Kutxabank nos necesita… ¿pero nosotras a él?

Creo que no somos realmente conscientes de la apuesta política profunda de la burguesía vasco-española. Y siempre nos acaba golpeando.

Esta apuesta no es otra que vivir cómodos bajo la opresión nacional española y mantener explotada a la clase trabajadora vasca. Pero esto no es simple retórica, se traduce en hechos concretos una y otra vez. Como comentaba recientemente un lector, es la clave que explica aquello por lo cual la burguesía vasco-española no es una burguesía nacional vasca, y si una fracción dependiente de la burguesía española con su propio bloque social de apoyo. Que pese a estar supuestamente dividida, actúan al unísono en las cosas de comer, que son las más importantes. Ya que las ideologías están en el aire y no se pueden tocar pero ellos los billetes sí.

Esta burguesía vasco-española tiene un proyecto claro y decidido, y entre otras cosas ahora mismo se encuentra en un marco de movilización para imponer la transformación total de Kutxabank en un banco y con manos privadas, robando en el proceso todo lo que puedan mientras asientan una paz social y normalización de la injusticia a la que llaman proceso de paz.

En muchos procesos de liberación algo común ha sido el que la clase trabajadora mediante cierta hegemonía arrastre a fracciones de burguesía sobre todo de la pequeña. Este hecho ha sido una constante hasta en las revoluciones socialistas mas paradigmáticas. Pero no cabe engañarse, también se puede producir al revés. Y eso es lo que está ocurriendo en parte en Euskal Herria. Que la dependencia dañina hacia el PNV está haciendo arrastrar hacia el barranco las posibilidades de liberación nacional y social.

Si a estas fracciones de la burguesía, especialmente representadas por PNV, se la hacen imprescindibles para la liberación nacional ya tienen medio camino recorrido. Ya que siempre tendrán la centralidad de amagar para un sitio e ir hacia otra dirección. Mientras la ansiedad y dependencia aumentan junto con las peticiones y los ruegos.

Pienso en esos momentos en que se le otorga al PNV un papel que no se merece. Pienso que esos momentos son la gasolina del motor del engaño que luego utiliza sabiamente para meternosla doblada. Pienso que lo imprescindible debe ser la clase trabajadora vasca y centrar ahí todos y cada uno de los esfuerzos. Pienso que no podemos ir muy lejos con las herramientas del enemigo nacional y de clase.

Me asquea profundamente todo lo que está pasando alrededor de Kutxabank. Nos están robando en la puta cara, se están riendo de los deshauciados y de los ahorros de la gente humilde de este país.

Como decía otro lector del blog; puede que la alternativa no sea un kutxabank público que no lo va a ser, ni  una banca pública, porque no existe una banca pública y no la podemos crear bajo el Spain State. En mi opinión el objetivo es luchar por la construcción de una red de mutuas, cooperativas de crédito, banca popular, etc., de carácter social, que esté sujeta al pueblo y que este sea el que corte el bacalao, democracia interna, transparencia, etc., etc. (Esto no es una “utopía”, existen experiencias). Por eso no quiero a partidos políticos mangoneando en consejos de administración, ni falta que hacen, si quieren hacer carrera política, como los buenos, a pelo y por voluntariado. Crédito popular, crédito obrero, para construir redes económicas, llamémosles populares, quisiera que fueran obreras, para abrir espacios …luchar por la autonomía de clase, empoderación pura y dura del PTV de una santa vez. Eso si que sería dar pasitos de gigante unilaterales hacia el futuro independiente y socialista y tener una apuesta política profunda que pueda combatir la hegemonía burguesa vasco-española con pasos concretos hacia una alternativa real.

El poder es poder porque “se lo damos” nosotros y nosotras. Kutxabank no sería nada sin nuestras cuentas. ¿Sabemos lo que eso verdaderamente significa?. Empecemos a quitarles de una vez la hierba por donde pisan construyendo nuestro terreno de juego. Ellos son los que nos necesitan , no nosotras a ellos.