La ertzaintza, a su pedo

La policía de la paz según Juan José Ibarretxe, la del pueblo según Xabier Arzalluz o la policía sin más según la gran mayoría de la población donde ejerce como política integral desde 1978.

El lunes 27 de marzo del 2006, sólo tres días después de la declaración de Alto el Fuego permanente de la organización ETA, la ertzaintza detenía a Dani Yaniz y Koldo Dambolenea en Bilbo bajo una rocambolesca historia de autos y órdenes de la Audiencia Nacional que fue desmentida por el propio juez Fernando Andreu.

Este viernes 13 octubre del 2006 ha detenido en Gasteiz a Ibai Peña e Igor Mallora en base a unas supuestas pruebas de ADN, por cierto también la Audiencia Nacional dijo que éstas sólo se realizarán bajo orden judicial en otras detenciones-acusaciones de éstos, y la imputación de kale borroka.

No es tan importante la supuesta culpabilidad de los detenidos y encarcelados sin presunción de inocencia alguna, al menos no lo es en este momento critico, que lo es, de un proceso que no arranca y no lo era a los pocos días del anuncio del Alto el fuego permanente.

La ertzaintza a la que tantos, esa gran mayoría a la que antes hacia referencia, califican como policía del PNV sólo cumple órdenes y éstas se supone que nacen del Consejero de Interior del propio gobierno autonómico. Por cierto, militante del PNV desde siempre.

El partido nacionalista ha dejado claro cual es su postura en lo que su presidente ha calificado como proceso irreversible y, por si acaso, ha abanderado la condena imperdonable de la sociedad vasca a ETA si esta rompe el tan manipulado Alto el fuego.

Pero estas líneas solo quieren dejar un esbozo de esa policía integral que es la ertzaintza y que tan poco se diferencia de otras como son la guardia civil o la policía armada.

En el uso de armas reglamentarias o no reglamentarias, en su profesional odio al disolver cualquier manifestación abertzale, en sus métodos democráticos al detener a los militantes de la izquierda vasca, a la hora de cubrir sus rostros, en el uso y abuso de pelotas de goma, porras, escudos, cámaras de videos, botas, gases no identificados, etc.

La ertzaintza igual sirve para proteger una manifestación ultra en Bilbo o Hernani, como para reventar una detrás de una pancarta Euskal Herria Aurrera en Bilbo o en Donostia. órdenes recibidas, siempre son órdenes recibidas y según la bondad de la acción éstas vendrán directamente de la Audiencia Nacional o del propio Consejero, pero siempre contra la izquierda abertzale.

La ertzaintza igual detiene sin pruebas que las retiene independiente de que uno de sus muchos detenidos tenga que permanecer más de dos años en la puta cárcel en lo que se conoce como prisión preventiva por su ocultación, sin que nada ni nadie haga algo al respecto por esta negligencia seguramente penal, civil y políticamente penal. Un supuesto tirón de orejas del Ararteko, defensor del pueblo, y poco más.

La ertzaintza igual arranca un cartel, una pancarta o un monolito recuerdo u homenaje como parte de su trabajo diario, perdón nocturno.

Como toda policía que se precie nunca está en el momento oportuno, en una pelea a la salida de una discoteca, ante cualquier episodio de violencia de género, en una de esas muchas obras que no cumplen las normas mínimas de seguridad laboral, en esas mismas empresas que contratan a sin papeles, sin seguridad social, sin contrato y sin otras muchas obligaciones que convierten a los inmigrantes en la codicia de empresas y empresarios, allí donde la droga se vende al por menor o donde la almacenan sin tapujos, donde se venden falsificaciones burdas o refinadas, donde los kamikazes juegan a ser más rápidos. Donde deberían estar y punto.

La ertzaintza es una policía integral y como tal actúa, pero sobre todo lo hace con un exquisito sentido de la lealtad a quien ordena sus acciones y reglamenta sus actuaciones, el Partido Nacionalista Vasco.

Por eso, seguramente por orden también, la ertzaintza vuelve a ir a su pedo y nada más sin importarle que ese Alto el fuego unilateral pueda llegar a dibujar en Euskal Herria, también en ambos estados por cierto, un marco de paz y libertad que esta sociedad anhela desde hace tanto. O tal vez por eso mismo.

Intxaurrondo (Euskal Herria)