Vendepatrias vs rebeldía

Euskal Herria hoy cuenta con una nueva presa política y con una nueva carga más de sufrimiento. No es un hecho aislado sino que se lleva repitiendo generación tras generación hasta que la historia se pierde en la memoria. La respuesta a la pregunta de por qué existen presos y presas políticas es muy sencilla. Existen presos porque Euskal Herria está bajo ocupación extranjera de dos estados. Estados que trajeron la violencia y el conflicto para imponer sus ideas y privilegios sobre todo un pueblo con el objetivo de saquear a la clase trabajadora desnacionalizando a todo un país. Euskal Herria tenía que desaparecer para ser integrada por la fuerza en dos estados avariciosos y cobardes.

Ese objetivo de someter a Euskal Herria habría sido mucho mas difícil sin ayuda. Lo primero que hace el imperialismo para imponerse es hurgar en esos mismos pueblos en busca de colaboración y traición. Y siempre la encuentra. La encuentra en los que venden a su patria por dinero y prebendas.

Esos vendepatrias que se ponen a las ordenes del opresor tienen que construir un discurso adecuado porque son la alfombra roja que meterá hasta la cocina al enemigo. Esa alfombra roja en Euskal Herria tiene bordada una sigla. La del PNV. El partido que promueve el cumplimiento de la ley del enemigo y coloca las cadenas a su supuesto pueblo. Como ha hecho hoy en Ondarroa.

¿Y todo esto para qué?. Para tener a Imazes en petronor. Nada más. Puro interés de clase. Contentar a una minoría burguesa que incluso se cisca día tras día en los trabajadores que le dan su apoyo robándoles sin escrúpulos.

No se le puede llamar sinverguenza al PNV y su ertzaintza porque habría que partir del supuesto que tuvieran algo de pudor. No tienen ninguno y las declaraciones que han ido dejando esta mañana lo confirmarán para algún despistado. Ya que aunque algún despistado lo crea o no, el PNV defiende la violencia, no está dispuesta bajo ningún concepto a dejar de utilizarla y concretamente sobre cualquiera que esté leyendo esto ahora.

En la credulidad y ansiedad comprensible del oprimido surgirá la pregunta de que son necesarias ciertas alianzas tácticas y estratégicas para la liberación nacional. Y si bien es cierto, lo que no se puede obviar son las leyes de la lucha de clases. Esas leyes impiden que los que defienden el interés del capital, como el PNV, hagan algo en contra de sus privilegios si no se ven forzados a ello. Y la historia reciente de nuestro pueblo así lo prueba. ¿En qué condiciones y por qué el PNV dio marcha atrás a su apoyo directo e impulso de la dispersión carcelaria?. ¿Cuándo se producen regresiónes y profundización españolista en el PNV como la que está viviendo ahora?. Las respuestas a estas dos preguntas didácticamente responden a muchas más y dejan al idealismo mal parado.

En cualquier caso y volviendo a esos estados que trajeron la violencia y el conflicto, constatar que algo les debió salir mal porque no han podio aún satisfacer completamente sus objetivos. Ese algo lo ha impedido.

Ese algo por ejemplo estaba hoy en Ondarroa, siendo machacado pero manteniendose firme así como ha estado en infinidad de lugares y momentos a lo largo del tiempo. Y ese algo, con cada vez más intensidad, será lo que junto a la unidad del pueblo trabajador vasco, que es el que verdaderamente debe tejer una alianza consigo mismo podrá solucionar sus problemas y avanzar.

Hoy se han llevado a Urtza, pero no se han llevado ni su dignidad ni las ganas de luchar. Y si bien es cierto que los perros guardianes de la ley y el orden impuesto, como bien afirman, cumplen ordenes, que sepan que el pueblo combativo de Euskal Herria también, pero no las dictadas por unos vividores ni para cobrar un sueldo de mercenario sino las que dicta el corazón. Liberar a Euskal Herria del miserable Estado.

Urtza herria zurekin!