La AVT se coloca por encima de los poderes del estado y ofende al pueblo, actuando como poder soberano

Ellos han creado la Bestia y ahora no pueden controlarla. La Asociación de Víctimas del Terrorismo tiene la osadía de examinar la política de Zapatero y de intentar controlar el proceso y las decisiones parlamentarias. Francisco José Alcaraz debe sentirse como uno de los hombres más poderosos de España. Le fija la agenda al Presidente del Gobierno que lo recibe apoyado por el ministro de Justicia y el Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo. Después le comunica a Zapatero que ellos -los censores del Gobierno y del Congreso en materia relativa al Pacto Antiterrorista, es decir, en todo lo que se refiere al proceso político en Euskadi, el ejercicio de las libertades públicas, la política represiva, los procesos de ilegalización, las sentencias judiciales, los cumplimientos de condenas- se oponen a cualquier negociación con ETA...

La AVT, afirma amenazante Alcaraz, rechazará toda concesión a ETA o lo que es lo mismo, el principio mismo de la negociación. Sus palabras suenan como la ley del más fuerte: "Entramos con mucha inquietud y mucha incertidumbre y nos vamos con esa misma inquietud y esa misma incertidumbre". También suenan como sentencias supremas: "las únicas armas que han dado un beneficio palpable" contra ETA han sido la presión policial, la Ley de Partidos y el Pacto Antiterrorista, que Alcaraz considera roto.

No contento con establecer, como normas de obligado cumplimiento, sus posiciones sobre algo que no les concierne en absoluto; la AVT pretende manipular a la Comisión parlamentaria sobre el 11-M, en sentido contrario a la de las víctimas del atentado de Atocha. "No queremos que se cierre la Comisión mientras siga abierta la instrucción judicial". Exactamente la posición del PP, el gran responsable de la implicación en "la guerra antiterrorista de Bush que nos llevó a la enorme tragedia, y también el gran manipulador de los sucesos y de las víctimas reales del atentado de las estaciones de Madrid. El PP juega todavía con la "teoría", falsa y cínica, evasiva pero útil, de la implicación de ETA.

En este asunto del 11-M la AVT va a jugar fuerte a favor del PP y de Aznar, de ninguna manera de las víctimas. Ha anunciado "movilizaciones" para apoyar la gran farsa que ha montado el responsable de la implicación de nuestro país en una guerra ilegal, basada en falsificaciones y mentiras, y causante de la destrucción de un país y del asesinato de cientos de miles de personas.

Probablemente, la mayoría de las víctimas del 11-M serían partidarias de que un tribunal internacional -el TPI del Tratado de Roma- juzgase a Aznar por crímenes de guerra y contra la humanidad, por complicidad con una guerra abusiva, injusta y genocida.

Aznar el político petulante que fue cómplice de una guerra de agresión y ofreció a Bush el riesgo del 11-M empezaría a pagar por ello.

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