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Nacionales E.Herria :: 31/08/2013

Tigres de papel

Borroka Garaia
En realidad, el secreto de esa juventud eterna es precisamente ese corazón, ese amor al pueblo y a los de abajo y esa praxis revolucionaría. Esa lucha.

Ganar el corazón del pueblo no es fácil. Es difícil ganarlo cuando éste se encuentra miedoso, herido o dormido y sobre todo es muy difícil conquistar ese corazón sin emotividad y emoción en la lucha. No sirven de mucho mil teorías, perfectas tácticas o estrategias y discursos impecables sin la base fundamental de todo proceso de cambio, de todo proceso revolucionario.

Comentaba un brigadista argentino que luchó en las filas del FSLN en la revolución sandinista, que en 1980, producto de la inmensa campaña de alfabetización realizada, el sandinismo terminó por ganar el corazón de su pueblo en Nicaragua. Aunque luego eso sufrió cambios debido a algunos dirigentes sandinistas que se desprendieron del propio sandinismo y porque la guerra y su costo en vidas fue feroz.

Y es que el amor al pueblo y a los de abajo es esa base fundamental. Eso no se puede aprender en ningún libro de teoría revolucionaria, en ningún parlamento ni en ninguna barricada. Sin embargo es lo único que permite fundirte con el mismo pueblo, y desde él, interpretar sus ansias y más profundas necesidades vitales. Es ahí donde nace la verdadera praxis revolucionaria. La que perdura si se cuida. La insobornable.

La fuente de la juventud, en la mitología, es el símbolo de la inmortalidad, es una legendaria fuente que supuestamente cura y devuelve la juventud a quienquiera que beba de sus aguas o se bañe en ellas. La búsqueda de la eterna juventud ha sido algo muy recurrente en la literatura, y también una fantasía de muchos y muchas que la dejan atrás. La juventud en muchos casos es añorada, incluso envidiada con recelo.

En realidad, el secreto de esa juventud eterna es precisamente ese corazón, ese amor al pueblo y a los de abajo y esa praxis revolucionaría. Esa lucha. El revolucionario insobornable es siempre joven porque su corazón no envejece, no se marchita.

El joven de 83 años Periko Solabarria, junto a otros jóvenes de Ernai ha sido citado a declarar en la inquisitorial audiencia nacional española bajo amenaza de arresto simplemente por denunciar el sistema de exterminio carcelario que llevó a la muerte al preso político Xabier López Peña.

Que la organización juvenil Ernai esté en el punto de mira y que a través de maniobras represivas y de coacción se le intente marcar las líneas rojas para condicionarla y obligarla a transitar el camino donde deje atrás su carácter joven y rebelde no extraña.

Tampoco extraña que llenos de odio, de recelo y envidia, el viejo sistema español represivo las cargue contra Periko Solabarria por amar a su pueblo y a los de abajo, por estar siempre con el desfavorecido, por ser ese revolucionario insobornable siempre joven.

Si la izquierda abertzale ha de ganar el corazón de este pueblo, será por los caminos transitados por personas como Periko Solabarria. No hay atajos.

Una vez al imperialismo estadounidense lo definieron como tigre de papel. En apariencia muy poderoso pero en realidad no es nada. Un tigre por fuera, pero hecho de papel, incapaz de resistirse al viento y la lluvia.

Eso es la audiencia nacional española frente a Periko y la juventud vasca. Un tigre de papel.

 

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