Los tres presos politicos, Aranalde, Atxaerandio y Olaiz afirman que sus declaraciones fueron recogidas bajo tortura

El preso político vasco Jorge Olaiz y los ex presos Susana Atxaerandio e Ibon Aranalde han comparecido hoy en la Audiencia Nacional española citados como testigos por la Fiscalía del mismo tribunal.

Los tres han reiterado que durante sus respectivas detenciones permanecieron varios días incomunicados en manos de las fuerzas policiales españolas y que las declaraciones que fueron sustraídas en el arresto se realizaron bajo tortura, y malos tratos.

Jorge Olaiz ha sido preguntado si es cierto que el procesado Josu Beaumont le dio una carta con una cita para que ingresara en ETA. El preso político, ha negado rotundamente su declaración, ya que permaneció cuatro días incomunicado. Además, ha afirmado que presentó una denuncia en el juzgado y que "nadie me hizo caso", por lo que los hechos no han sido investigados.

"Vejaciones y humillaciones"

Por su parte, la Fiscalía ha recordado también la declaración de Susana Atxaerandio durante su arresto. Ésta dijo, bajo presiones y malos tratos policiales, que Maite Díaz de Heredia (procesada en el sumario, y hoy en día en prisión) tenía "responsabilidades" en las Gestoras de Araba, y que le facilitó varios documentos para que los guardase en su casa.

Atxaerandio ha desmentido lo declarado, y ha explicado que "durante cuatro días sufrí vejaciones. Estuve en una situación que no era ni persona. La Guardia Civil preparó una declaración judicial con las respuestas que tenía que dar". Ha añadido que durante su declaración en dependencias de la Guardia Civil, permaneció con un antifaz puesto y con un guardia civil a su lado.

"Hice y dije lo que quiería la Guardia Civil", ha afirmado, al tiempo que ha apuntado que cuando pasó por delante del juez, la Audiencia Nacional "no se ratificó en mi declaración porque se hizo bajo torturas".

Posteriormente, ha sido preguntada sobre la financiación de Gestoras, y ella ha dicho que el dinero se consigue mediante "huchas, txoznas, sorteos...". Entonces, han recordado que declaró lo mismo cuando fue arrestada y han puesto en entredicho su declaración.

Atxaerandio, ante ello, ha asegurado que "hice lo que me dijeron entre humillaciones, vejaciones, y abusos sexuales".

La AVT, que ejerce de acusación popular, ha preguntado que, si fue torturada y le vio un médico, por qué éste no dijo nada.

La ex prisionera vasca ha explicado que ella se negó a hacer ninguna declaración por las presiones recibidas en comisaría: "Me dijeron que si decía algo me arrancarían la cabeza", ha dicho.

Además, ha explicado que cuando el forense la atendió estaba temblando porque minutos antes le echaron agua fría, y que, a pesar de que no dijera nada, eran evidentes las quemaduras en todo su cuerpo y que también presentaba un esguince cervical. Posteriormente, ha explicado que le comunicó lo ocurrido al juez, pero su denuncia fue archivada.

Más torturas

Ibon Aranalde también ha afirmado que sus declaraciones fueron sustraídas bajo torturas y lo que dijo "no son más que datos policiales e hice lo que me obligaron a decir".

Ha asegurado que también recibió malos tratos sicológicos. En concreto, le amenazaron con hacerle lo mismo a su hermana si en algún momento denunciaba lo ocurrido, y que por ello declaró ante el juez lo que le indicaron previamente en dependencias policiales.

La presidenta del tribunal Teresa Palacios le ha preguntado qué es un represaliado: "Es una persona que sufre la represión como consecuencia de la opresión. Es una persona que lucha por los derechos de su pueblo y al final termina en la cárcel o vive fuera de su país", ha dicho.

"La preparación"

Posteriormente, han declarado dos guardias civiles que custodiaron durante su arresto a Jorge Olaiz en noviembre de 2001 y que también han acudido citados como testigos por la Fiscalía. A pesar de que ambos se han limitado a decir que Olaiz permaneció en todo momento acompañado por un abogado de oficio, y que le fueron leídos sus derechos, a uno de ellos se le ha escapado que "la preparación de la declaración fue espontánea". Entonces, Palacios ha intentado salir airosa de la situación al decir que "creo que se habrá equivocado", y dar oportunidad al guardia civil para corregir la metedura de pata.

Los dos agentes han respondido a las preguntas de la Fiscalía y de la acusación popular y los abogados defensores han rechazado realizar pregunta alguna.

En la sesión de hoy

Hoy se reanudará el juicio a las 10.00 de la mañana y comparecerán otros cinco guardias civiles que también tomaron parte en el arresto de Atxaerandio y Aranalde.