgen María[3].

Se repite en muchos textos, sobre todo de la tradición francesa, que María de Magdala (Magdalena) era una sacerdotisa del culto de Isis. La Orden del Temple introdujo en Europa el culto a las vírgenes negras, y la Magdalena es la que más templos tiene consagrados en Francia, a la vez que uno de los símbolos iniciäticos de Francia es la flor de Lys, flor de lis, lirio, símbolo de Isis.

ALTO DESARROLLO DE LA ADMINISTRACIÓN ROMANA: ¿SIN DATOS HISTÓRICOS DE JESÚS?

Lo que más han destacado todos los investigadores históricos que se han acercado a la figura de Jesús, es el hecho de que fuera del Nuevo Testamento no existe ningún registro, ni documento histórico que lo identifique. Y esta identificación no debería de ser especialmente difícil ya que los romanos llevaban un control documentado de las poblaciones ocupadas, básica para el cobro de impuestos, y para otros actos administrativos. Así como hacían constar en actas todos los “levantamientos” insurreccionales o de sedición y las consecuencias punitivas de los mismos (ejecuciones, multas, confiscación de bienes…). Es de sobra conocido el alto desarrollo del derecho romano, y de su organización territorial y administrativa.

La falta de pruebas de identificación de un personaje como Jesús, seguido por multitudes, que entra aclamado en Jerusalén como rey de los judíos en la fiesta de Pascua (fiesta de multitudes), y que es condenado a la pena capital, después de pasar por “el juicio” de los máximos estamentos tanto judíos como romanos, como repetimos todo ello sin ningún rastro escrito, obliga a hacerse preguntas a cualquier investigador seguidor del método científico. Ya que, si bien esto no refuta su existencia, arroja una gran duda sobre la historicidad del hombre.

Y la primera cuestión que subyace siguiendo dicho método es la siguiente: o el hecho que se investiga nunca existió y es un mito de construcción colectiva o ha habido un interés total y continuado en hacer “desaparecer” dicho rastro, porque el hecho existió como una realidad distinta a la narrada.

Los hechos históricos que cuestionan “la realidad histórica” del Nuevo Testamento, son muchos y existe una extensa investigación sobre ellos.

 

El Censo de Judea. Según el evangelio de Lucas Jesús nació en Belén (año 1 d.C.) cuando sus padres viajaban para empadronarse (Lucas 2,1-3) “2:1 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.2:2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.2:3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad”

Según Flavio Josefo[4] en Judea solo hubo un censo decretado por Quirinio (Cirenio según la Biblia) el cual tuvo lugar 37 años después de que Octavio derrotó a Antonio en la batalla naval de Accio lo que correspondería al año 6 d.C.

Los textos sagrados sitúan el nacimiento de Jesús durante el mandato de Herodes el Grande. Es conocido que Herodes muere en el año 4 a.C. (por esto se establece más o menos esta fecha como la del nacimiento de Jesús) pero Quirinio fue gobernador en el año 6 d.C.; o sea, 10 años después de la muerte de Herodes el Grande, el mismo Herodes que los textos sagrados narran que se hizo visitar por los Magos de oriente y mando matar a todos los niños menores de 2 años.

Además de este desencaje hay otro elemento incongruente señalado por los investigadores históricos y que lo recoge Lucas (2, 4-5): “2:4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; 2:5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta”.

Para los historiadores este relato no puede ser real ya que no se basa en la metodología del censo y estaría buscando solamente de situar el árbol genealógico de Jesús como vástago de la casa de David, para hacer cumplir en él las profecías[5]. Los censos romanos, como se hace hoy, se realizaban en el lugar de residencia no en el de origen. Además este censo se realizó para tener la base administrativa para la recolección de impuestos, que se realiza siempre en el lugar de residencia. Contra toda lógica realizarlo en el lugar de nacimiento se hubiese convertido en un verdadero desastre logístico, por el amplio desplazamiento simultáneo que se propiciaría. Además la obligación era solamente del cabeza de familia, por lo que no tenia porque acompañar a José su mujer en avanzado estado de gestación, máxime cuando el tiempo que se otorgaba para cumplir las obligaciones censales duraba unos cuantos meses, o sea no se exigía de forma inmediata.

El lugar de residencia de la familia de Jesús. Tras intentar situar el nacimiento en tiempo y lugar, sin coincidencias entre la base histórica real y las Escrituras Sagradas, el siguiente paso lógico parece ser situar la información sobre la residencia habitual de la familia. Ya hemos señalado el versículo 2,4 de Lucas que cita Nazaret como lugar de residencia de los padres de Jesús.

Sin embargo, al buscar confirmación histórica de esta ciudad en fuentes ajenas a los evangelios, no hay evidencia alguna de que existiera ese lugar durante el S.I. a.C; Nazaret no es mencionado ni una sola vez ni en el Antiguo Testamento, ni en la literatura rabínica antigua.

El Libro de Josué (19.10.16), en lo que pretende ser el proceso de establecimiento de la tribu de Zebulon en esa área, enumera doce poblaciones y seis aldeas, sin que Nazaret aparezca en el listado. Tampoco el Talmud cita Nazaret, a pesar que enumera 63 poblaciones Galileas.

Ningún antiguo historiador o geógrafo menciona a Nazaret, y esto extraña porque el famoso historiador Judío Flavio Josefo en sus escritos fue bastante detallista y descriptivo con Galilea (que tiene un área de solo 900 millas cuadradas), y en la que él mismo vivió por un tiempo.

Existe una clave que ayuda a arrojar luz sobre el por qué de la cita en los evangelios de una ciudad que no existía en la época de Jesús. Mateo escribe ”Pero cuando oyó que Arquelao reinaba en Judea en el lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí. No obstante, siendo advertido por Dios en un sueño, regresó hacia la zona de Galilea: vino y residió en una CIUDAD llamada Nazaret, para que se cumpliera lo anunciado por los profetas, será llamado Nazareno” (Mateo 2.22,23). Pero la profecía lo que dice es “Porque, he ahí, concebirás y tendrás un hijo; y nunca le afeitarán la cabeza: porque el niño será un Nazarita delante de Dios, desde la matriz: y comenzará a liberar a Israel de las manos de los Filisteos” (Jueces 13.5). Por último el evangelio de Felipe (S.II d.C.), posterior a Mateo, no habla de residencia sino que explica: “ Los apóstoles que vinieron antes de nosotros le llamaron Jesús Nazareno el Cristo…. “Nazara es LA VERDAD. Por tanto, Nazareno es “Aquel con la Verdad…”(Evangelio de Felipe, 47)

En la época de Jesús nazareos NO eran los habitantes de Nazaret (desconocida) sino un grupo religioso muy cerca de la filosofía y la forma de vida de los esenios. La ley del nazareato viene descrita en Números 6. La gente los tenia en gran consideración porque solamente ellos, junto al Sumo Sacerdote, tenían acceso al Santo de los Santos en el Templo. Para muchos autores Jesús podría estar bajo un voto de nazareo (por eso tenía el cabello largo), y se hablaba de el como el nazareo, NO el nazareno.

 

Los datos históricos de Nazaret._ Flavio Josefo en su narración de la Primera Guerra Judía, en la ciudad de Japha (año 67 d.C.) señala que fueron 15.000 habitantes los muertos por las tropas de Trajano y los supervivientes enterraron a sus muertos en las tumbas valle arriba, donde entonces había espacio (Guerras 3.7.31). La anónima necrópolis yace hoy en día bajo la moderna ciudad de Nazaret.

Seis décadas después el emperador Adriano ordenó la reconstrucción de Jerusalén, Aelia Capitolina y levantó un gran templo a los dioses romanos, esto desencadenó la Rebelión de Bar Kojba (guerra 132-135 d.C). Tras la derrota los judíos fueron expulsados de la ciudad y un grupo de familias sacerdotales se establecieron en el área del valle de Nazaret, (desconociendo la existencia del enterramiento masivo) fueron ellos los que fundaron el poblado dándole el nombre de Nazaret, o “Ciudad de los pobres”. Apareciendo datos históricos de él a partir del S.II d.C.

 Y llegamos a la arqueología. Con la demolición en 1955 de la iglesia de la gruta se abrió el camino a la arqueología y al “descubrimiento” de la Nazaret bíblica en los terrenos propios de la iglesia. Los hechos de este yacimiento, en cuanto a manipulación y falta a la verdad, pueden dar pistas sobre el silenciamiento de Iruña-Veleia: las Sagradas Escrituras, inspiradas por el Espíritu Santo, se proclaman infalibles y ninguna evidencia histórica puede contradecirlas.

Las dos etapas de excavación de Nazaret, han sido realizadas y controladas por la iglesia. Entre 1955-1960 las dirigió el franciscano Bellarmino Bagatti, debajo de su propia iglesia, y terrenos circunvecinos. Entre 1996–1997 el responsable fue Dr. Pfann, de la escuela Franciscana de Teología), sin que ninguna de ellas hallan aportado ni una sola prueba real de la ciudad bíblica. Tratando de explicar lo inexplicable, las propias explicaciones ponen en evidencia las Escrituras.

_ La tradición de las Saintes-Maries-de-la-Mer (pequeño pueblo de la Provenza en la desembocadura del Ródano) afirma que Saintes Maries de la Mer recibe su nombre por María Salomé, María Jacobé y María Magdalena (según la leyenda embarazada) que llegaron a la ciudad procedentes de Israel junto a Marta (hermana de Lázaro) y la esclava egipcia Sara. Las reliquias de las Santas se conservan todavía, a pesar de las múltiples vicisitudes que han pasado, en la Iglesia Nôtre Dame de la Mer, un impresionante templo totalmente fortificado.

Relicario Saintes Maries

La leyenda se extiende por toda la región plasmada en testimonios arquitectónicos como el de un capitel (llamado de las santas Mujeres) en la cripta de la abadía románica de Saint Pierre de Mozac, donde tres mujeres con ropajes orientales portan en sus manos elementos para la preparación del cadáver para su enterramiento.

O Les Tremaïe (nombre provenzal que significa Las Tres Marías), es un bajo relieve de la época galo-romana tallado en una gran roca natural en la comuna de Baux-de-Provence, que según su propia tradición representa a las tres Marías que desembarcaron en el Siglo I en Provenza.

¿Qué sabían las legiones romanas y los comerciantes, que cruzaban Provenza camino a Iberia de “esta leyenda” de las Saintes Maries? ¿Qué sabían en Iruña Veleia del “crucificado”?

Solo son preguntas y dudas que la destrucción de Iruña-Veleia no ayudará a disipar.

  Nekane Jurado. Economista y Psicóloga. Investigadora de género

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[1] El hilo de mis reflexiones y la base histórica que las alimenta pueden leerse en https://docplayer.es/52989207-12-que-se-quiere-borrar-en-la-historia-destruyendo-iruna-veleia.html.

[2] Estos dos hermanos casados entre sí, hijos de la diosa de la tierra y del dios del cielo, encierran la esencia de la espiritualidad de los antiguos egipcios.

[3] Timothy Freke, Peter Gandy, 1999, Los misterios de Jesús. 2001, Jesús y la Diosa Perdida : Los secretos místicos de los cristianos originales. Examinan la relación estrecha entre la historia de Jesús, y la de Osiris-Dionisio. Jesús y María Magdalena, figuras míticas basadas en las paganas Dios y Diosa.

[4] Flavio Josefo es muy detallista con respecto a este censo e inclusive describe con detalles la revueltas involucradas al recibirse la noticia del censo cuando Judas de Gamala incitó a una revuelta que acabaría con una represión sangrienta por parte de roma: La Revolución del Censo.

[5] Los teólogos defensores de la veracidad de la escritura alegan que podría ser que José tuvieses bienes raíces en Belén (tierras, propiedades) y se viera forzado a trasladarse allí para declararlos, pero esto también sería contrario a las Escrituras sagradas ya que se manifiesta reiteradamente la pobreza de la familia de Jesús. Sobre este punto de la pobreza se destaca que el Levítico 12, 6-8 recoge detalladamente la ofrenda que, según las leyes judías, debían de realizarse al templo para la purificación de la madre después de haber alumbrado, así señala que si la persona es pobre y no tiene dinero, solo sacrificará palomas o tórtolos, que es lo qué sacrificó José: Lucas 2,24 “y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos”

 

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